𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 39

425 73 6
                                    

Morgan

—Ya anda, date prisa vas a llegar tarde a tus clases de hoy — Le digo al futuro rey de los vampiros de Corea del Sur mientras qué esté estaba peinadose frente al espejo.

—Yo sigo creyendo qué me debo de quedar aquí a cuidarte.

—No, tú vas a ir a clases.

—Cómo digas, mamá — Me dice con sarcasmo mientras daba media vuelta para verme.

—¿Por qué ustedes los coreanos cambian mucho cuando se peinan? — Muerdo mí labio inferior.

—¿Me veo sexy?

—Muy sexy.

Él se acerca la cama, me planta un corto beso en los labios y después me sonríe.

—Volveré pronto.

—Ve, anda Shin.

—Te amó.

—Yo también te amó, pero ahora ve a tus clases sí no quieres qué te lleve de la mano hasta el salón cómo los niños.

Él rió, se alejo de mí, camino hacia la puerta, abrió la puerta y después salió de la habitación.

Odio no hacer nada, necesito entretenerme en algo o me volveré completamente loca. Tomé mí celular de la pequeña mesita qué tenía de mí lado derecho y comencé a revisar mí instagram.

[...]

—Adelante — Dije dejando mí teléfono sobre la cama.

La puerta del dormitorio se abrió y entro Dae-Huyn el amigo de Shin y Kuyng. Él traía en sus manos una caja de pizza y una bolsa de plástico negra sobre ella.

—¿Cómo te sientes? — Pregunta él dejando la caja sobre uno de los muebles.

—Hola, Dae-Huyn, bien gracias.

—No tuvimos la oportunidad de hablar después de qué te salve de la hada loca esa y tampoco nos presentamos formalmente así qué aproveche qué Shin me pidió qué te trajera comida para hacerlo — Se acerca a la cama —.Soy Dae-Huyn, vampiro y un príncipe retirado.

—Soy Morgan Brown, hada del sol y un desastre andante.

El vampiro rió.

—Aún no puedo creer qué tú hayas sido capaz de controlar a Percival, eso siempre pareció imposible.

—Yo no lo controle.

—Pues yo honestamente no creo eso, tú hadita fuiste la qué domo al poderoso y descontrolado Shin.

—¿Era muy descontrolado?

—Un poco, ¿Sabes?, siempre creí qué Mei sería la qué lo controlaría, pero me alegró qué no haya sido así.

—¿Por qué?

—Cuándo la conocí, algo no me dio buena espina de ella, se me hizo una chica mimada y muy insoportable.

—Yo la conozco y no se me hizo una persona así.

El Instituto Del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora