𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 46

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Morgan

—¿Para qué vinimos a tú dormitorio? — Cuestione al vampiro después de haber entrado a la habitación —.Creí qué me ibas a dejar al mío — Observé al vampiro esperando su respuesta.

—La cosa es qué no te vas a quedar en tú dormitorio — Responde.

—¿Cómo?, ¿De qué hablas?

—Mientras el oscuro ande suelto con mí bello rostro, tú te quedarás conmigo.

—¡¿Aquí?!

—Sí, aquí, así qué sera mejor qué te vayas acostumbrado a vivir conmigo por lo menos unos días.

—¿Tú no das pasos sin haberlos calculado antes, verdad? — Lo miró sería.

—No — Contesta descaradamente —.Ya sabes cómo soy, es más ya mandé traer tus cosas — Con su mano derecha señala hacia el sofá, giro hacia allá y veo mí maleta encima del sofá.

—Óyeme...

—Ya anda, no te quejes — Me lleva hacia la cama y hace qué me recueste cuidadosamente sobre ella —.Tú te quedas aquí conmigo y punto.

—¿Pretendes qué durmamos en la misma cama?

—¿Qué me tienes miedo?

—No, no te tengo miedo, solamente creo qué no...

—Hagamos un trato, ¿Ok?, tú te quedas aquí en la cama y yo dormiré en el sofá, ¿Con eso te quedas tranquila?

—Es un trato justo.

—Ok — Acaricia mí mejilla derecha —.Pero no te hagas ilusiones, campanita algún día tú y yo dormiremos juntos.

—Algun día tú lo has dicho, pero hoy no — Respondí y después miré mí brazo con yeso —.Según el doctor tengo qué estar tres meses con el yeso, tal parece qué será una tortura.

—No, no será así.

—¿Por qué lo dices?

—Por qué estás en una escuela para seres sobrenaturales, existen los dones Morgan, alguien te vendrá a curar así te quitarás el yeso rápidamente.

—¿Y quién es esa persona?

La puerta del dormitorio se abrió y Mei se presentó en el lugar.

—Yo — Dice ella —.Yo te puedo curar.

—¿Tú?

—Sí, nunca tuve la oportunidad de hablarte sobre mí don, pero creo qué esté es el momento adecuado — Se acerca a la cama —.Yo poseo el don de la curación, puedo curar tú fractura fácilmente en unos minutos.

—¿De verdad puedes hacer eso?

—Sí, solo no te muevas, ¿Ok?

Asentí.

La princesa heredera tomó mí brazo derecho con mucho cuidado, cerró sus ojos, una pequeña luz verde se presentó en sus palmas y al poco rato esa misma luz comenzó a recorrer mí brazo lastimado.

El Instituto Del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora