Capítulo 30: Amira, la aprendiz de bruja
Catalina estaba corriendo desamparada.
Sin darse cuenta, terminó huyendo mucho más de las tierras de Baudilio sin ser seguida por ningun Omega. Se había dado cuenta que se cruzó antes con la abuela Aurora, pero enceguecida la ignoró.
Cuando se percató de dónde estaba, sólo pudo ver las limitaciones que dividía el bosque y los jardines de Baudilio Bathory. Sin pensar demasiado, cruzó aquellas vallas. No eran muy altas, aunque estaba acostumbrada a trepar alturas. Caminó un rato hasta dejarse descansar en el tronco de un árbol, bajo la sombra que este mismo le brindaba y abrazar sus rodillas, dándose un poco de consuelo a ella misma.Apestaba a aguas sucias y detergente.
Intentó cerrar sus ojos pero, inmediatamente sintió un ruido: una rama quebrarse a la distancia. Evidentemente, podría ser alguna ardilla, conejo o animal silvestre. Sin embargo, descartó esa idea cuando lo que se suponía que podría ser un animal hablaba castellano. Sí, había una persona a pocos kilómetros de allí murmurando groserías. Catalina se reincorpora e intenta saber de quién se trataba. Un viento fresco le heló el cuerpo y esa misma sensación, ya la había experimentado.
Cuando fija su mirada en esa persona se maravilla de la mujer que tenía en frente: una túnica verde la cubría al completo, parecía una capa con capucha. Esta cargaba una lanza y una mochila en su espalda. Ambas cruzaron miradas. Sus ojos eran verdes pero no se trataba de una Betha, sino de una humana.
—¿Quién eres? —preguntaron ambas al mismo segundo. La extraña sonrió.
Esta se acercó un poco pero Catalina aun no sabía con quién trataba.
—Mi nombre es Amira —extendió su mano pero Catalina no se la aceptó. —Ya veo, eres una persona desconfiada. Me agrada. ¿Tú como te llamas? Mínimo puedo saber tu nombre, ¿no?
—Catalina —contestó a secas la muchacha. —¿Estás perdida?
—¿Y tú lo estás? —respondió con otra pregunta —Oh, ya veo. Eres la esposa del dueño de estas tierras, ¿no?
—¿Qué? No —negó rotundamente —No soy esposa de nadie.
—¿Entonces eres otra viajera como yo? Lo suponía —asiente Amira —Por casualidad, ¿has visto alguna anormalidad por estos lados?
—¿Anormalidad, cómo...? —cuestionó cruzada de brazos.
—Como una...
Su respuesta se vio interrumpida cuando sintieron que no estaban solas. Catalina avanzó hasta la altura de Amira, sin darle la espalda. Aun desconfiaba de ella y sin dudas no pasaba por alto que poseía una lanza entre sus manos.
Amira escuchaba atenta los sonidos a su alrededor y se da cuenta que habitaba algo cercano a ellas. Un animal salvaje, quizás.
—Creo que deberias irte, niña —susurró Amira preparando su lanza. —Esto se va a poner feo.
—¿Cómo dices? —arqueó ambas cejas, mirándola sorprendida.
—¡Anda! ¡Vete! —ladeó con su cabeza Amira en dirección de donde provino Catalina y salió corriendo.
—¡Ey! —regañó y corrió también detras de ella.
No corrieron demasiado.
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La hija de Alphas
WerewolfCatalina es una hija de dos poderosos Alphas puros en su totalidad. Ella se aleja de su manada para vivir el mundo que la rodea, descubrir cada misterio que se oculta y llenar sus curiosidades a pleno. Aventurera, valiente y poderosa, emprende su ma...