PREFACIO

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PREFACIO



La muchacha caminaba al centro de un sendero de tierra sin la necesidad de ocultar su naturaleza. Ella vagaba libremente mostrando sus ojos celestinos, casi blanquecinos. Llevaba mucho tiempo andando en un mundo desconocido, pero eso le apasionaba. Desde pequeña la acostumbraron a navegar entre los sombríos lugares que se ocultaban. Aprendió a no temerle a lo desconocido. 

Aquel sendero terminó para dar paso a un hermoso jardín rodeado de flores silvestres, pero en su interior, un conjunto de varias flores ordenadas en una amplia diversidad de colores y formas captaron la atencion de la joven. Catalina yacía en una propiedad que no le pertenecía. No sabía cómo llegó hasta allí pero sabe con certeza que fue a propósito. 

Traga saliva. Por primera vez temía. 

La neblina no dejaba apreciar la belleza de aquel precioso y amplio jardín bien cuidado. A una distancia considerable se hallaba una enorme mansión. Su estructura daba a comprender que llevaba demasiados años en pie. Los grandes ventanales, las pequeñas ventanas en los pisos mas altos, las columnas rodeando la puerta de entrada. Todo era un verdadero monumento antiguo. Aunque eso se veia a la distancia. 

En su entorno sólo había una inmensa arboleda que dejó atrás.

La neblina de la madrugada inundaba su vista, pero no sus sentidos. Traga saliva una vez más, temerosa. Podía presentir aquellos sutiles pasos acercarse a ella. Estaba concentrada esperando descubrir quién se atrevía a darle la bienvenida a aquel lugar que no le pertenecía, de todos los lugares en el mundo, su curiosidad la llevó a pisar aquellas tierras que predecían su muerte de una forma dolorosa.


—¿Y entonces —escuchó la voz de una mujer, la cual solamente podia ver su figura a través de las tinieblas —qué hace una descendiente de Arsenio en la boca del lobo?


No contestó. Solamente pudo sentir una respiración caliente y ajena a la suya muy cerca de su nuca. Un temblor húmedo le recorrió la espalda recorriendo su ser. Cerró sus ojos. Al abrirlos, solo pudo gemir al sentir una mano empapada de su sangre atravesando el costado de su estomago. 


—¿Qué se siente —interpeló aquel hombre que se atrevió a clavar su mano entera, lastimándola —que tu delicada piel sea atravesada por el mismísimo Baudilio?


Los ojos de Catalina se abrieron enormemente. 

Era el hombre que estaba buscando. 

¿Cómo es que sigue vivo el creador de todos los lobos a pesar de los siglos?

Una minúscula línea de sangre sale de la comisura de sus labios rosados. El hombre desprende sin piedad su mano de su cuerpo, sin impedir que su sangre se derramara y que ella se derrumbara desvanecida sobre el frío suelo. La mujer da unos pasos dejándose ver.


—¿Acaso vino para morir? —pronunciaba esta, arrodillándose a la altura de Catalina quien se retorcía del dolor —. Mi señor, deje que acabe con su tortura. 


Baudilio Bathory no poseía misericordia en sus profundos ojos dorados. Observa detenidamente la belleza que derrochaba aquella joven que agonizaba de dolor. Recorre con su mirada la herida que él mismo produjo y en su abdomen le llama la atención una mancha incorporada en su blanca piel.


—No vamos a matarla —expulsa dejando a una atónita mujer preparada para decapitarla.

—¡¿Qué?! Siempre hemos asesinado a esta raza impura, procreada para la muerte de todos los seres habitantes y—

—No me levantes la voz —susurra sereno levantando a una inconsciente Catalina entre sus brazos —. Mi última orden es no matarla y mi orden se respeta.


Camina con ella en brazos hasta que la niebla hace desaparecer la figura de ambos que se adentran en aquella enorme mansión.






¡Buenas, pequeños admiradores de lo paranormal! ¿Cómo están?

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¡Buenas, pequeños admiradores de lo paranormal! ¿Cómo están?

Como se estuvo anunciando, les dejo el PREFACIO para que se animen a darle una oportunidad a esta nueva historia en proceso. Quiero plasmar más de mis ideas, escribir y sentirme satisfecha de que aunque sea una persona, le dará una oportunidad de leer. Gracias.

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La hija de AlphasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora