Capitulo 18

2.3K 136 13
                                    

Maratón 2/2

Me quedé en silencio un momento, analizando su pregunta para luego mirarlo.

─ No ─ respondí sincera ─ en campamentos nunca he tenido algo con alguien y afuera todo es diferente.

─ ¿Sí?

─ Sí, pero en este momento no hay nadie ni aquí, ni afuera.

Él se volteó mirándome de frente y yo hice lo mismo, quizás no nos veíamos, pero sabíamos que estábamos cerca.

─ ¿Y tú?

─ No ─ respondió haciendo que me percatara de que estábamos muy cerca, quizás demasiado, pero no me sentí insegura y no corrí hacia ningún lado.

─ Te toca ─ continuó Matteo.

─ Bueno a ver... ¿Qué no te gusta recordar? ─ Pregunté intentando encontrar sus ojos entre la oscuridad.

Él se quedó en silencio unos segundos para luego responderme con complicación.

─ Las peleas con mi padre, sí, definitivamente odio recordar aquellos tiempos.

Suspiré, ahora venían los secretos.

─ No sé qué secreto decirte.

─ Está bien, yo empiezo ─ se ofreció.

─ Bien, dime un secreto.

─ Pienso que tu mirada es tentadora ─ dijo con un tono de voz grave y bajo.

Mi estómago se apretó, agradecí que todo estuviese oscuro.

─ ¿Por qué piensas eso?

─ No sé, tu mirada tiene varias facetas. Cuando estás enojada es oscura, cuando lloras se ponen de un color verde muy especial y cuando sonríes... En realidad ─ Hizo una pausa ─ Nunca me he fijado en el color de tus ojos cuando sonríes, creo que tu sonrisa me distrae.

Sonreí en silencio, aunque sabía que no me veía.

─ ¿Me toca?

─ Sí.

─ Me gusta los hoyuelos que se te forman al sonreír.

─ ¿En serio? Yo los odio ─ contestó de inmediato.

─ Yo odio mi sonrisa.

─ ¿Bromeas? Es la sonrisa más tierna que he visto.

─ Claro que no.

─ Derretirías a un chocolate ─ bromeó.

─ Idiota ─ reí.

El rió junto a mí y luego nos quedamos en silencio.

Nos fuimos desviando del juego haciéndonos bromas y hablando estupideces hasta que continuamos.

─ Te reto a algo ─ dijo en un susurro.

─ Depende ─ le respondí en su mismo tono de voz.

─ Digamos secretos, solo eso. Es una buena forma de conocernos ─ dijo intentando convencerme.

─ Está bien ─ sonreí.

─ Tú partes ─ se adelantó.

Sabía que no me estaba mirando, pero aún así entrecerré mis ojos pensando.

─ Le temo a la oscuridad ─ susurré sin pensar ¡¿Por qué demonios dije algo tan estúpido?!

Él rió despacio y se acomodó.

Eres Mío! Imbécil |Lutteo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora