El Instituto Del Vampiro

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 7

Percival

—¿Ya dejaste por fin de hablar de Morgan? — Min Oh entra a la sala de juegos junto con Raziel —.Gracias a dios, todo el día de ayer no hacías otra cosa más qué hablar de ella cualquiera diría qué te gusta.

—No seas tonto — Me levanto del sofá en dónde me encontraba sentado —.Para lo único qué me puede interesar Morgan es para hacer su vida un infierno.

—¿Dónde está Kuyng? — Pregunta Raziel.

—Él ya no es mí hermano, no tiene a nada qué venir aquí.

—Por favor, Percival ya deja de actuar así, admite qué con lo de la escalera te pasaste de la raya — Raziel se sienta en uno de los sofás y sube sus piernas a la mesa de centro —.La chica pudo haber muerto.

—Concuerdo con Raziel.

—¿Están conmigo o en mí contra?

—Por supuesto qué contigo — Min Oh asiente.

—Eso espero.

Las puertas de la gran habitación se abrieron y los tres vimos a Bonnie entrar.

—Hola, chicos.

—¿Qué quieres, Bonnie?

—Cariño tranquilo, yo únicamente he venido a ayudarte — Me dice.

—¿Ayudarme?

—Así es, yo conozco la razón por la cuál Kuyng protege a Morgan Brown de todo — Ella se pone delante mío, saca su celular de su bolsillo izquierdo, lo desbloquea y después lo pone enfrente de mí rostro —.Está es la razón, Percival.

Era una foto de mí hermano y la hada abrazados enfrente de la torre del reloj.

—¿De dónde sacaste esto? — Le pregunté a la vampiro.

—Los vi — Ella guarda su teléfono —.¿Qué te parece?, tú hermano tiene una aventura con la hada.

—Vaya con qué esa era la razón — Dije cambiando mí tono de voz a uno serio.

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Morgan

—Por dios...— Susurré bajando las escaleras de la catedral mayor —.No debí de haberlo abrazado.

Soy definitivamente una completa tonta, no debí de haber abrazado ayer a Kuyng me muero de la vergüenza pero fue algo qué de me hizo imposible evitar aquello qué sentí fue horrible no lo podía describir con palabras más qué con completo y puro dolor.

No sé qué demonios paso conmigo ayer en la noche.

Termine de bajar las escaleras, camine hacia la puerta principal, salí y me tope con el diablo en persona.

Lo ignoré, pase a su lado, él me tomó del brazo izquierdo, me detuve y lo mire molesta.

—¿Qué fue lo qué le hiciste a mí hermano, Morgan? — Me pregunta.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Ya toda la escuela sabe qué ustedes dos tiene algo, los vieron ayer abrazándose frente a la torre del reloj.