Reina de la mafia 27

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Días después...
Estamos volviendo a nuestra casa en la ciudad a Tally ya le había aburrido no ver a sus amigos de la escuela, Maria tenía que presentar un examen y Hegel pues Hegel quería ver a sus novias.

Ahora que soy la reina voy a ordenar que mi familia esté protegida 24/7 todos los días del año sin excepción, yo me iría a Rusia pero no dejaré a mi familia desprotegida ya que aun tenemos enemigos.

Los enemigos en este trabajo es algo que nunca se agota, en especial los traficantes de personas que por cierto quieren verme a penas llegue, lógicamente no iré sola pero fingiré que si.

Al aterrizar un grupo de hombres se va con mi familia y otro viene conmigo, la víbora será quien inmovilizara a los hombres que estén custodiando la entrada a la reunión.

Me subo en la camioneta, Valentina se esta encargado de un receptor de llamadas o algo así para intervenir cualquier llamada que vayan a tener, incluso podrá intervenir sus radios.

Dos horas después me baje de la camioneta junto con Felipe, que saco unas jeringas con un líquido verdoso transparente, la reunión sería en una fábrica abandonada que no tenía electricidad.

Al llegar a la fábrica había solo dos hombres cuidando la entrada, mire a la víbora.

— Yo entrare y después tu te encargas de esos idiotas— asintió, se quedo escondido, yo caminé hacia la entrada.

— Tenemos que checar que no traiga armas y en caso de que las traiga debemos quitárselas— me dijo uno de ellos bloqueándome el paso cuando intente pasar.

— Mis armas son mi único seguro de vida en caso de que diga algo que tus jefes no quieran oír, así que las conservaré, ahora quítate de en medio por que estoy llegando tarde— el hombre miro a su compañero y este asintió, seguramente creyendo que no saldría viva de esta aun con mis armas.

Entre, al entrar en la fábrica todo estaba obscuro, encendí la linterna de mi celular y saque mi arma en caso de en ataque sorpresa, al llegar al centro de esta una lámpara de emergencia iluminaba a 6 hombres al rededor de una mesa.

Apague mi linterna pero no guarde el arma, cuando uno de ellos me miro vi la lujuria, todos eran viejos horribles, que apestaban a perfume barato, uno de ellos me sonrió con sus dientes de oro.

Asco era la palabra exacta que describe lo que sentí en ese momento, varias cadenas de oro con diamantes colgaban de su cuello, supuse que él era el principal, analicé a cada uno de ellos sus armas descansaban en la mesa.

— Es bueno por fin conocerla señorita Diamonique, por favor tome asiento— hablo el de los dientes de oro señalando la silla frente a mi.

— Señorita Ivanov para ustedes, ahora díganme ¿por que estoy aquí? Solo dijeron que querían negociar— me senté.

— La verdad es señorita Ivanov que si queremos negociar, queremos que la policía deje de perseguirnos y nos deje trabajar tranquilamente, también queremos que reabra el mercado de personas, a cambio recibirá el 20% de las ganancias— me reí interrumpido lo que estaba diciendo, no pareció hacerle gracia.

— El mercado de personas no se reabrirá, la policía no dejará de perseguirlos ustedes son personas horribles, yo no pienso perder mas mi tiempo aquí— me iba a levantar pero uno de ellos me tomo de los hombros impidiendo que pudiera levantarme.

— Creo que no entiende la gravedad de sus palabras, quería que fuéramos socios, pensé que era mas inteligente que su madre pero veo que es igual a ella, ahora le cambio la oferta, haga caso a nuestras exigencias o muera— me apuntaron con sus armas, vi a mis hombres moverse entre las sombras, silenciosamente.

— Temo que rechazaré su oferta— mis hombres les apuntaron a la cabeza y al que tenía detrás de mi lo hicieron ponerse de rodillas, me levante.

— Si nosotros morimos nuestros hijos continuarán con el negocio y nuestros hijos son mas listos a la hora de hacer las cosas a escondidas—

— Pues quiero verlos intentarlo, siempre existirán asquerosos como ustedes pero siempre los exterminare, si sus hijos tienen hijos los acabaré y si no yo mis hijos lo harán, nos vemos en el infierno cabrones— mis hombres les dispararon a la cabeza.

— Marquen los cuerpos de estos bastardos y envíenlos a sus familias— ordenó Felipe, declare una nueva guerra pero no tengo miedo de nada, salimos de la fabrica.

Tenía que tomar un vuelo a Rusia mi vida ahí empezaría desde hoy, mis cosas serían enviadas después, mis hombres de aquí vigilarían y cuidarán a mi familia, Felipe y Valentina vendrán conmigo, nos subimos a la camioneta.

— ¿Estas segura de dejar el país ahora que les has declarado la guerra a los hijos de los traficantes de personas?— asentí.

— Ellos no viven en Mexico, ellos viven en Colombia, siempre investigo a fondo a mis enemigos ¿cierto Val?— ella asintió.

— Y cuando descubran los cuerpos de sus padres no vendrán aquí, querrán ir a Rusia o se quedaran en Colombia— explica mi hacker, el resto del camino nos la pasamos platicando de cosas más sencillas, Felipe me trata mejor ahora que soy su jefa y me doy cuenta de que realmente no es malo.

— ¿Y que Valentina tu y Hegel?— Valentina bajo la cabeza.

— No creo Felipe, solo le caí bien como amiga pero dice que yo no soy su tipo y realmente no tengo problema en ser su amiga—

— ¿Entonces te le declaraste?— ella asintió, estaba sorprendida.

— Puedes no ser su tipo pero si eres el mío— Felipe movió las cejas en un gesto coqueto.

— Gracias ¿creo?— se ruborizó y yo negué, llegamos a donde nos esperaba el avión, nos bajamos de la camioneta y nos subimos al avión.

En el avión Felipe se puso a jugar con sus diferentes venenos en la mesa, yo le dije que no fuera a tirar nada por que lo matarían ahí mismo, Valentina me buscaba información sobre las vidas privadas de mis nuevos enemigos y yo miraba por la ventana.

Reina de la Mafia 👑💣🔪🚬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora