—Espera —Contesté tomando una camiseta y poniéndomela rápidamente —Ahora si –Me acerqué a la puerta y la abrí.
Ella entró como si fuera su habitación y se sentó en mi cama.
-Necesito hablar contigo- dijo suspirando.
-¿Sobre qué?- pregunté confundido.
-Sobre mí, de ti- confesó nerviosa, me senté a su lado para darle toda mi atención.
Ámbar sin duda llamaba la atención con su lindo físico y por ser la hija de la dueña. Siempre vestía como una muñeca, de rosa o colores chillones. Ella sabe que es hermosa y no desea ocultarlo, pero hay algo que no me gusta, a veces su personalidad chocante, le gusta molestar y quiere que todo se haga a su manera. Además, ella no tiene esa sonrisa sincera que hace que tu estómago se contraiga y te contagie su alegría, tampoco esa mirada que te hace débil.
-Pues... habla- la miré tratando de parecer tranquilo.
—La verdad es que... Desde hace mucho quería decírtelo, pero no me atrevía y ahora ya no aguanto más —Dijo mirándome a los ojos —Me gustas, y me gustas mucho.
Parpadeé un par de veces para asimilar la situación ¿Ámbar se me estaba declarando? ¿Cómo le digo que no a la hija de la dueña del campamento para que no me odie? ¡Maldita sea! Yo sólo la consideraba una amiga.
-Ámbar yo no...
—¡Tranquilo! —Suspiró aliviada y abrazándome fuerte —Sé que también te gusto.
¡¿Qué?!
Ni siquiera la abracé ya que me encontraba en shook por la situación ¿Quién demonios saca conclusiones antes de escuchar hablar a alguien? Definitivamente ahora ya no estaba tranquilo, quería despegarla de mi cuerpo preguntarle qué demonios le pasaba.
Ella se separó un poco de mí y me miró con preocupación.
-¿Te pasa algo?- preguntó deprimida.
-La verdad si, lo que pasa es que...
-¡Ay soy una tonta!- se lamentó.
¿Qué demonios le pasa a esta chica? ¿De dónde la sacaron? ¿De una película dramática?
—No, no eres una tonta, pero déjame explicarte —Dije mirándola casi irritado porque no me dejaba hablar.
Ella hizo un sonido para que me quedara callado poniendo su dedo índice en mis labios ¿Pero qué...? Me acercó a ella tomándome del cuello y me besó, realmente se sintió mal. Cuando iba a separarme de ella entró alguien a mi habitación, Gastón.
—Hermano, perdón por no golpear pero... —Levantó su mirada y se encontró con la escena de Ámbar y yo —Ah, estás ocupado, después hablamos —Dijo con una sonrisa.
Me separé rápidamente de Ámbar y él levantó sus cejas molestándome.
— ¡Necesito que hablemos! —Dije tomándole el brazo a Gastón y arrastrándolo hasta afuera, él iba molestándome mientras dejábamos sola a Ámbar en mi habitación.
—¿Y besa tan bien como se ve? —Me preguntó Gastón moviendo sus cejas y con un rostro burlesco.
—No —Respondí de inmediato —Hermano ella está loca, podrías haber entrado minutos antes de que me besara.
—No sabía que estabas con ella— se defendió— además ¿Qué tan malo puede ser besar a Ámbar?
—¡Muy malo!— contesté enojado- llegó a mi habitación declarando que les gusto y luego iba a decirle que no me gusta y se me adelantó a hablar incoherencias y de repente me besó. Fue amargo, ¿Qué hago?
—Lo primero que debes hacer es contar hasta diez y respirar profundo— dijo dándome unas palmaditas en el hombro, como idiota lo obedecí—ahora cálmate.
Terminé calmándome, estúpido Gastón y sus maneras de relajación.
—Ahora corre, dile que eres gay y que estás enamorado de Simón—rió fuerte.
— ¡Imbécil no estoy bromeando!— le dije empuñando mi mano y golpeando su hombro.
—Auch...— rió— bueno, dile que no te gusta y ya.
—No me dejó hablar, hermano.
—Me imagino, pero encuentra el modo, por último dile a los gritos.
—No haría eso—comenté serio.
—Lose, pero tranquilo. No creo que le diga a todo mundo que son novios o algo así.
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—Bueno, y así fue como nos hicimos novios.— escuché mientras entraba con Gastón a la cabaña— ¿cierto amor?— Ámbar.
Gastón y yo nos miramos sorprendidos. Ámbar les estaba contando a Simón, Nina, Celeste, Luna y a Ramiro que era mi novia ¿Qué demonios pasa con esta chica?
-¿Qué?- pregunté shockeado.
— ¡Ay amor!— no seas tímido, diles que somos novios,
— Yo no...
— ¡Que lindo eres!—se colgó de mi cuello interrumpiéndome nuevamente.
Mi cara se transformó, realmente ya me estaba comenzando a fastidiar esta situación.
Todos nos miraban sospechosos, excepto Luna que estaba viendo televisión ignorando toda la situación como era de esperarse.
—Así que novios— comentó Celeste en un tono confundido.
La miré irritado ¡Ámbar no es mi novia!
— Bueno voy a comer algo ¿vamos amor?
—Paso—respondí de inmediato— debo llamar a Papá—mentí.
—Bueno —Me dijo, luego besó mi mejilla y se marchó sin antes dedicarme una de sus mejores sonrisas maquiavélicas. Definitivamente esta chica iba a odiarme si le decía que no me gustaba.
En cuanto Ámbar salió, Ramiro soltó una carcajada.
—¡Maldita sea! ella no es mi novia—comenté irritado.
—Ella dice que sí y si no le dejas claro que no te gusta, todos darán por hecho que tienen una relación —Comentó Simón.
—Pensé que tenías otros gusto— comentó Nina.
—Yo pensada lo mismo— la apoyó Celeste.
—Tengo gustos muy diferentes a ella, Ámbar no es mi novia —Les respondí enojado.
—Estaba hecho un demonio cuando los vi besándose —Comentó Gastón.
Luna levantó su vista y me quedó mirando fijo.
—Claro que sí, yo no quería besarla —Les conté.
—Yo creo que son la pareja perfecta —Comentó Luna, tranquila y sarcástica.
| Primero ante todo les quiero pedir un disculpas por no haber actualizado, en realidad no tengo una gran excusa pero si decirles que no he podido coger mucho la laptop debido a que he estoy fuera de casa todos los dias y cuando llego solo veo mi novela preferida, jajajaja perdón, les dejo el capitulo aqui...|
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Eres Mío! Imbécil |Lutteo|
Teen Fiction-Imbécil. -Insoportable. -Idiota. -Consentida. -¡Déjame en paz! -Admite que te encanta discutir conmigo. -Lo único que me encantaría relacionado contigo es que desparecieras. Luna y Matteo. ¿Por qué se odian? ¿Por qué se quieren? ¿Por qué no pue...