𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 51

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Kuyng

—Ahí está — Sofía me deja pasar a su dormitorio para ver cómo Morgan sigue acostada en su cama —.No ha querido comer nada en los últimos días.

Caminé hacia dónde ella estaba, me senté a su derecha y la observé, estaba realmente mal, se notaba a simple vista qué no había dormido.

—Morgan, no puedes seguir así ya ha pasado una semana, no has ido a clases todos estamos preocupados por ti, Sofía me acaba de decir qué no has querido comer nada, tienes qué hacerlo o enfermarás.

—No tengo hambre...— Contesta con voz apagada —.No tengo ganas de absolutamente nada.

—Ella últimamente no se ha sentido bien también, Kuyng — Informa Sofía mientras se acercaba.

—¿Qué quieres decir? — Pregunté.

—Ah vomitado y eso qué no ha comido absolutamente nada.

—¿Eso es cierto, Morgan? — Mire nuevamente a mí amiga tras las palabras de Sofía.

—Ya no importa, ya me siento bien ahora.

Verdaderamente está mal, pensé, no puedo dejarla así, se está viniendo abajo lentamente.

Saqué mí celular, envié un mensaje de texto a Dae-Huyn diciéndole qué por favor preparara el auto para salir a la ciudad.

Le quite las sábanas de encima a la hada, me puse de pié y la cargue entre mis brazos.

—¿Qué estás haciendo, Kuyng? — Me pregunta ella.

—Iremos al hospital de Québec, aún qué tú dices qué estás bien yo no te creo — Contesté y mire a Sofía —.Vamos.

Ella asintió con la cabeza, salimos del dormitorio, atravesamos todo el pasillo hasta las escaleras, bajamos todas hasta la puerta principal, salimos del edificio y nos dirigimos hacia la calle principal.

Tardamos unos minutos en llegar, Dae-Huyn ya se encontraba ahí con el auto listo, subí a Morgan en el asiento trasero junto con Sofía, subí al asiento del copiloto, Dae-Huyn al del piloto y esté arranco mientras qué las puertas de la escuela se abrían para dejarnos salir.

Pasamos el sendero, llegamos a la carretera y nos dirigimos hacia la ciudad.

—Kuyng, estoy bien solo necesito regresar a la cama.

—No, no lo harás, mírate nada más, estás ojerosa, pálida y muy mal, eso no es buen augurio.

Dae-Huyn siguió conduciendo por unos cuantos minutos más, llegamos a Québec, él condujo hacia el hospital, llegamos, estaciono el auto en el estacionamiento, bajamos, abrí la puerta del lado de Morgan, Sofía bajo, cargue nuevamente a la hada del sol entre mis brazos y nos dirigimos hacia la puerta del hospital.

Al llegar use la hipnosis para acelerar todo, quería llegar con un doctor lo más rápido posible. Nos atendió una doctora la cuál tras comentarle lo qué había padecido Morgan quiso hacerle unos chequeos para asegurarse qué no tuviera nada peligroso, la pasaron a una habitación, le pusieron un suero en la vena para qué se alimentará ya qué ella por ningún motivo quería probar comida.

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