*Antes que todo quiero decir que en este capítulo se viene una conversación Lutteo, pero no tan linda como se la esperan. Ustedes saben este par de boludos siempre pelean*
Matteo sonrió de medio lado mirando a Alfred.
─ Está bien Luna, puedes volver a tu cabaña y desde ahora te tendré en las bancas para que defiendas a los demás ─ Bromeó Alfred.
Reí mirándolo y me puse de pie.
Salí de la oficina y caminé por un pasillo lleno de casilleros, había una puerta abierta, todos estaban cambiándose de ropa y lo único que hice fue caminar rápido.
─ ¡Ídola! ─ me gritaron desde adentro.
Solté una sonora carcajada.
Subí por una escalera y salí al patio central.
MATTEO BALSANO
─ Intenta no hacerla enojar ─ me dijo Alfred sonriendo.
─ Nos odiamos ─ contesté de inmediato.
─ Pero te defendió o quizás que más hubiese hecho ese chico contigo.
─ Pero Alfred ¡Está loca! ¡Le quemó el casco! ─ lo miré.
─ ¿Y? ─ se encogió de hombros.
─ ¿Y qué pasa si tu no hubieses llegado a tiempo y ese idiota le hace algo? ¡Alfred yo estaba en el suelo! ─ Espeté enojado.
─ ¿No qué la odias?
─ Sí, la odio.
─ Entonces ¿qué te preocupa? ─ me mira divertido.
─ No se... ─ respondí bajando la voz.
Él soltó una carcajada.
─ Está bien idiota, hoy fue un gran juego, sigue así ─ dijo en tono burlón.
Me puse de pie y corrí en busca de Luna para hablarle, por suerte la encontré al subir la escalera.
─ ¡Luna! Espera... ─ La llamé acercándome y haciendo que se detuviera. Ella volteó a mirarme.
─ ¿Qué? ─ respondió indiferente.
Tan bonita y tan antipática.
─ ¿Por qué hiciste todo eso?
─ Porque soy una buena persona ─ respondió sonriendo irónica.
─ Estoy hablando enserio ─ la miré.
─ Yo también ─ me dijo.
─ Sabes que no fue solo por eso.
─ Ese chico iba a matarte ─ fijó su mirada en la mía poniendo una mano en su cadera.
─ ¿Y? Tú me odias ¿no es mejor verme muerto?
─ Por eso te digo, lo hice de buena persona ─ respondió fría.
─ Bueno, no lo vuelvas a hacer ─ dije irritado, ese tono frío y seco me sacaba de quicio.
─ No lo volvería a hacer de todas maneras ─ le restó importancia.
─ No necesito tu ayuda, ni que me defiendas.
Ella entrecerró los ojos.
─ Deberías darme las gracias ─ se molestó.
─ ¿Las gracias? Tenía todo bajo control.
─ Claro, desde el suelo como no ─ rió irónica.
ESTÁS LEYENDO
Eres Mío! Imbécil |Lutteo|
Teen Fiction-Imbécil. -Insoportable. -Idiota. -Consentida. -¡Déjame en paz! -Admite que te encanta discutir conmigo. -Lo único que me encantaría relacionado contigo es que desparecieras. Luna y Matteo. ¿Por qué se odian? ¿Por qué se quieren? ¿Por qué no pue...