Seguí a Levi por el pasillo y bajamos al garaje. Allí se encontraba su bien cuidada moto.
-¿A dónde vamos? -pregunté-. No debería volver tarde tenemos mucho trabajo por hacer.
-No te preocupes, estaremos aquí en dos horas a muy tardar -respondió y me tendió un casco con una sonrisa.
Me subí junto a él en la motocicleta y condujo hasta un restaurante a diez minutos de la oficina cuya fachada era espectacular. La pizarra negra junto con los cristales, le aportaba un aspecto muy glamuroso.
Aparcó la moto en la entrada y cuando bajamos de ella me dio la mano cortésmente. Aquel día había cambiado el traje por unos vaqueros y una americana, un atuendo que le hacía ver mucho más atractivo si es que eso era posible.
-Buenas tardes Sr. Hawthorn -saludó un camarero de esmoquin en la entrada-. Permítanme que les indique su mesa.
Sin soltar la mano de Levi, nos dirigimos a la mesa para dos que se encontraba al fondo del restaurante. Cabe recalcar, que si la fachada era elegante, el interior lo era aún más. El negro de la pizarra se compenetraba a la perfección con toques de color champán, una mezcla muy sofisticada.
Levi separó la silla de la mesa y me indicó amablemente que me sentara. Tras ello, se colocó en la silla de enfrente.
-Muchas gracias por aceptar comer conmigo hoy Gea, pensé que te había asustado por completo -dijo pensando en sus palabras, sin apartar sus ojos de mí-. Estás preciosa.
Se me iluminó una bombilla en mi cabeza, supe que la mejor manera de hacer ver a Ashby que no soy buena para él era siguiéndole el rollo a Levi, así podría pasar página y buscar a alguien que se adecuase más a él.
-Es todo un halago viniendo de un hombre como tú Levi -le sonreí juguetona.
Pedimos una botella de vino y unos tentempiés del más delicado paté que había, y probablemente el más caro, era difícil saberlo teniendo en cuenta que el precio no salía en la carta.
-Dijiste que podía preguntarte cualquier cosa -comencé a hablar tras darle un sorbo al vino.
Asintió con una sonrisa. No sé si era la luz, pero Levi estaba aquél día más guapo que nunca.
-El otro día en la cena, dijiste que tu vida era fácil y aburrida, ¿por qué dijiste eso? -pregunté.
-Mi familia siempre tuvo dinero, se dedicaban al negocio de la climatización, por lo que tenían una estrecha relación con los Dixon. Yo era un chico vago, que había abandonado los estudios a una temprana edad, así que mis padres me obligaron a trabajar. No necesité buscar trabajo, ya que mis padres hablaron con el Sr. Dixon y él me metió de ayudante en su empresa. Me enseñó la profesión y acabé quedándome. En cuanto a mi vida amorosa, nunca he tenido una relación que haya durado más de un mes. No he sabido esforzarme ni luchar nunca por nada ni nadie y aún así la vida me ha dado todo lo que he necesitado hasta ahora -respondió.
-¿Qué ha cambiado? -me sentí curiosa.
-Hace un mes, mi cuñado murió en un accidente de tráfico y mi hermana se quedó sola cuidando de sus dos hijos. La he estado ayudando desde entonces con ellos, y me he dado cuenta de que toman cada una de mis acciones como ejemplo para ellos mismos, y sinceramente, no soy el mejor modelo a seguir. Pero quiero serlo, quiero que me vean luchar por algo y que sepan que han de luchar por una vida mejor. Y para ello tengo que cambiar todos los aspectos de mi vida.
-¿Y cual es mi papel en todo esto?
-Al principio me llamaste la atención por tu físico, no voy a negarlo -puso una sonrisa divertida-. Pero cuando me rechazaste, me di cuenta de que era el momento de luchar por alguien. En un principio pensé que eras como yo, un alma libre yendo de flor en flor, y luego me fijé en la cicatriz en tu brazo y supuse que había algo más detrás.
Me tensé al escuchar aquella mención sobre mi cicatriz.
-No, no Gea -su expresión cambió a una preocupada y me agarró la mano con suavidad-. No quiero que hablemos al respecto. No quiero hacerte sentir como te hice sentir la otra noche.
Eso me tranquilizó, no quería, bajo ninguna circunstancia, tener que hablar sobre lo ocurrido la noche en que todo cambió.
-No quiero que pongas todas tus esperanzas en que yo vaya a suponer un cambio en tu vida Levi -comencé a hablar mientras acariciaba su mano-. No puedo, ni quiero, amar a nadie. Creo que eres un hombre atractivo y agradable, y muy bueno, ya que todo lo que haces por tus sobrinos es admirable, pero yo no puedo asumir riesgos.
-Y no puedo obligarte a hacerlo -sonrió-. Yo no puedo evitar las ganas locas de besarte cuando te miro, pero no quiero llevarte a hacer nada que no quieras hacer.
Le miré a aquellos preciosos ojos azules y yo también sentí la necesidad de besarle. Me acerqué más a él y, acariciando su rubia barba, le besé, dejando de escuchar la música de ambiente, el tintineo de los cubiertos, olvidándome de todo.
Simplemente guiándome por la necesidad de mi cuerpo, como había hecho hasta ahora.
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Hola! Espero que estéis teniendo una semana genial.
¿Qué os va pareciendo la historia? De nuevo muchas gracias a todos! No olvidéis votar y dar vuestra opinión :)
Un beso!
-G.Bo
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Killing Gea (hot)
RomanceTras aquella traumática noche, Gea Ross decide que nunca debe confiar en los hombres de nuevo. Se niega a sí misma cualquier sentimiento hacia ellos, excepto el más puro placer sexual. Sus muros se tambalearán cuando conozca a Levi, Ashby y William...