Capitulo 12

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Aquí se viene lo bueno...

Y así fue como todas las miradas se fijaron en mí.

─ Vamos Luna, no creo que quieras que todo tu grupo sea sancionado solo porque tu no quieres participar ─ dijo Sam.

La fulminé con la mirada y luego miré a los chicos con cara de cachorro con hambre, era capaz de pasarle la lengua al piso en vez de estar amarrada a Matteo. Ellos me ignoraron completamente, era obvio que no querían ser sancionados.

─ Yo puedo cambiarme por Luna, si quiere ─ se entrometió Ámbar.

─ Sí ─ dije de inmediato.

─ No ─ gruñó Sam ─ Luna ¿Sanción o actividad? Tú eliges.

Sanción pensé.

─ Actividad ─ dije de mala gana y estiré mi brazo izquierdo.

─ ¡¿Qué?! Yo no quiero tener amarrada mi mano derecha ─ gruñó Matteo mirando a Sam.

─ Todas las mujeres están esposadas de la mano izquierda ─ dijo mirándolo seria.

Matteo desvió su mirada para comprobar y así fue, todos los hombres amarrados de la muñeca derecha y las mujeres de la izquierda. Reí victoriosa y él me miró mal.

Nos esposaron y luego esposaron a Ámbar y a Simón, ella gruñó furiosa y él fue indiferente, Simón no se lleva mal con nadie.

─ Bueno chicos nos vemos el lunes ─ dijo sonriendo satisfecha.

─ Espero ─ la detuvo Ramiro, ella volteó a mirarlo ─ ¿Cómo dormiremos? ¿Cómo nos bañaremos o entraremos al baño?

─ Piensen, reflexionen y en equipo todo se puede. Ahora no son dos personas diferentes, son una sola y ya no piensan en sí mismos, ahora aprenderán a pensar en el otro.

Entrecerré mis ojos y me senté olvidando que estaba amarrada a Matteo.

─ ¡Auch! ─ se quejó sentándose a mi costado.

Lo ignoré por completo.

Sam se fue y todos nos quedamos mirando sin saber qué hacer.

─ ¿Y ahora qué? ─ preguntó Matteo mirándonos.

─ Es temprano ─ comentó Simón riendo.

Ámbar sonrió y luego puso su mano derecha en su cabeza como diciendo "Dios, con lo que tengo que convivir"

─ Vamos a desayunar ─ propuso Ramiro.

Todos asintieron excepto Matteo que se quedó sentado y yo me puse de pie. Todos salieron, pero él seguía sentado.

─ Ponte de pie ─ fruncí el ceño.

─ No quiero realizar esta actividad ─ dijo frío.

─ Yo tampoco, pero los chicos no quieren ser sancionados y no voy a hacer que hagan algo que no quieren.

─ Ellos hacen algo que tú no quieres.

─ Es solo una actividad.

─ Tú y yo no nos llevamos bien.

─ Si cedes en algunas cosas no nos llevaremos mal.

─ Ya nos llevamos mal ─ entrecerró sus ojos confundido.

─ Nos llevamos muy mal, hay diferentes niveles ─ tiré de su muñeca con la mía.

─ Está bien ─ gruñó furioso ─ ¡Auch! ¡No me tires!

Eres Mío! Imbécil |Lutteo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora