La mañana era muy fría, las calles estaban blancas y los granizos no cesaban. Agradecí que mi cumpleaños estuviese en el comienzo de las vacaciones de invierno. Me di una ducha caliente y luego me vestí.
Bajé al primer piso encontrándome con mi mamá y Miguel, una torta de chocolate con unas letras hechas con crema "Feliz cumpleaños Luna" y chocolate caliente.
─ ¡Feliz cumpleaños! ─ gritaron al mismo tiempo.
Mi sonrisa se amplió y los abracé a ambos. Tomamos desayuno riendo de idioteces y escuchando las anécdotas de Miguel.
Luego de tomar desayuno, me tendí en el sofá y mi celular comenzó a sonar.
─ ¿Aló? ─ Contesté sabiendo que del otro lado era Nina ya que tenía su número grabado.
─ ¡Feliz cumpleaños! ─ Se escuchó la voz de Nina y la de Celeste.
─ Gracias ─ reí.
Hablamos mucho rato contándonos cosas y diciendo ideas al azar para celebrar mi cumpleaños, hasta que decidimos hacer una noche de chicas en casa de Nina.
Matteo seguía sin dar señales de vida y ya estaba comenzando a sentirme mal y olvidada por él.
Miguel y mamá hicieron el almuerzo mientras yo hablaba por teléfono con Gastón, Simón y Ramiro.. Y sin recibir llamadas ni mensajes de Matteo. Estaba pensando seriamente en llamarlo yo, pero el timbre sonó y corrí a abrir.
Abrí la puerta dejando el celular en mi bolsillo y mis ojos chocaron con los de Matteo, mi sonrisa se hizo cada vez más grande.
─ ¡Feliz cumpleaños princesa! ─ sonrió abriendo sus brazos.
Estaba con un jeans oscuro, un abrigo azul, sus infaltables vans y un gorro de lana entubado.
Lo abracé con todas mis fuerzas y el me levantó del suelo dándome besos en toda mi cara.
─ Gracias ─ reí separándome de él.
─ Mi princesa ─ Sonrió dejándome en el suelo, dejando un mechón de cabello detrás de mi oreja y luego me besó, románticamente.
─ Pensé que se te había olvidado mi cumpleaños ─ dije mirándolo.
Él sonrió con el ceño fruncido.
Entramos y él saludó a mamá y a Miguel, luego se sentó en el sofá en donde yo estaba acostada. Puse mi cabeza en sus piernas mientras él me miraba.
─ Jamás podría olvidarme del día más importante de tu vida.
Sonreí mirándolo y quise abrazarlo sin cansancio.
─ Matteo ¿te quedarás a almorzar? ─ preguntó mi mamá mirándolo.
─ No, no se preocupe.
Mi rostro cambió y lo miré molesta.
─ ¿Por qué no?
─Porque tú y yo saldremos todo el día amor, este día será completamente tuyo.
─ ¿Es una broma?
─ No ─ rio ─ anda a abrigarte y vámonos.
Mi madre nos miró feliz y yo sonreí mirando a Matteo. Me puse de pie feliz y corrí a mi habitación a buscar un abrigo.
Matteo.
Ver a Luna feliz, me hace sentir completamente pleno.
Después de llegar al centro comercial a Luna se le antojó comer pizza, así que pedimos una pizza familiar para ambos y dos bebidas. Estuvimos alrededor de una hora y media sentados comiendo y conversando, incluyendo las risas a carcajadas y las bromas estúpidas de las cuales también reíamos.
ESTÁS LEYENDO
Eres Mío! Imbécil |Lutteo|
Teen Fiction-Imbécil. -Insoportable. -Idiota. -Consentida. -¡Déjame en paz! -Admite que te encanta discutir conmigo. -Lo único que me encantaría relacionado contigo es que desparecieras. Luna y Matteo. ¿Por qué se odian? ¿Por qué se quieren? ¿Por qué no pue...