Reina de la mafia 40

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Después de la fiesta de compromiso pasamos unos días con mi suegro pero después tuvimos que volver a casa por que el deber me llamaba y digo que me llamaba por que me robaron una pequeña parte de un cargamento de droga.

Al llegar a la casa empece a ordenar a mi hombres buscar al puto culpable de esto, Bryce trataba de calmarme pero yo solo me encerré en mi oficina accedí a las cámaras de seguridad de toda la ciudad.

Estuve viendo horas de grabación, hasta que por fin apareció la puta culpable, una ex miembro de la mafia Coreana se creyó muy lista al venirme a robar a mi propio país, la mafia Coreana la descubrió tratando de asesinar al que sería el siguiente jefe pero este al estar enamorado de ella le perdono la vida.

Un error que yo no cometería, imprimí su fotografía y la de sus cómplices que eran los dos nuevos reclutas, yo les advertí a esos hijos de puta que me lo pagarían muy caro si me traicionaban.

Salí de la oficina llamando a gritos a todos mis hombres, Bryce me miraba con una sonrisa en su rostro, les mostré las fotografías de los traidores y de la idiota que muy pronto estaría tres metros bajo tierra.

— Estos son los imbeciles que me robaron, aun permanecen en el país y tengo la dirección de la familia de los traidores, vayan por sus familias y yo con un grupo de ustedes iremos por los traidores, pero no los maten les hice una promesa y la voy a cumplir— todos me miraron confundidos, envié a un equipo por las familias.

Bryce, Valentina, Hegel y yo íbamos con otro equipo de hombres, al hotel en el que estaban hospedados, al llegar al hotel, con todos mis hombres muchos huyeron, llame al helicóptero para que estuviera atento por si querían escapar por vía aérea.

Subimos en el elevador a la habitación donde seguramente estaban los tres, mis hombres derribaron la puerta y encontramos a los tres super drogados, seguramente habían probado la droga que me robaron.

La droga estaba escondida en el armario, cajones y maletas, tome a la zorra del cabello, abrió los ojos enormes cuando me vió, me empezó a rasguñar para que la soltara pero ni de chiste la soltaría.

— ¿Te creíste muy lista robando parte de mi cargamento?— ella no contesto por que seguramente no me entendió, pero le volví a preguntar en coreano.

— Tu tienes mas droga, ¿que diferencia hace que te haya robado unos kilos?— me respondió en su idioma.

— Hace mucha diferencia para mis clientes y en especial para mi, por que esos kilos hubieran significado dinero perdido y yo nunca pierdo dinero ni un solo centavo— la tome mas fuerte del cabello, baje su cabeza y con mi rodilla le pegue.

— Zorra me acababa de operar la nariz— la solté y quite de la palma de mis manos unos cuantos de sus cabellos que le había arrancado.

— Súbanlos a la camioneta, no voy a torturalos aquí, además esos dos están tan drogados que seguramente ni siquiera me han reconocido— mis hombres tomaron a los tres y se los llevaron.

— Me prende que cuando haces tu papel de reina— se pego a mi espalda mostrándome cuan excitado estaba, me mordí el labio.

— Ya mas tarde podremos resolver ese asunto, mientras tanto hay que torturar y dejare que tu también te diviertas— mordió el lóbulo de mi oreja y después se separo un poco de mi.

Otros de mis hombres se llevaban la droga en mochilas y bolsas de lona negras, salimos del hotel, nos subimos en la camioneta para regresar a casa.

Al llegar, me fui a poner las orejas, garras y pupilentes para hacerle honor a mi titulo como la nueva reina pantera, Bryce se puso su anillos para romper quijadas, escuchamos llantos, nos asomamos por la ventana.

— Llegaron las familias de los traidores— asentí, dos señoras y 4 niños pequeños, mis hombres los llevaban a la bodega subterránea, es tan triste que a veces las familias paguen el precio mas alto por culpa de los padres.

Salimos de mi habitación, fuimos a la bodega, mis hombres me dijeron que habían logrado que el efecto de la droga se les pasara a los tres, los dos traidores veían a sus familias con lagrimas en los ojo.

— Lleven a las familias y a los traidores a las celdas, primero me encargaré de la que orquesto la traición— mis hombres tomaron a las familias y a los traidores para llevarlos a las celdas que estaban un poco mas atrás.

Verían y escucharían todo, pero la verdad es que poco me importa, tome a la zorra coreana del cuellos ella no podía defenderse por estar atada de manos y pies.

— Le enviaré tu cabeza al hombre que por amor a ti te dió la oportunidad de vivir solo para que vea el grave error que cometió al fijarse en una traidora como tu—

Con las garras rasguñe su cuello pero solo fueron rasguños superficiales por que se perfectamente que estas garras tienen el filó suficiente para cortar su garganta hasta dejar expuesto el hueso que une su craneo con el resto de su cuerpo.

Uno de mis hombres traía a mis panteras, ella las miraba con terror mientras yo les acariciaba su lomo.

— ¿Que vas a hacer con esas cosas?—sonreí, me acerque a ella para liberarla ya que sería más interesante si corría por su vida.

— No son cosas, son mis pequeños bebés y van a jugar un rato contigo, es que sus anteriores juguetes los mataron por error y ahora están tristes, pero te voy a ofrecer como su nuevo juguete— lo dije en su idioma para que me entendiera.

— Ya les quite las fundas de sus garras reina ¿les quito sus collares de diamantes?—

— Si, no quiero que sus collares se estropeen con la sangre de esta zorra— les quitaron los collares y como siempre muy obedientemente esperaron a que yo les diera la orden para que pudieran lanzarse sobre su objetivo el cual señale antes de decir — Prishlo vremya poigrat' s moimi mladentsami— (es hora de jugar mis bebés)

Mis hombres tenían agarrada a la zorra de los brazos la soltaron y ella empezó a huir de las panteras que la persiguieron y cuando la alcanzaron empezaron a "jugar" con ella.

Reina de la Mafia 👑💣🔪🚬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora