— Me enamoré de un idiota —Respondió dolida y enfadada a la vez. No entendí mucho la situación, pero al instante supe que se trataba de Ramiro.
— Tranquila Celeste — Dije separándola un poco de mí — cuéntame ¿Qué pasó?
Celeste se sentó en la cama y yo la imité sentándome en frente de ella. Iba a comenzar a hablar y tocaron la puerta, me puse de pie y me encontré con Nina enojada e histérica.
—¡Celeste! ¡¿Qué diablos te hizo Ramiro?! La miré tratando de analizar la situación, acabo de despertar y aquí se desató un caos.
─ Nina cálmate ─ respondí molesta y cerrando nuevamente la puerta.
Ella me observó silenciosa y se sentó a un lado de Celeste y yo en frente de las dos.
— Ahora si ¿Qué pasó? —Pregunté prestándole atención a una destruida Celeste.
— Bueno, ustedes sabían que Ramiro y yo estábamos en una situación complicada, ya que él estaba confundido y quería pensar — Nos contó y ambas asentimos —El tema es que me había dicho que no existía ninguna chica más que yo y sus sentimientos eran sólo míos y hace un rato fui a ver si quedaba desayuno y me encontré con Ramiro y una chica besándose afuera de la cafetería — Contó mientras lágrimas recorrían sus mejillas.
Era muy triste ver a Celeste así porque es tan inocente y tiene tan lindos sentimientos y buenas intenciones que a Nina y a mí nos dan ganas de matar a cualquier idiota que la dañe. Nunca la habíamos visto derramar lágrimas por alguien y esto era el infierno para nosotras.
─ ¿Él te vió? ─ preguntó Nina destruyendo el incómodo silencio.
─ Sí, pero no dijo nada y yo menos.
─ ¿No hizo nada? ─ abrí los ojos como platos.
— Soltó a la chica de inmediato, iba a acercarse a mí con esos malditos ojos culpables, pero yo sólo reaccioné a ignorarlo y salir casi corriendo de la cafetería —Suspiró —Dios, que vergüenza.
— Es un imbécil, un desconsiderado ¿Qué se cree? ¿Acaso creerá que puede tener a las chicas que quiera? Idiota, ya las pagará — Gruñía Nina muy molesta.
— Solo tienes que estar tranquila Celeste —Dije intentando de alivianar la situación.
Junto a Nina prometimos que trataríamos de no matar a Ramiro.
Estuvimos bastante rato conversando hasta que logramos hacer sonreír a Celeste, era un logro. Por la expresión de su rostro podría jurar que ya no volvería a sonreír más.
........
Mis amigas me acompañaron a ducharme y luego a vestirme. Les conté lo de Matteo, ambas se quedaron en plan ¿Qué demonios tu bipolaridad? Pero, al fin y al cabo, me entendían.
— Celeste —Escuchamos las tres sentadas en el césped, Nina y yo dimos vuelta la cabeza como el exorcista, definitivamente si Celeste nos hubiese dicho "Lo odio, hagamos su vida miserable" Ramiro estaría muerto, pero como es tan jodidamente buena lo único que dijo fue "No hagan nada ni tampoco le digan algo, solo quiero poder aclarar las cosas con él".
Ramiro se acercó considerablemente a nosotras mientras Celeste se ponía de pie en frente de él.
—¿Podemos conversar? — Preguntó Ramiro haciéndose la victima y mirándonos para que Nina y yo nos fuéramos.
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Eres Mío! Imbécil |Lutteo|
Teen Fiction-Imbécil. -Insoportable. -Idiota. -Consentida. -¡Déjame en paz! -Admite que te encanta discutir conmigo. -Lo único que me encantaría relacionado contigo es que desparecieras. Luna y Matteo. ¿Por qué se odian? ¿Por qué se quieren? ¿Por qué no pue...