El Instituto Del Vampiro

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 57

Mei

—Vaya querida, viniste qué bien — Hablo la ex reina de los vampiros tras haberme visto llegar a la mesa en dónde ella y Shin se encontraban —.Por favor toma asiento, estamos esperando a alguien más.

—Solo acepté su invitación por qué soy educada, Hana, así qué les pido a los dos qué me adelanten lo qué me tengan qué decir — Hablé tomando asiento aun lado de Percival —.Tengo un poco de prisa.

—Tranquila, Mei todo esto será rápido — Dice ella —.Dime una cosa, ¿Cómo has estado?

—He estado bien, gracias por preguntar.

—¿Qué has estado haciendo?, ¿Grabando cómo siempre?

—No, he decidido tomarme unos meses de descanso, por qué estoy apoyando a una amiga qué está pasando por un momento complicado.

—¿Una amiga dices?

—Claro, usted no la conoce — Le mentí —.Es una amiga qué conocí en las grabaciones de mí última película, el imbécil de su ex la termino sin darle algún tipo de explicación y no la quiero dejar sola.

—Tú amiga tiene suerte de tenerte.

—Sí.

—Lamento la tardanza — Una voz familiar suena, giro hacia la derecha de la mesa y mis ojos se abrieron cómo platos por ver a la persona recién llegada.

—¿Papá?

—Hola, hija te ves bien — Me dice.

Era mí papá, el actual rey de los vampiros en China, el rey Zhao.

¿Qué está haciendo en Corea?

Mí padre tomó asiento al lado derecho de la abuela se Percival.

—Papá, ¿Qué estás haciendo aquí?

—He venido desdé China por qué va ocurrir un evento demasiado especial qué hará a nuestros reinos vampiros más poderosos — Responde.

—¿Qué quieres decir?

—La señora Hana y yo hemos estado en contacto desdé hace unos meses atrás, ella me informó qué pronto Shin tomaría el trono y es por eso qué hemos decidido qué ustedes dos se casen.

—¡¿Qué?!

—Lo qué escuchaste hija, la abuela de Shin y yo hemos estado planeando su matrimonio.

—Sí ustedes dos se casan, ambos reinos se verán beneficiados — Hablo la abuela de Shin.

—Pero...

—¿Qué?, ¿No te alegra? — Cuestona mí papá —.Ustedes dos siempre estuvieron juntos desdé pequeños, era lógico qué algún día Hana y yo tomaríamos la desición de unirlos para siempre.

—¿Pensaron en nuestra desición? — Mire a ambos —.Ni siquiera tomaron el tiempo para avisarnos o para preguntarnos qué pensabamos con respecto a esto, por dios.

—Shin está de acuerdo — Dice Hana.

Tras esas palabras mire a Shin quién no había dicho una sola palabra.

—¿Estás de acuerdo? — Le pregunté.

—Sí, cualquier cosa por nuestros reinos, ¿No lo crees? — Me dice.