Me acerqué a él.
— ¿Me estabas llamando? — Pregunté aún confundida, no había escuchado nada y aún me sentía estúpida en frente de él ya que no sabía si era cierto que me estaba llamando o sólo era otra de las bromas de Simón.
─ Sí ─ respondió serio, pero realmente no lo estaba.
Reí lanzándome encima de él, abrazándolo.
─ Lo lamento, no te había escuchado.
Él continuó abrazándome.
─ Bueno y... ¿Para qué? ─ pregunté separándome de él.
Él entrelazó su mano junto a la mía y me hizo caminar ¿Estábamos caminando de la mano? ¿Como novios?
Caminamos alejándonos de todas las personas que se dirigían a sus cabañas, hasta que se detuvo.
─ ¿Qué sucede? ¿Por qué estamos aquí? ─ pregunté confundida.
— Sólo quiero estar contigo sin que nadie nos interrumpa — confesó soltándome las manos y acariciando mi rostro.
— ¿Por qué? — Mi voz sonó débil y mis ojos estaban perdidos en los suyos.
Matteo aclaró su garganta.
—Dime algo ¿Alguna vez imaginaste todo esto? ¿Alguna vez imaginaste besarme? ¿Abrazarme o dormir conmigo? ¿Tener sexo conmigo? — Su tono de voz era sincero y espontáneo, me sentía en casa. Como si jamás lo hubiese odiado, es más, como si siempre lo hubiese querido.
─ No ─ respondí ─ jamás lo había imaginado.
— ¿Te gusta lo que ves? — Preguntó refiriéndose a él.
Asentí confundida.
─ ¿Te gusta lo que soy?
Comenzaba a entender el tema poco a poco.
─ Sí, ¿por qué me estás preguntando todo esto?
— Porque no sé qué diablos pasa por mi cabeza Luna, eres tú y soy... soy yo ¿Entiendes?
No entendía ni una mierda.
— Eres tan adictiva y hermosa — Confesó — Y cuando estás conmigo siento que somos sólo tú y yo y te vuelves la chica más completa y hermosa cuando estás junto a mí, así lo siento.
¿Se me estaba declarando?
— Y yo era una mierda de persona, pero al estar contigo mi mundo se ha puesto de cabeza, me siento una mejor persona estando a tu lado — bajó su voz — No estoy seguro de mis sentimientos, pero... Sólo quería decirte todo esto porque no quiero que te alejes de mí.
Mi boca se secó y mi corazón comenzó a latir con fuerza ¿Qué era esto? ¿Una cámara oculta?
No reaccioné a nada, ni siquiera a abrazarlo o decirle algo, estaba paralizada en frente de él con mis piernas tambaleándose, iba a caerme y él se lamentaría de haberme dicho esto.
— ¿Estás bien? — Preguntó acercando su rostro al mío.
— Matteo yo... — Aclaré mi garganta — No quiero alejarme de ti.
No tuvimos que decir nada más, sus labios tocaron los míos y sentí como mis pies se despegaron del suelo, me dejaba llevar por sus labios siguiéndole el ritmo. No entendía nada, pero sus besos eran míos y sus labios también. Nada podría haber sido más perfecto que ese momento.
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Eres Mío! Imbécil |Lutteo|
Teen Fiction-Imbécil. -Insoportable. -Idiota. -Consentida. -¡Déjame en paz! -Admite que te encanta discutir conmigo. -Lo único que me encantaría relacionado contigo es que desparecieras. Luna y Matteo. ¿Por qué se odian? ¿Por qué se quieren? ¿Por qué no pue...