Al día siguiente, Ashby y yo nos reunimos en nuestro despacho para comenzar a cerrar el diseño de los pisos. Había demasiado que hacer, y muy poco tiempo para ello. Así pues, nos repartimos el trabajo tanto como pudimos.
-Creo que nos tocará quedarnos hasta tarde -habló Ashby, que jugaba con su bolígrafo, aburrido de tanto plano y tecnicismo y al mismo tiempo abrumado por la cantidad de trabajo por delante.
-Será mejor que nos pongamos cómodos -respondí sin apartar la vista de mi ordenador. Verdaderamente iba a ser un día muy largo.
Se hizo el silencio, y cinco minutos después pude ver a Ashby mirándome de reojo tras su pantalla.
-¿Qué ocurre? -pregunté.
-Nada... es sólo... -comenzó a hablar. Parecía que había dejado a un lado la timidez durante estos días, pero en ese momento parecía nervioso-. Esta noche, hay feria en mi barrio. Había pensado que... tal vez... podríamos ir a cenar después de trabajar...
Le miré, y no pude evitar esbozar una sonrisa. Sus ojos evitaban los míos, y sus mejillas se habían tornado rojizas. Era imposible que tanta dulzura residiese sólo en una persona.
-Me parece perfecto -sonreí amable.
Su cara se iluminó y sus ojos se abrieron como platos. Aquella sensación, tan parecida a hacer sonreír a un niño con un caramelo, resultaba altamente gratificante.
Dos golpes en la puerta interrumpieron el momento.
Ashby se aclaró la garganta y acomodándose en su silla habló:
-Adelante.
La puerta se abrió de inmediato, y aquel pelo castaño despeinado del día anterior acompañado por esos ojos grises intensos me nubló la visita. Mi sexy y pasional jefe el Sr.Dixon.
Su mirada se dirigió inmediatamente a Ashby, que parecía intimidado por su presencia. Probablemente pensase que se había metido en un lío.
-Sr. Scott, el departamento de ingeniería me ha informado de que hay problemas con la estructura de uno de los edificios y necesitan su ayuda para solucionarlo -habló, con su tono serio e intimidante.
-Estaba al tanto pero me dijeron que no necesitaban mi ayuda -respondió Ashby confundido.
El Sr. Dixon se limitó a mirarle autoritariamente. Una mirada que sirvió para que Ashby se levantase inmediatamente de su sitio y cogiese su abrigo negro del respaldo de su silla.
-Gracias por avisar Sr. Dixon -dijo antes de salir por la puerta. Creí haber escuchado un fuerte suspiro de alivio al otro lado de la puerta. Parecía que Ashby no se sentía nada cómodo al lado del Sr.Dixon.
En cuanto Ashby hubo abandonado el despacho, el Sr. Dixon bloqueó la puerta y se dirigió a los ventanales y cerró las persianas metálicas, dejando apenas un ápice de luz en el lugar.
Finalmente, posó sus oscuros ojos en mí, y tras quitarse la chaqueta negra de su traje, la cual dejó sobre la mesa de Ashby, apoyó sus manos sobre mi escritorio, permitiéndome así inhalar su esencia.
-Creo que teníamos un trabajo pendiente Srta. Ross -habló marcando delicadamente cada una de sus palabras.
Sonreí y me levanté de mi silla, moviendo mis caderas al andar, acercándome despacio, saboreando cada minuto de la situación. Mentiría si no dijese que había pasado toda la noche fantaseando con este momento. No había nada en este mundo que tirase de mí con tanta fuerza magnética como él.
Comenzó a aflojarse su corbata, con sus ojos fijos en cada uno de mis movimientos.
Me encontraba a tan sólo unos centímetros de él, y aprovechando la cercanía le susurré al oído:
-Empecemos.
Aquella palabra funcionó como un detonador, agarró mi cintura entre sus manos y me besó apasionadamente. Su agarre bajando hacia mi trasero y mis manos agarrándole del pelo. Le necesitaba aquí y ahora, no podía dejarle escapar. Bajé mi mano y palpé su pecho firme y marcado tras su camisa blanca. Separó su boca de mi durante unos segundos para quitarse la corbata, y continuó besándome por el cuello. Sentía su aliento, su saliva, sus dientes. Me estaba volviendo loca.
Comencé a desabotonar su camisa, mientras sentía el tacto de su mano caliente introducirse bajo la falda de mi vestido, rozando mi piel desnuda. Aquel calor que contrastaba con el frío de su reloj.
Finalmente terminé de desabrochar su camisa y la retiré, dejando su pecho desnudo al descubierto. Y comencé a besarlo, mientras me desabrochaba la cremallera del vestido rojo que había decidido llevar aquel día, y lo dejaba caer sobre mis pies, dejándome en ropa interior.
Había comenzado a desabrochar su cinturón cuando él introdujo su mano en mi tanga, con sus dedos tocando mi clítoris haciendo círculos.
-Parece que tenemos una inundación -susurró a mi oído divertido mordiéndome la oreja.
Me estaba matando de placer. Retiré su cinturón y desabroché su pantalón, dejándolo caer al suelo, junto con sus calzoncillos negros, liberando así su miembro erecto, el cuál tenía tantas ganas de sentir dentro de mi.
Paró de tocarme y se quitó los zapatos y salió y de los pantalones. Yo estaba apunto de quitarme los míos cuando me agarró la mano.
-No te quites los tacones -dijo besándome y sentándome sobre mi escritorio.
Tras ello sacó mi vestido de entre mis piernas, me quitó la ropa interior y cogió un preservativo de su bolsillo. Me quedé observándole mientras se lo ponía. Cada segundo que pasaba era un suplicio. Quería tenerle, ya.
Finalmente se acercó a mí, colocándose entre mis piernas, y mientras metía su lengua en mi boca, introdujo su pene en mi vagina y comenzó a moverse.
Me moría literalmente de placer con cada embestida, con su boca mordiendo mi cuello, y sus manos agarrando mi pecho y mis nalgas.
Posé mi mano en su trasero, atrayéndolo más a mi, y la otra agarraba con firmeza su espalda. Probablemente le estaba arañando, pero no importaba, tenía que dejar salir tanto placer.
-Me pones demasiado Gea -me susurró al oído mientras gemía.
Finalmente me dejé llevar, y justo después él conmigo.
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Cuarto capítulo! ¿Qué os ha parecido? ¿Hay algo que queráis leer en el próximo capítulo? Muchas gracias a todos por leer :)
- G.Bo
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Killing Gea (hot)
RomanceTras aquella traumática noche, Gea Ross decide que nunca debe confiar en los hombres de nuevo. Se niega a sí misma cualquier sentimiento hacia ellos, excepto el más puro placer sexual. Sus muros se tambalearán cuando conozca a Levi, Ashby y William...