Bryce tomo mi rostro entre sus cálidas manos, quito una de sus manos y saco un pañuelo de su saco, por cierto su traje es blanco, limpio con cuidado mis lagrimas, es tan tierno, tan perfecto que siempre voy a poder decir que me case con mi primer amor con mi crush de la adolescencia.
— Reina es su turno— asentí, Bryce tomo mis manos, al menos ya había logrado calmar mi llanto de felicidad.
— Bryce creo que me has robado el protagonismo en decir las palabras mas dulces que jamás alguien haya escuchado, quiero que en futuro a nuestros nietos ambos les contemos el como nos enamoramos, el como siempre tu sonrisa ilumina mi vida, el como tu mirada me derrite, el como tus labios me hacen olvidarme de cualquier cosa, creía que el amor nunca sería para mi por que ya había pasado por decepciones amorosas pero puedo decir que tu eres mi primer amor, mi crush, el chico que me hace reír aun cuando trato de estar enojada, el sol que me da luz y calor, muchos podrían decir que tienes mil defectos pero a mi percepción no tienes ninguno por que amo hasta cuando haces berrinche como niño pequeño frente al televisor por perder una partida de tus juegos virtuales, la vida nos quería juntos desde ya hace años, no he amado a nadie como te amo a ti, amo que seas mi confidente, mi amante y mi mejor amigo, amo cuando me tomas protectora mente de la cintura, amo tu cabello rebelde por las mañanas, amo el como me haces sentir con solo tu presencia, te amo y te elegiría por encima de todo hoy y para siempre— Bryce soltó unas cuantas lagrimas y fue mi turno de secarle las lagrimas, nos pusimos mutuamente los anillos de matrimonio.
— Siendo así los declaró marido y mujer, Bryce espero que seas un rey que apoye a Diamonique, pueden besarse— nos acercamos, Bryce me tomo de la cintura con una mano mientras que la otra acarició mis mejillas y yo me estremecí por que las puntas de sus dedos estaban fríos.
Acercamos nuestros rostros y cerramos los ojos, nuestros labios se rosaron, juro que sentí una pequeña descarga eléctrica, al juntar nuestros labios me olvide de todo, de que había personas a nuestro al rededor, nos separamos unos minutos después y se escucharon los aplausos de todos los invitados.
Nos tomamos fotos con los invitados, nos tomaron fotos solo a Bryce y a mi, en una me cargo como costal de papas como si no pesara nada y yo le agarre las nalgas, así salimos en las fotos.
Caminamos unos metros para ir a la carpa cristalina con varias guirnaldas de luces, en la entrada había mas mantas por si alguien quería tomar unas mas, mis hombres revisaban las invitaciones y por segunda vez checaban que nadie portara armas.
La mesa de regalos estaba llena tanto que mis hombres colocaron una segunda mesa, a nosotros nos dejaron entrar sin problemas, Bryce tomo seis mantas, tres me las puso a mi en los hombros y con las otras tres lo arropé yo.
En la mesa principal estaban mis padres y mi suegro, mis hermanos y Bellamy estaban en la misma mesa que estaba Otto, su novia, su hermano Gregorio y unas chicas.
Nos fuimos a sentar para que nos sirvieran la cena, en cuanto nos sentamos los meseros empezaron a servir la cena, platicamos, nos reímos de los chistes que decía mi suegro.
La música de los violines ambientaba sin impedir que las platicas de las demás mesas fueran encauchadas con nitidez, mire a Bryce y pensé en las palabras que me había dicho como votos matrimoniales, las palabras se grabaron como fuego en mi memoria.
Terminando de cenar me puse a pensar en cómo hubiera sido mi vida si me hubiera casado con Oliver y llegue a la conclusión de que no sería ni la tercera parte de feliz de lo que soy ahora.
— Ha llega la hora del vals de los novios— mi madre me saco de mi ensoñación y me di cuenta de que Bryce también me había estado mirando en silencio, Bryce se levanto primero y me tendió su mano la cual acepte gustosa.
Me levante de la silla, sonriendo, al estar en el centro de la pista de baile la canción de "Intentemos algo bello" (canción en multimedia) empezó a sonar, Bryce me tomo de la cintura con una mano, no era un vals pero era una canción que a ambos nos encantaba.
— Te puedo decir que no soy el hombre perfecto pero si yo soy para ti— me canto al oído.
— Y si pudieras mirar dentro de mi corazón encontrarías tu nombre escrito en cada rincón— le canté yo.
— Intentemos algo bello, algo que hermoso que los dos creamos juntos— cantamos al mismo tiempo, nos movíamos al compás de la canción, no se donde él aprendió a bailar.
— ¿Donde aprendiste a bailar así?— él sonrió.
— Practicaba cada día desde que te pedí matrimonio, se que la banda es algo que te gusta mucho así que le pedí a Hegel que me enseñara como se bailaba y estuve practicando cada día, cuando tu no estabas en casa por que te quería sorprender el día de hoy— mi sonrisa se amplió.
— Te amo— él suspiro.
— También te amo— se acerco para besarme y nos besamos, nos separamos por falta de aire, cuando la canción terminó los aplausos no se hicieron esperar.
A pesar del frío todos se estaban divirtiendo, bailando, unos bebiendo chocolate caliente con un poco de alcohol y otros solo bebiendo champaña.
Llego la hora del lanzamiento del ramo, todas incluyendo a Valentina se emocionaron, se pusieron detrás de mi y empezaron la cuenta regresiva al llegar al número 1 lancé el ramo hacia atrás, me gire a tiempo para ver como la novia de Otto era quien sostenía el ramo.
Mi amigo abrió los ojos enormemente y salió corriendo de la carpa con su novia gritaba que volviera con ella o lo castraria, esa es una digna novia para mi amigo, nada que ver con las putas mimadas con las que antes salía.
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Reina de la Mafia 👑💣🔪🚬
Action¡SEGUNDO LIBRO DE SEÑORITA MAFIOSA! Diamonique esta por ser coronada como la nueva reina de la Mafia pero unos nuevos narcotraficantes mexicanos no creen que sea la mejor para el puesto pues no ha demostrado ser digna de el. Ella tendrá que matar a...