LUNA VALENTE
Seguí a Matteo como él lo dijo, atravesamos el patio central hasta llegar a la cancha enorme en donde jugaban fútbol americano, luego se detuvo frente al gran portón de la cancha, lo analizó unos segundos y la empujó, pero no consiguió nada.
─ ¿Qué tratas de hacer? ─ pregunté confundida.
─ ¿Entrar? ─ comentó sarcástico.
─ Es imposible, está cerrado y...
El sonido del portón me interrumpió, Matteo lo había abierto.
─ Pero...
─ Shhh... ─ susurró él dándome la mano ya arrastrándome hacia adentro.
─ Conozco esta cancha al revés y al derecho ─ me dijo sonriente.
Caminamos a través de la cancha hasta llegar al otro extremo quedando frente a un muro.
─ ¿Por qué estamos aquí? ─ Pregunté aún más confundida, ya que, si atravesábamos ese muro, pasábamos a un lugar que sólo tenía una reja para salir del campamento territorio prohibido.
─ Hay que saltar ese muro.
─ No ─ dije dando un paso atrás ─ nos expulsarán del campamento, estamos saliendo.
─ No saldremos ─ aseguró.
─ Aun así es arriesgado ─ dije aterrada.
Ya podía imaginar a mi madre gritándome porque me habían expulsado del campamento.
─ ¿Y? hay que arriesgarse ─ sonrió seguro.
Nos quedamos mirando en silencio, definitivamente no me iba a convencer, no quería arriesgarme para que luego me expulsaran del único lugar que me recibía en vacaciones de verano. No, no y No.
......
─ No puedo creer que me hayas convencido de esto ─ comenté seria.
Él estaba con sus dos manos juntas y yo puse mi pie en ellas, él me levantó con agilidad hasta que quedé sentada arriba de la muralla.
─ ¿Pretendes que salte? ─ pregunté mirando hacia abajo.
─ Sí ─ sonrió inocente.
─ Estás loco, no lo haré.
─ Entonces no te muevas de ahí.
Levantó sus manos mientras estaba en la punta de sus pies y con agilidad se subió a la muralla haciendo que los músculos de sus brazos se marcaran y su espalda se hiciera más grande de lo normal. Quedó sentado a mi lado en la muralla y luego saltó hacia el otro lado del muro como si hacerlo fuera lo más fácil del mundo.
─ No es muy alto, salta ─ me miró desde abajo.
Negué con la cabeza con una sonrisa. Él sonrió con una ceja levantada y estiró sus brazos.
─ Vamos, yo te atraparé.
─ No, estás loco. Me romperé una pierna.
─ Luna, no dejaré que caigas ─ aseguró.
─ No te creo, tú quieres matarme ─ entrecerré mis ojos.
─ Confía en mí ─ contestó estirando sus manos y tocando mis canillas.
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Eres Mío! Imbécil |Lutteo|
Teen Fiction-Imbécil. -Insoportable. -Idiota. -Consentida. -¡Déjame en paz! -Admite que te encanta discutir conmigo. -Lo único que me encantaría relacionado contigo es que desparecieras. Luna y Matteo. ¿Por qué se odian? ¿Por qué se quieren? ¿Por qué no pue...