La hija de Alphas

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Capítulo 42: Primer beso real

Catalina se sentía incómoda siendo prisionera de tantas miradas que recaían en ella. No tenia idea de cómo interpretar cada una de esas miradas; ¿Odio? ¿Asco? ¿Una enorme falta de respeto? ¿Repugnancia? Sin dudas, no pensaba que algún alma dichosa tuviera siquiera lástima. 
Sino, era víctima de murmullos. Tantos eran que no podía descifrar ninguno. Ingresaron dieciocho Omegas femeninas para servir la comida y las bebidas; sirvieron comida de primer aperitivo y un fresco vino tinto junto un vaso de agua. Ninguno tocó el alimento ni bebió un solo sorbo de su bebida hasta que Baudilio se levantó.

Rotundo silencio.

—Quiero agradecer de haber asistido a los doce Clanes mas gloriosos de nuestra raza —Baudilio se lleva una mano a su pecho y un Omega le presentó un pergamino: —Los Clanes que hoy han asistido a formar parte de esta memorable reunión siempre tendrán mi profundo y mas sincero agradecimiento. Los Clanes son Oldman, Schneider, Aneth, Athens, Miller, Katyuska, Morgan, Allem, Moreau, Garza, Priamos y Griffin. 

Todos alzaron su copa de vino. Todos menos Catalina.

Aun seguía pensando qué hacia entre tantos sujetos importantes. 

—Y, —Baudilio seguía hablando —tengo el honor de presentar formalmente a Catalina de Griffin. 

Como estaba al lado de Baudilio, éste le tendió una mano. Si se la rechazaba, quedaría mal ante tantas personas espectadoras. Al cabo de unos segundos, terminó aceptándola y se levantó. No sabía cómo reaccionar, qué hacer o cómo actuar. Le miró a Baudilio y éste le sonrió apenas. Aquello la tranquilizó un poco. 

Una vez finalizada las presentaciones de los Clanes presentes, Baudilio alzó su copa y bebió. Cuando lo hizo, como predomina el Alpha supremo, les dio el permiso de degustar sus alimentos.
Catalina consideraba que era una fiera al momento de alimentarse pero ahora, sus nervios le habían cerrado el apetito. No conocía a nadie de ese entorno mas que a Baudilio Bathory, Elías y Román. Se presentaron unos Omegas para presentar un acto: una especie de obra de teatro que demostraba las culturas antiguas como las cacerías, algunas ceremonias y, un poco de cuando se dedicaban a matar a los antepasados de Catalina, ya que de esas guerras se basa la mayor parte de su historia. Catalina se tensó y Baudilio le apreto la mano por debajo de la mesa.

—Le pido mi más sincera disculpa por no haber omitido estas escenas —susurró Baudilio cerca de Catalina.

—N—no, no se preocupe —le contestó —. La verdad es que no debe cambiar nada que no haya pasado, ¿no?

—Estás preciosa —destacó el Alpha y volvió a su compostura. 

Catalina sabía que está tan roja como los tomates de su plato de comida. 

Se preguntaba cómo estaban Boris, Janeth, los hermanos Schneider (sobre todo Roland con Lillian), Clarissa y Anastasia. ¿Cómo la estarían pasando? Cuando la obra terminó, para finalizarla presentaron una historia de amor basada en hechos reales. La actuación carecía de palabras pero con sus movimientos cada quien interpretaba lo que querían demostrar. Cuando terminaron de cenar los grandes Alphas y sus mas fieles acompañantes; mates o familia de sangre, Baudilio se levantó.