Capítulo 12

5.3K 323 19
                                    

Era lunes por la mañana. Me había tomado un café para desayunar, cosa de la que me hube arrepentido en seguida, ya que la cafeína no hacía más que ponerme más nerviosa.

No paraba de pensar en la vergüenza que sentiría al ver a Levi de nuevo, en que me miraría como si estuviese hecha de porcelana y me fuese a romper en cualquier momento.

Cogí mi bolso del armario de la entrada y salí por la puerta.

Por primera vez en mi vida conduje despacio hacia el trabajo, en cierto modo, una pequeña vocecilla en el fondo de mi cabeza me susurraba que diese la vuelta y me escondiese para siempre bajo mi cama. Pero no podía hacer eso, Gea Ross nunca se escondería de un hombre cualquiera.

Aparqué mi coche al lado del escarabajo de Ashby y me dirigí a mi despacho. Por los pasillos miraba de un lado a otro, esperando no toparme por casualidad con Levi.

En apenas dos minutos, que parecieron eternos, conseguí llegar a mi despacho. Ashby se encontraba peleándose con unos cuantos rollos de papel del tamaño de su cuerpo.

–Buenos días Ash, ¿necesitas ayuda? –pregunté con una sonrisa.

Su cabeza se asomó por encima de los rollos, con sus ojos de cachorro brillantes y sonrientes.

–¡Gea! –exclamó. No había nada más bello en el mundo que su entusiasmo–. Definitivamente podría usar una mano amiga.

Dejé mi bolso sobre mi mesa y me acerqué al montón de papeles  del escritorio de Ash. Comenzamos a desenrollar uno de ellos, cada uno tirando de un extremo. Una vez extendido, lo posamos sobre el escritorio, permitiéndonos ver claramente los planos de instalación antiguos de los edificios en los que trabajábamos.

–Será mejor que echemos un vistazo a todos los planos antes de las once, no podemos llegar tarde a la reunión –habló Ashby que resoplaba abrumado por la cantidad de papeles a su alrededor.

–¿Reunión? –pregunté-. ¿Con quién?

–Creo que se me olvidó comentártelo, perdona –puso una pequeña sonrisa a modo de disculpa, y su dulzura natural me hizo imposible sentirme molesta con él–. Tenemos que reunirnos con el Sr. Dixon y el Sr. Hawthorn a las once, al parecer quieren hablarnos de un proyecto nuevo.

–¿Con Levi? –exclamé horrorizada.

Había esperado no tener que verle en todo el día. Aquella noticia me presionaba el pecho y me cortaba la respiración.

–¿Ocurre algo Gea? –me preguntó Ashby preocupado, ignorando los planos y acercándose a mí–. ¿Pasó algo en la cita?

Yo no podía hablar. Me senté en mi silla, no podía mantenerme de pie ¿Qué me estaba pasando? Había sido una roca durante tanto tiempo, sin sentimientos, sin dudas… Yo sola, en mi propia y cómoda prisión, y ahora querían sacarme de ella y mostrarme un sol que cegaba mis ojos acostumbrados a la oscuridad.

–Te dije que era un capullo –se sentó sobre mi escritorio–. Adivino que sólo quería llevarte a su cama.

Negué con la cabeza y hablé en un susurro.

–Quería conocerme. Cree que hay algo especial en mi –me reí para mis adentros e inconscientemente pasé mi mano por la cicatriz de mi brazo–. Ya no queda nada especial en mi.

El miedo que recorría mi cuerpo, me hacía imposible moverme. Me sorprendí al notar el tacto de Ashby en mi brazo, en mi cicatriz.

–Yo… –Ashby comenzó a hablar, estaba nervioso–. No sé que es aquello tan horrible que te haya llevado a creer que no hay nada especial en ti pero… eres especial para mí.

Me sonrió levemente avergonzado, y aquella sonrisa junto con el tono sincero de sus palabras, me hizo recobrar la compostura. Me levanté de la silla y pasé mis brazos por su cuello envolviéndole en un abrazo. Aquel chico que se encontraba entre mis brazos, me hacía recobrar la fe en la humanidad y ver las cosas buenas de la vida. Sus gestos, su forma de actuar, su inocencia… Ashby me inspiraba y me invitaba a creer en un futuro mejor.

Sentí el ritmo de su corazón acelerarse, y su respiración hacerse más fuerte. Sabía que tenerme tan cerca le afectaba. Sabía que se moría de ganas de bajar sus manos hacía mi trasero, que probablemente había fantaseado con ello desde el día en que me conoció. Pero también sabía que Ashby nunca sería capaz de ello, y era aquella vergüenza y sexualidad reprimida la que me excitaba enormemente.

Le habría empujado sobre mi mesa y bajado los pantalones de un mordisco de no haber sido por mi conciencia, que no paraba de gritarme que tanta bondad como la de Ashby debía ser protegida.

_______________________________________

Buenos días a todos! Por fin subo nuevo capítulo :) Espero que os guste y disfrutéis de la vuelta de Ashby. 

¿Cuál es vuestro personaje favorito hasta el momento?

-G.Bo

Killing Gea (hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora