Princesa de la mafia 16

932 79 0
                                    

Me reí por las palabras de Callum, lo tome de la cara gracias a los tacones estoy a su altura.

— Callum en serio que me impresionas, ven acompáñame a cenar— lo solté y caminé hacia el comedor.

— ¿Por que no quisiste salir conmigo?— pregunto mientras se ponía a mi lado.

— En mi vida ya no hay lugar para el romance que es lo que tu buscas, eres un mujeriego a pesar de que lo intentaras no creo que pudieras serme fiel— me senté en una silla del comedor.

Uno de los sirvientes me trajo la cena y fue a servirle a Callum, él me miraba impresionado por mis palabras, no le dire que tengo miedo al amor pero puedo decirle eso.

— Ni siquiera me conoces, solo sabes de mi lo que te he dicho— ja si claro.

— A los amantes casuales no hay que conocerlos a profundidad con lo que te conozco me basta y me sobra para poder juzgarte— se que mis palabras son demasiado duras pero debo hacerlo entender de una u otra forma.

— ¿Solo soy eso para ti? ¿un amante casual al que llamas para quitarte las ganas?— asentí — No te creo, creo que puedo llegar a ser algo mas que eso, creo que incluso podría ser tu ultimo amor— le sirvieron su cena y el sirviente se retira para dejarnos solos.

— Cree lo que quieras, no puedo impedirte soñar con lo imposible ¿verdad?— cenamos en absoluto silencio, cuando terminamos de cenar Callum se fue sin decirme absolutamente nada.

Creo que entendió lo que quiero y lo que quiero es que se aleje con su romanticismo, tengo cosas mas importantes de las cuales ocuparme.

3 semanas después...
Han pasado 3 semanas en las que mis hermanos no se han acercado a las orillas de la carretera cerca del bosque, Hegel lo ha llevado bastante bien, Maria poco a poco fue aprendiendo y ahora es tan buena como Hegel.

Ahora estoy solo mirando la televisión, han sido 3 semanas muy aburridas, Callum no me volvió a llamar y yo ni siquiera me moleste en mandarle un mensaje.

Mi teléfono comienza a sonar, son mis hombres que están cuidando de mis hermanos.

— Señorita Diamonique sus hermanos están a tan solo unas horas de encontrarse

— Bien en cuanto estén juntos los que estén más cansados pueden regresar, solo se deben quedar 2 de ustedes—

— Está bien señorita, le estaré informado quien se quedara

— Gracias— colgué, bueno al menos ya van a encontrarse eso ya es algo, Hegel y Maria han estado viajando hacia un punto fijo el sur del bosque, Maria a aprendido a orientarse y Hegel fue bueno en eso desde un inicio.

2 días después...
Me despierta el sonido de mi celular, me quejo y lo tomo de la mesita de noche que esta a lado, si mirar quien es quien me llama contesto.

— ¿Si diga?—

— Señorita Diamonique sus hermanos están a media hora de la carretera

— A si ya voy para haya- - rápidamente me levante y no me importo estar en pijama, solo me puse unos tenis, salí de mi habitación, mis hombres al verme levantada fueron a encender la camioneta.

Salí, me subí en la camioneta, cerré la puerta y avanzo el chofer manejo a toda velocidad a la ubicación que le había mandado otro de mis hombres.

A mi se me cerraban los ojos del sueño que tenía y como no iba a ser así, si eran las 2 am, baje un poco las ventanas para que el aire frío de la madrugada me despertara un poco.

Cuando llegamos tuvimos que esperar un rato, hasta que por fin los vi salir a unos metros de nosotros, me baje de la camioneta ellos al instante me miraron sorprendidos.

Corrieron a abrazarme, olían muy mal pero me deje abrazar por ellos, Maria lloraba de felicidad, otra camioneta de mi propiedad llego en ella irían los dos hombres que cuidaron a mis hermanos, Hegel fue el primero en hablar.

— Espera ¿como nos encontraste?— me aleje de ellos.

— Chicos esto fue un entrenamiento, todo fue un plan que arme para que llegaran a este punto, yo lo logre en una semana pero no esta tan mal siendo ustedes—

— Estoy confundida ¿a que te refieres?— sonreí.

— Los árabes fingieron secuestrarlos por ordenes mías— Hegel al ser el más explosivo se alejo unos pasos de nosotras.

— ¡Pasamos por toda esa mierda solo por que tu así lo quisiste!—

— Cuida tu tono de voz conmigo Hegel, no quiero tener que golpearte, si esto paso por que yo así lo quise y por que mamá lo quiso, ustedes se creen intocables solo por tener el apellido Ivanov pero la verdad es que no son intocables—

— ¡¿Mamá es parte de esto?!— Maria no podía creerlo pero era cierto, asentí.

— Es un entrenamiento muy extremista lo se, pero muy necesario, aprendieron a sobrevivir aprendieron que no siempre van a tener gente que les haga las cosas o que los proteja—

— No me hables mas, solo llévanos a casa, no quiero escucharte por ahora— asentí ellos se subieron en la parte de atrás y yo me fui de copiloto, entendía perfectamente su molestia.

Durante todo el camino de regreso a casa el silencio fue tensó, cuando llegamos y la camioneta se estacionó ellos fueron los primeros en bajarse, después me baje yo.

Sin preocupación alguna me fui a mi habitación para seguir durmiendo ellos también se fueron a sus habitaciones, me senté en mi cama me quite los tenis y me acoste.

En la mañana mi despertador sonó, lo apagué para poder dormir otro rato pero mi celular comenzó a sonar, solté un bufido molesta, tome mi celular y vi que era mi mamá.

— ¿Que paso ma?—

— Eso es lo que te pregunto yo a ti, ¿que paso? Tus hermanos no me responden los mensajes y se que ya están en la casa contigo

— Tal vez sigan molestos les explique todo así como tu me lo explicaste a mi hace unos años—

— Esta bien ¿cuando se regresan?

— Yo creo que hoy por la noche ¿como va todo por haya?—

— Ya casi esta todo para tu coronación todos nuestros aliados han confirmado su asistencia, los carteles de narco tráfico mexicano se oponen pero los controlare

— Malditos hijos de...— suspire — Está bien confió en ti ma, bueno te dejo, cuídense mucho— colgué.

Reina de la Mafia 👑💣🔪🚬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora