Dos horas más tarde, Axel paró el coche a un lado. Estábamos en un barrio cuyas casas tenían las ventanas tapadas con rejas y tablones, lo que me hacía llegar a la conclusión de que no era mucho mejor que el barrio en el que me había secuestrado.
–¿Dónde estamos? –pregunté cuando abrió la puerta de atrás y me agarró de la mano.
A pesar de ser mi secuestrador, su agarre era suave y delicado, me tranquilizaba pensar que sus intenciones no eran hacerme daño, tal vez podría conseguir sobrevivir hasta encontrar la forma de volver a casa.
–Scovill Avenue –respondió cerrando la puerta tras mi salida.
Notando su flojo agarre pensé en correr, pero llegué a la conclusión de que podría encontrarme con gente mucho peor que Axel en aquellas calles a esas horas de la noche.
Caminamos hacia la casa que se encontraba justo detrás nuestra. El jardín estaba abandonado, y desde luego aquel aspecto indicaba que no había vivido allí nadie en años.
Abrió la puerta con la mano que tenía libre y me ofreció amablemente que pasara. Olía a cerrado y a humedad, y la oscuridad me impedía ver el interior de la casa.
Axel cerró la puerta tras su paso, y con la linterna del móvil abrió el cuadro de luz y levantó los plomos. Finalmente, pulsó el interruptor y el salón se iluminó.
Aquel lugar parecía salido de los años 70. Era viejo, y destartalado, y el polvo se acumulaba en cada rincón de la estancia.
–Aquí me crié yo –explicó Axel con una media sonrisa.
Su confesión me sorprendió, ni siquiera en todos los años que estuvimos saliendo juntos me había hablado de su familia, y hoy parecía no querer ocultar nada al respecto.
–Siento que el lugar esté tan demacrado, espero poder darte algo mejor en el futuro –me besó la cabeza y me tensé ante su tacto. Tenerle tan cerca me daba escalofríos.
Narra Ashby
Cuando Will y yo bajamos al garaje, lo primero que hicimos fue comprobar que el mini de Gea no estaba, lo que nos llevaba a la conclusión de que verdaderamente había salido de la oficina aquel día.
Cogimos mi escarabajo y condujimos hasta casa de Gea.
–Axel sigue ahí fuera Ashby, podría hacerle daño –Will no paraba de darle vueltas al tema.
–Lo sé, lo siento –me disculpé, verdaderamente me sentía mal de haber permitido que Gea saliese sola aquella tarde. Sentía ganas de llorar. Si algo le ocurriese, habría sido mi culpa–. Yo... no lo pensé.
–Está bien, no es culpa tuya –me golpeó la espalda en un intento frustrado de consolarme–. Será mejor que mantengamos la calma.
A pesar de sus palabras, sabía que Will no mantenía la calma, y eso quedó demostrado cuando llegamos al edificio de Gea y abrió la puerta del coche aún en marcha.
–¡Cuidado! –le regañé frenando con fuerza.
–Vuelvo en seguida –se bajó corriendo y antes de que pudiera seguirle ya había entrado en el edificio.
Dejé el coche mal aparcado en la acera, no me sentía con ganas ni tiempo de maniobrar, y me dirigí tras él. Escuchaba a Will golpear la puerta de Gea desde la planta baja.
–¡Gea! ¿Estás ahí? ¡Abre la puerta! –golpeaba desesperado–. ¡Gea!
Cuando subí la planta me paré junto a él y bajé su brazo con la mano.
–No está aquí Will, ya habría respondido –dije tratando de no perder la compostura y al mismo tiempo tranquilizar a Will–. Vayamos a la fábrica, tal vez allí sepan algo de ella.
Asintió y sin pensárselo demasiado comenzó a bajar las escaleras de dos en dos.
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¡Buenas tardes! Siento no estar escribiendo con demasiada frecuencia últimamente, pero estoy teniendo una semana loca.
Qué opináis, ¿tardarán mucho Will y Ashby en encontrar a Gea? ¿Se unirá Levi a la búsqueda?
Muchas gracias por vuestros votos y comentarios, no dejéis de hacerlo!
Un beso,
–G.Bo
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Killing Gea (hot)
RomanceTras aquella traumática noche, Gea Ross decide que nunca debe confiar en los hombres de nuevo. Se niega a sí misma cualquier sentimiento hacia ellos, excepto el más puro placer sexual. Sus muros se tambalearán cuando conozca a Levi, Ashby y William...