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Ahora estaba en mi cama sentada, con mi cabeza apoyada en mis rodillas, con mi celular en mi mano. Mirando todas sus fotos, y una de las recientes estaba con una chica sonriendo y con la descripción:

Te espero.

¿Habrían salido? Al parecer se volvió un modelo famoso, es posible que se haya olvidado de mí, total soy fácil de olvidar. ¿Y por qué me debería importar ahora? Sí no pensé en él por años, me esforcé por sacarme su rostro, su sonrisa y la manera tan linda y dulce que era cuando estaba conmigo.

Pero ese fue el Nolan adolescente que fue. Las personas cambian, es probable que él también haya cambiado. Seguro fue así. 

<<Mañana sesión con la señora Colleman>>

La notificación de mi celular me avisa lo que tengo para mañana. Pero yo solo tengo cabeza para una cosa. Se supone que este día no debería ser así. 

Maldición Alex, porque tuviste que enseñármelo. 

Pongo mi celular debajo de mi almohada y miro mi ventana aún sin cortina porque apenas pude comprarme esta cama y unos alimentos para subsistir. 

-Te quiero, Lady Deadman Massey.

Mis ojos se abren al escuchar su voz tan clara y tan perfecta luego de tanto tiempo, pongo mi mano en la frente con mi corazón latiendo rápido. 

Sin duda sería una noche larga...


- - - 

-Hola, Lady. ¿Cómo has estado?

-Hola, señorita C. No muy bien.

-¿Has tenido otra crisis?

-No.

-¿Se te ha ido la respiración al dormir?

-No.

-¿Has tenido pensamientos negativos?-niego nuevamente con mi cabeza-¿Has intentado...

-Nada de eso, me mudé recién y pasó algo.

-Oh que bien, cuéntame ¿te ha ido bien viviendo sola?-está lista con su cuaderno y lápiz recién sacada punta para escucharme y anotar todo.

-Sí, me ha costado vivir, mejor dicho sustentarme a mi misma. He tenido que comprar algunas ollas, y he tenido que ver tutoriales en Youtube sobre algunos platillos que me provocan.

-Te entiendo, sin duda vivir sola no es nada fácil, pero lo mejor del ser humano es que es bueno en adaptarse a los cambios, y tú lo has manejado bien. No has tenido ninguna crisis, ni algo te ha quitado el sueño...-ella me mira fijamente y se asombra cuando le hago una mueca-¿Qué pasa? ¿Hay algo que no me has contado?

-Se acuerda del chico sin nombre que le conté en mis primeras sesiones, la persona que me animó a venir hacia usted.

-Por supuesto, como olvidarlo si tus ojos brillaban cuando hablabas de él. Pero ha pasado tanto tiempo, ¿surgió algo?

-Realmente sí. Volví a saber de él por Instagram y es modelo.

-¡Que bien por él! Pero tú no pareces contenta, ¿por qué?

-Sí estoy contenta, muy contenta. Pero él nunca se contactó conmigo cuando se mudó, no volví a saber por años nada de él-toqué mi pecho-Ahora aparece y no entiendo por qué no se comunicó conmigo-fruncí el ceño, tan molesta y herida que estaba.

-Jamás sabremos las razones de las personas, cuál sea que fuera. Y veo que aunque lo hayas dejado de mencionar aún su despedida te duele.

Tragué saliva.

EFÍMERO  [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora