Tiré de la corbata de Will hasta mi apartamento. Una vez estuvimos dentro, cerré la puerta y le empujé contra ella, acercándome a él con impaciencia y besándole. Por el sabor mentolado de su boca, deduje que hacía escaso tiempo había estado mascando chicle. Delicioso.
Con mis manos diestras, le quité la chaqueta de traje negra que llevaba puesta, probablemente había venido directamente desde el trabajo.
Comenzó a mordisquear mi oreja, y bajó besándome hacia mi cuello. Aquello era una perfecta distracción de la tarea que llevaba a cabo, tratar de desabotonar su camisa.
Justo cuando terminé de desabotonar su camisa y antes de que pudiese quitársela y lanzarla sobre el sofá, me paró las manos y me giró. Mediante besos y caricias, colocó mi largo pelo sobre mi hombro y bajó la cremallera de mi vestido, dejándome tan sólo con un conjunto de ropa interior negra y mis zapatos de salón a juego.
El verme en ropa interior, frente a aquel atractivo hombre, no me hizo sentir frágil, si no todo lo contrario, poderosa. Le besé con pasión y le quité la camisa.
Tras ello, desabroché sus pantalones y se los bajé. Dejándole como estaba yo, en ropa interior.
Saliendo de sus pantalones, me agarró del trasero y me llevó en brazos hacía la barra de la cocina.
Allí se quitó los boxers, dejándome ver su apetitoso miembro en todo su esplendor. No pude evitar morderme el labio.
–Te veo con ganas –me dijo al oído y desabrochó mi sujetador, dejando mis pechos al descubierto.
Comenzó a hacer círculos con los dedos en mis pezones y tras ello los mordisqueó suavemente. Mis piernas comenzaban a sentirse de gelatina, y el calor me hacía respirar con fuerza.
Me acercó hacia la barra y me tumbó boca abajo sobre ella, dejando tan sólo mis piernas fuera, sosteniéndose en los tacones que de ninguna manera me dejaría quitarme.
No podía verle, pero sentí sus manos masajear con pasión mi culo, y tras ello mi sexo.
Me quitó con fuerza el tanga y continuó masajeándome. Metió su dedo en mi vagina, y tras ello lo acercó a mi boca.
–Estás muy mojada Gea –metió su dedo en mi boca y tras ello lo metió en la suya–. Delicioso, ¿verdad?
No me había dado tiempo a contestar cuando hubo metido su pene dentro de mí. Gemí, aquella sensación era maravillosa.
Se movía con delicadeza, haciéndome perder el control.
Volvió a masajearme el trasero mientras movía su miembro dentro de mí. Para mi sorpresa, introdujo con cuidado el dedo que anteriormente ambos habíamos chupado dentro de mi ano. Y aunque pudiese parecer molesto, sólo provocó que le desease más. Estaba apunto de dejarme llevar.
Comenzó a embestirme más fuerte, y antes de que pudiese llegar a la tercera embestida me dejé llevar. No pude aguantar más.
Seguidamente, le escuché gemir y sacó su dedo de mí. Había terminado.
Nos volvimos a poner la ropa interior, y nos sentamos en mi sofá mientras disfrutábamos de un par de copas de vino.
Hablábamos de cosas banales, sin importancia. Me tranquilizaba la presencia de Will, al fin y al cabo, era la única persona con la que no necesitaba mantener una conversación importante. No necesitaba sus palabras, porque ya me había hecho adicta a sus labios, los cuales nunca era capaz de dejar de morder.
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Buenos días a todos! Disculpadme la tardanza al actualizar, pero estoy pasando por una época complicada y me cuesta sentirme inspirada para escribir.
Espero que disfrutéis del capítulo, ésta vez un poco subido de tono jaja.
Un besazo a todos y muchísimas gracias por vuestras lecturas. No olvidéis votar y comentar, me encanta leeros :)
-G.Bo
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Killing Gea (hot)
RomanceTras aquella traumática noche, Gea Ross decide que nunca debe confiar en los hombres de nuevo. Se niega a sí misma cualquier sentimiento hacia ellos, excepto el más puro placer sexual. Sus muros se tambalearán cuando conozca a Levi, Ashby y William...