El Instituto Del Vampiro

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 18

Era Joseon 1477

Shin

—Príncipe heredero — La voz de uno de los sirvientes del palacio me interrumpe mientras tocaba la flauta en uno de los patios del palacio, dejo la flauta a mí derecha y giro para ver al vampiro —.El emperador Taeyang solicita su presencia en el salón del trono.

—¿Menciono para qué?

—No, mí señor simplemente me ordenó avisarle.

—Ahora voy, ¿Sabes en dónde está mí hermano?

—El príncipe Kuyng salió desdé muy temprano a la aldea cercana al parecer algunos vampiros han estado causando estragos y el príncipe fue a investigar.

—Comprendo, puedes retirarte, gracias.

Él asintió y después se fue del patio. Me levanté de dónde me encontraba sentado, camine hacia el pasillo del lado derecho, me adentre, camine por el unos minutos, llegué a la gran puerta del salón del trono, los sirvientes la abrieron tras verme llegar, entre al salón y me encontré con mí padre sentado en su trono y a la abuela a su lado derecho.

Todos los eruditos qué estaban sentados alrededor del salón tras verme entrar hicieron reverencia, llegué a padre y hice reverencia ante él.

—Emperador, ¿Me ha mandado llamar?

—Correcto, ¿Te has enterado qué en los últimos días han ocurrido muertes en las aldeas cercanas al palacio?

—He escuchado cosas.

—Los vampiros qué viven en la aldea sigan-ui heuleum, han testificado qué las muertes humanas de los últimos días se deben a la llegada de una mujer, todos ellos creen qué esa mujer tiene qué ver con los asesinatos.

—¿Y qué quieres hacer?

—Ir a investigar a esa mujer a la aldea, llegar al fondo de todo esto por el bien de los vampiros, necesitó qué me acompañes, es tú deber cómo el siguiente en la línea de sucesion al trono.

—Sí ese es el deseo del emperador, lo cumpliré, ¿Cuándo partimos?

—Ahora mismo, entre más rápido resolvamos esto mejor para nosotros.

—Cómo órdenes.

—Qué preparen los caballos y qué nos acompañen nada más cuatro soldados — Le ordena mí padre a un sirviente.

[...]

—¿En cuánto tiempo llegaremos a la aldea? — Cuestione a mí padre mientras yo subía a mí caballo.

—Al atardecer estaremos ahí — Me responde él.

Él también subió a su caballo, todos se prepararon, las puertas del palacio se abrieron y los animales comenzaron a avanzar hacia ellas. Los caballos cruzaron las puertas del palacio, el emperador nos dirigió a todos hacia los bosques y nos adentramos en ellos siguiendo todos a mí padre.

—¿Cómo ha estado la princesa Mei?

—Bien, alegre cómo siempre — Respondí a su pregunta mientras me colocaba a su izquierda.