Catalina es una hija de dos poderosos Alphas puros en su totalidad. Ella se aleja de su manada para vivir el mundo que la rodea, descubrir cada misterio que se oculta y llenar sus curiosidades a pleno. Aventurera, valiente y poderosa, emprende su ma...
—Estoy indignado de tu actitud rebelde, Janeth —niega con su cabeza Baudilio estando de pie mirando a una arrepentida Janeth.
—Le pido una disculpa, señor —susurra por lo bajo sin corresponderle la mirada.
—También les pido una disculpa, el tiempo no fue suficiente para convocarlos y anunciarles la llegada de una invitada, y asimismo, una descendiente de Arsenio.
—¿Por qué ella esta con nosotros? —pregunta Janeth mientras todos aguardaban en silencio una respuesta.
—Como estan al tanto, hace un año atras hubo un incidente curioso que involucraba nuestra raza con los humanos, esa anomalía hizo que enviara a Ronda y Mattew, los cuales jamás regresaron de su investigación. Tal vez, esta descendiente de Arsenio sea capaz de ayudarnos en nuestra causa.
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En el despacho privado de Baudilio Bathory
Baudilio se encontraba molesto ante las actitudes de, como él llamaba, sus queridos hijos. No obstante, no era una sorpresa que tuvieran esas actitudes desagradables con una persona ajena a sus principios, con un linaje que culpaban de muchas muertes y matanzas en el pasado, pues, aunque ella no tuviera sus manos manchadas de sangre, cargaba con el peso de su familia.
Este camina hasta servirse un vaso de whisky.
BAUDILIO BATHORY
¿Con qué motivo traigo a una infame desconocida dándole hospitalidad y sobre esas cosas, le miento a mi propia manada? La realidad de que ella no sea un cadáver ahora mismo es esa mísera mancha en su abdomen que no me atrevo a ver. ¿Mi coraje se perdió con los siglos? ¿Me aterra pensar que ella es quién porta aquella marca de nacimiento?
Camina con su vaso conteniendo la mitad de la bebida alcohólica de entre sus libros, escoge uno. Al abrirlo, entre una de sus varias hojas al azar, había un sobre. Dentro de el, una carta que es mostrada por Baudilio:
Mi amado,
El aprecio que le he tomado a usted me ha hecho cometer las más grandes locuras que en mi vida he cometido. Me hizo perder la cordura.
