Maratón 2/2
Me quedé en silencio un momento, analizando su pregunta para luego mirarlo.
─ No ─ respondí sincera ─ en campamentos nunca he tenido algo con alguien y afuera todo es diferente.
─ ¿Sí?
─ Sí, pero en este momento no hay nadie ni aquí, ni afuera.
Él se volteó mirándome de frente y yo hice lo mismo, quizás no nos veíamos, pero sabíamos que estábamos cerca.
─ ¿Y tú?
─ No ─ respondió haciendo que me percatara de que estábamos muy cerca, quizás demasiado, pero no me sentí insegura y no corrí hacia ningún lado.
─ Te toca ─ continuó Matteo.
─ Bueno a ver... ¿Qué no te gusta recordar? ─ Pregunté intentando encontrar sus ojos entre la oscuridad.
Él se quedó en silencio unos segundos para luego responderme con complicación.
─ Las peleas con mi padre, sí, definitivamente odio recordar aquellos tiempos.
Suspiré, ahora venían los secretos.
─ No sé qué secreto decirte.
─ Está bien, yo empiezo ─ se ofreció.
─ Bien, dime un secreto.
─ Pienso que tu mirada es tentadora ─ dijo con un tono de voz grave y bajo.
Mi estómago se apretó, agradecí que todo estuviese oscuro.
─ ¿Por qué piensas eso?
─ No sé, tu mirada tiene varias facetas. Cuando estás enojada es oscura, cuando lloras se ponen de un color verde muy especial y cuando sonríes... En realidad ─ Hizo una pausa ─ Nunca me he fijado en el color de tus ojos cuando sonríes, creo que tu sonrisa me distrae.
Sonreí en silencio, aunque sabía que no me veía.
─ ¿Me toca?
─ Sí.
─ Me gusta los hoyuelos que se te forman al sonreír.
─ ¿En serio? Yo los odio ─ contestó de inmediato.
─ Yo odio mi sonrisa.
─ ¿Bromeas? Es la sonrisa más tierna que he visto.
─ Claro que no.
─ Derretirías a un chocolate ─ bromeó.
─ Idiota ─ reí.
El rió junto a mí y luego nos quedamos en silencio.
Nos fuimos desviando del juego haciéndonos bromas y hablando estupideces hasta que continuamos.
─ Te reto a algo ─ dijo en un susurro.
─ Depende ─ le respondí en su mismo tono de voz.
─ Digamos secretos, solo eso. Es una buena forma de conocernos ─ dijo intentando convencerme.
─ Está bien ─ sonreí.
─ Tú partes ─ se adelantó.
Sabía que no me estaba mirando, pero aún así entrecerré mis ojos pensando.
─ Le temo a la oscuridad ─ susurré sin pensar ¡¿Por qué demonios dije algo tan estúpido?!
Él rió despacio y se acomodó.
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Eres Mío! Imbécil |Lutteo|
Teen Fiction-Imbécil. -Insoportable. -Idiota. -Consentida. -¡Déjame en paz! -Admite que te encanta discutir conmigo. -Lo único que me encantaría relacionado contigo es que desparecieras. Luna y Matteo. ¿Por qué se odian? ¿Por qué se quieren? ¿Por qué no pue...