Morgan
—Muy bien jóvenes una vez qué sientan su energía elemental recorriendo su cuerpo, concentren esa energía en las palmas de sus manos a los qué controlan el fuego les será más fácil sentir a la energía primero comenzaremos con ellos ¿Ok? — El profesor se levanta de su silla —.Por favor todos los qué tengan esa conexión con el fuego pónganse de pié.
Percival, Bonnie, algunos alumnos y yo nos levantamos de nuestros asientos.
—Ok, cierren sus ojos todos y sientan la energía del fuego recorriendo cada parte de su cuerpo concentren todo en esa energía no piensen en nada más qué eso.
Cerré mis ojos tal cómo dijo el profesor, al principio me costó trabajo sentir la energía del fuego qué había dicho el maestro pero al poco rato de estar concentrada comencé a sentir un hormigueo recorriendo todo mí cuerpo. Lentamente aquella sensación fue pasando de mí cuerpo a mis manos, la fuerza de ese hormigueo incrementaba considerablemente en las palmas de mis manos, abrí mis ojos y puse mí mirada en el maestro.
—¿Ya la tienen? — Todos asentimos —.Ok entonces hagan qué sus manos se envuelvan en poderoso fuego, pueden hacerlo crean en ustedes.
Percival fue el primero en hacer qué sus manos se envolvieran en llamas muy poderosas la siguiente fue Bonnie y después los demás alumnos, todos ellos pudieron menos yo.
—¿Qué pasa, señorita Brown? — Pregunta el maestro viéndome extrañado —.¿No lo va a hacer?
—Lo intento, señor pero no puedo hacerlo — Expliqué.
—Intente chasquear los dedos eso puede ayudar a liberar su energía.
—Ok...
Tome aire y después hice lo qué el profesor me dijo qué hiciera pero lo único qué conseguí fue qué emergieran unas pequeñas llamas las cuáles provocaron qué los alumnos comenzarán a reírse.
—Vaya qué poderoso fuego — Percival apaga sus manos y después cruza sus brazos mientras tenía una cara burlona —.Por favor todos no se acerquen, puede ser peligroso.
—Idiota, muerete — Dije mentalmente y después el pequeño fuego de mis manos desaparecieron.
—Ya todos tomen asiento — Habla el profesor —.No se preocupe señorita Brown ya verá qué logrará mejorar eso con la práctica.
Asentí y después me volví a sentar en mí lugar.
—Soy un desastre...— Susurré.
—Ey, no digas eso no eres un desastre — Me dice Sofía.
—Eso lo dices nada más por qué eres mí amiga.
—Ya no te atormentes.
[...]
—¿Tienes más clases? — Pregunta Sofía mientras las dos íbamos saliendo del salón.
—Sí, tengo una clase especial solo para hadas de 1:00 a 2:00 de la tarde en el tercer piso, ¿Tú?
—Clase de concentrar la energía mágica en un pentagrama, ¿Nos vemos a las 3:00 afuera de la catedral, hay un buen café en la plaza A en dónde nunca se paran los vampiros reales y los ricos, ¿Vamos ahí?, también venden comida.
ESTÁS LEYENDO
El Instituto Del Vampiro
FantasíaLa escuela espada del dragón abre sus puertas a todos los vampiros e hijos del dragón del mundo entero, la joven y hermosa Morgan Brown entra a la escuela de Québec para aprender a controlar sus habilidades cómo hada sin esperar qué de cruzaría con...