El Instituto Del Vampiro

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 3

Morgan

—Anda date prisa, vamos a llegar tarde a clases Sofía — Dije tomando mí mochila de la cama.

—¡Ya voy! — Me grita desdé el baño —.¡Estoy terminando de lavar mis dientes!

Espere unos pocos minutos a mí amiga afuera del baño, cuándo ella salió tomó su mochila de su cama y después se colocó su liga del cabello.

—Tenía qué quitarme el aliento a alcohol, no tenías qué esperarme te podías haber adelantado.

—Podría pero tú eres la qué conoce más lo terreno de la escuela, yo me perdería enseguida.

—En serio te urge aprenderte el mapa.

—Lo sé, ¿Dónde van a hacer las clases?

—En la catedral mayor.

—¿Una catedral?

—Así le dicen, lo qué pasa es qué fue construida a base de una de las catedrales más famosas de México, pero claro con la diferencia qué es súper gigante ya qué ahí se llevan acabo todas las clases.

—Vaya tú sí qué sabes todo, pero será mejor irnos ya por qué sí no llegaremos tarde.

Ella asintió, ambas salimos de nuestra habitación y todos los alumnos qué se encontraban en el pasillo concentraron su mirada en nosotras, en específico en mí.

—¿Y a estos qué les pasa? — Le pregunté a Sofía en un susurró.

—Debe de ser por qué ayer me defendiste de Percival, no les hagas caso nosotras tenemos qué irnos a clase.

—Ok...

Avanzamos hacia las escaleras mientras qué las miradas se volvían cada vez más incómodas aparte habían comenzado a susurrar.

"Ella está muerta"

"Meterse con el líder de la escuela es cómo meterse con el diablo"

"Pobre no durará ni dos días en la escuela por Percival"

Ignore todo eso, llegamos a las escaleras y las bajamos todas hasta la salida principal del edificio. Cruzamos la puerta y nuevamente paso lo del pasillo, los chicos qué estaban afuera se me quedaron viendo y comenzaron a susurrar, no puedo creer qué le den mucha importancia a eso es más no puedo creer qué todos aquí le tengan miedo al tonto vampiro heredero.

Nos dirigimos hacia la catedral mayor de la escuela. Durante todo el camino hasta allá fue la misma historia con todos los seres sobrenaturales qué nos encontrábamos en las calles del campus de la escuela, era un cuento de nunca acabar.

Llegamos a la catedral después de unos minutos y la observé con tal asombro qué me quedé boquiabierta, realmente era gigante, tenía dos torres y en ellas campanas y el símbolo de la escuela dibujada.

—Y sí te parece sorprendente espera a qué veas la gran piscina, la biblioteca y la cafetería.

—¿Todo eso tiene adentro esté edificio?

—Más los salones, el gimnasio, el pequeño patio con la fuente y el salón de bailes.

—Creo qué me está gustando estar aquí — Sonreí emocionada.