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Capíitulo 48: Clarissa vs Boris



Inmediatamente, Baudilio había tenido una charla con sus Bethas para informarles la gravedad del asunto que estaban atravesando y si alguno sabía el paradero de Roland y Janeth. Todos se miraron entre sí, ninguno tenía una mínima idea de dónde podrían estar. Anastasia tenía una nota que estuvo a punto de mostrar pero, continuó guardando en su bolsillo. 
Baudilio ordenó mantener discreción dentro de la mansión hasta que los invitados poco a poco se regresen a sus tierras. Cuando los Bethas salieron, Thomas caminó deprimido hasta su cuarto. Clarissa le habló a Boris pero éste, la ignoró completamente. 


—¿Qué le sucede? —preguntó Clarissa.

—Seguro ese mocoso está celoso. Te vio besándote con Román o, —se corrige —mejor dicho Einar Athens. ¿Cómo puede ser que estuvimos con Alphas superiores? Jamás habíamos conocido a líderes como ellos. 

—¿Crees que Boris esté... enojado? 

—Seguro —afirmó Anastasia —, y bien merecido lo tiene. Clarissa, él vive besándose y acostándose con otras mujeres. Ni debería siquiera reclamar nada. Tienes tu vida, no puedes vivir a sus pies tampoco. 

—Sí, pero—

—Clari, tengo algo que hacer —interrumpió Anastasia —. En la noche hablamos si quieres, ¿sí?


NARRA CLARISSA ANETH


¿Qué le pasa a Anastasia?

No quería pensar en nada más que en Roland y Janeth. Nunca imaginé que ellos dos decidieran... fugarse. Caminé hasta las afueras para encontrar un lugar solitario, la casa repleta de Bethas en una situación así me incomodaba. ¿Aún no se van?
Cuando me dejé reposar sobre un asiento, cerca de los huertos. Algunos Omegas trabajaban la tierra y cosechan verduras frescas.  
Cuando era una adolescente, conocí a Janeth y pensé que seríamos buenas amigas. ¿En qué momento me alejé tanto de ella como para no saber que estaba enamorada de... Roland? Incluso, sé que hasta estaba celosa de Catalina. No solo por Boris y lo buenos amigos que se hicieron en tan poco tiempo, sino en Janeth igual. ¿Habré sido yo el problema?

Me sentía tan mal de, con el tiempo, perder a mis amistades y solo quedarme con Anastasia. 

De inmediato, sentí una presencia conocida acercarse a mí y toqué mis labios recordando aquello.


—¿Cómo estás? —me preguntó Einar tomando asiento a mi lado —Una carita tan linda como la tuya no debería estar decaída. 

—Estaba pensando en... Janeth y Roland —me expresé triste. —No sé dónde están y... ¿si están perdidos o en peligro como Mattew y Ronda?

—No deberías pensar en eso —agregaba abrazándome, me dejé recostar en su pecho —, ¿sabes qué puedes hacer? Buscar en sus habitaciones indicios de si planearon su escape e incluso hablar con demas personas, aprovechando su presencia, para ver si saben o escucharon algo. ¿No crees?

—Si, si —asentí convencida —. Tienes razón. 

—Como le ofrecí al señor Baudilio, tienen de mis mejores Bethas de confianza para comenzar con una severa búsqueda —me acarició el cabello —¡Animo! 

—Gracias, Román —aseveré dándole un abrazo —Disculpe, ¿tengo que referirme a usted como Einar? 

—Tú puedes dirigirte a mí como quieras, preciosa —enunció levantándose para adentrarse a la mansión Bathory.

La hija de AlphasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora