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-¡Hola, July!-sonreí al volver después de mucho tiempo, una videollamada con ella. 

-Hola, pequeña. ¡Mira! Adopte a un perro-me lo enseño por la cámara. Y yo sonreí-Aunque aún no sé que nombre ponerle.

-Viste ahora no estarás tan sola.

-No hemos hablado en tanto tiempo que no te he contado todo.

-¿Qué pasa? ¿Ha surgido algo? ¿Te ha pasado algo a ti?-estaba muy nerviosa, July no está joven y temía por su salud.

-Tranquila, me ha surgido algo sí, pero cálmate-dijo al ver que estaba a punto de decir algo-No es nada malo, más bien es algo bueno y quiero que te lo tomes de la mejor manera, como personas civilizadas que somos...

-Dime, me estás dando muchos rodeos-respondí, ella comenzó a respirar profundo.

-¡Tom!-gritó fuerte, escuche pasos acercarse, estaba muy confundida no entendía que sucedía. Entonces vi a un sujeto trigueño tenía el cabello negro pero ondulado. Me sonrió. 

-Hola-me saludo. Yo me quedé anonadada, sin saber qué decir.

-¿Lady estás bien?-preguntó July.

-¿Qui-quién es él?-tartamudeé en el intento de decir algo más que solo ver la situación.

-Él es Tom, Lady. Es mi novio, estamos juntos hace unos meses. También es abogado, trabajamos en un caso y nos fuimos conociendo más.

-Tom...-murmuré-July, agradezco que me lo digas, de verdad. Gracias por contármelo, lo único que me queda por decir es, que seas feliz-entonces me dirigí hacia Tom-Espero que no hagas daño a July, ella es una buena persona, así que ve con cuidado.

-¡Lady!-me regaño, mi abuela con el ceño fruncido.

-No, tranquilo-dijo hablando con July-Estoy muy enamorado de ella, y espero en algún futuro casarme-le dio un beso en la frente a July, y yo sonreí. Me agradaba verla así, se notaba que estaba contenta. 

-Me alegra que lo hayas tomado así-me dio una sonrisa dulce-Te quiero y extraño mucho, pequeña.

-Yo también, espero verte pronto. Haré algunos ahorros y viajaré para verte y conocer a tu perrito y a Tom.

-Te esperaré con gusto, mi niña-entonces nos despedimos y di por terminada la videollamada. 

Entendí que el amor surge de maneras inesperadas, a veces sin buscarlo, en el momento menos inesperado, y en lugares que jamás pensaste que podría suceder. Temía que si Alex y yo comenzáramos algo, y que al final uno de los dos terminará mal. 

Me rehusaba. 

Entonces sonó el timbre. 


-¡Hola!-me saludo emocionado.

Yo sonreí al verlo así.

-¿Qué te pasó? 

-Bueno, ¿te acuerdas de la fiesta a la que fuimos?

-Uy ni me hagas acordar terminé mal-toqué mi frente al recordar ese momento vergonzoso.

-La cuestión es que, conocí a alguien. Su nombre es Tatty Gómez, sus padres también son como los míos y me invito a la playa, ella irá con algunos amigos. 

-Ni pienses que iré contigo.

-Pero...tú dijiste que no querías nada conmigo. 

-Y estoy feliz por ti, al fin alguien te hizo caso, pero no me incluyas en tus citas-me crucé de brazos-Suficiente tengo con la fiesta.

EFÍMERO  [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora