Ambas me abrazaron felices, y yo también estaba contenta de verlas de nuevo.
-¿Cómo estás?- me preguntó Celeste- Te estábamos buscando por todas partes, esto es un caos, hay muchas personas.
-Estoy bien- reí.
-¡Espero que nos toque juntas nuevamente!-Dijo Nina tomándome del brazo.
Nina y Celeste, las conocí cuando recién había llegado a este campamento, ambas fueron muy amables en la cabaña y me hicieron sentir en confianza enseguida.
Celeste, cabello castaño oscuro, ojos miel y pecosa. Su personalidad es algo parecida a la mía, es extrovertida y muy sociable, entrega amor y paz por doquier, y realmente no tiene nada de tímida.
Nina, cabello negro y de ojos azules. Es una chica muy tierna, demasiado para mi gusto, pero de todos modos la quiero mucho. Es más callada y algo tímida, pero cuando toma confianza puede hablar todo el día para que no te aburras a su lado.
Simón tosió a mi lado y reaccione a presentarlo.
-El es Simón, un amigo- se los presenté a mis amigas con una sonrisa.
Ambas lo saludaron y como siempre, Celeste comenzó a preguntarle de todo, dónde vivía, con quién vivía, por qué estaba ahí, desde cuando asiste a campamentos, entre otras cosas que también me preguntó a mí cuando nos hicimos amigas.
Estábamos conversando cuando de pronto sonó un parlante enorme con un silbido que hizo que todos nos cubriéramos las orejas.
Estábamos conversando cuando de pronto sonó un parlante enorme con un silbido que hizo que todos nos cubriéramos las orejas.
— Lo siento —Dijo una campista hablando por el micrófono —Bueno, ya que han llegado todos los buses, a continuación elegiremos a las personas que convivirán en cada cabaña. El lema de éste año es "Aprender a aceptarnos".
Nunca habían cambiado el lema, ya que siempre era algo así como "Respeto ante todo" aunque pocos lo tomaban en serio.
-Esta bien- continuó y sacó una hoja.
Comenzó a dar nombres, ocho personas para cada cabaña mientras yo cruzaba mis dedos para que me tocara con mis amigas o por último con Simón.
Las personas nombradas fueron alejándose a sus cabañas, hasta que se fue vaciando un poco.
-Cabaña 30, Luna Valente- Apreté el brazo de Simón- Celeste Rodríguez, Nina Simonetti, Ámbar Smith.
Mi cara se deformó y mis amigas me miraron sorprendidas al igual que yo. ¡¿Ámbar?! ¡¿En serio?!
-Simón Alvarez- él me sonrió en silencio- Gastón Perida, Ramiro Ponce y ...
-Bien, mis hermanos- sonrió Simón.
-y... Matteo Balsano.
Mi rostro nuevamente se desencajó y mis amigas me miraron asustadas por la reacción que podía tener ¿Matteo? ¿enserio?.
-Excelente, mis tres chicos- dijo Simón relajado y jalándome del brazo para caminar hacia la cabaña.
-Luna ¿estás...?- habló mi amiga.
-Cállate Celeste- la fulminé con la mirada y respiré profundo.
Al llegar a la cabaña, llegué silenciosa. Conocía a todos menos a Ramiro y a Gastón. Afuera de nuestra cabaña había una campista que nos dió la bienvenida y nos abrió la puerta, nos pasó ocho llaves y nos indicó que podíamos entrar.
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Eres Mío! Imbécil |Lutteo|
Teen Fiction-Imbécil. -Insoportable. -Idiota. -Consentida. -¡Déjame en paz! -Admite que te encanta discutir conmigo. -Lo único que me encantaría relacionado contigo es que desparecieras. Luna y Matteo. ¿Por qué se odian? ¿Por qué se quieren? ¿Por qué no pue...