Capítulo 2

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Aurora

Me despierta una intensa luz del sol. Maldigo por haberme olvidado de cerrar las cortinas anoche, pero es que también estaba muy cansada. Haber tomado tres vasos de Whisky no ayuda mucho a poder levantarse sin jaqueca.

Me pongo mi bata de peluche y salgo de la habitación. No puedo ni cambiarme por el dolor de cabeza así que es mejor tomar un café cargado.

Ya en la mesa de la terraza principal del barco, después de pedir mi café, me doy cuenta de lo temprano que es y por eso no hay casi nadie de gente.

Son las 6:00 am y considerando que ayer me dormí como a las 1:00 am por hablar con ese chico Will, no ayuda a mi cabeza.

De igual manera, traje mi laptop para saber si mi cerebro con jaqueca funciona mejor escribiendo que sano.

Me traen el café y trato de calentar mis manos con el café y subo mis piernas a la silla para calentarlas con mi bata mientras miro el paisaje de un mar infinito frente mío. Esto debe de ser suficiente inspiración.






Will

Me levanto después de una larga noche, no sé porque me levanto temprano después de haberme dormido tan tarde pero supongo que ya es el horario normal de mi cuerpo.

Me lavo la cara y me pongo mi ropa de deporte, no dejaré de lado mi rutina solo por estar de vacaciones. Salgo de mi habitación notando con gran alegría de que no hay casi nadie de gente porque es muy temprano, perfecto.

Voy al gimnasio del crucero y esta vacío, así que con más empeño empiezo a hacer mis ejercicios. Pero para mi mala, o quizá, buena suerte, mi mente estaba ocupada en otros asuntos, específicamente en la chica de anoche: Aurora, cautivadora. Castaña y pequeña con facciones bien definidas, con mirada tierna.

- ¿Como puedo encontrarte? - pregunto antes de despedirnos al salir del bar, esperando que me de su número.

- Por ahí - vacila despidiéndose mientras sacude su mano un poco ebria - Soy fácil de encontrar.

¿No le interesé y por eso no me dio su número?
Sacudo mi cabeza para librarme de esos pensamientos que detesto y que para mi sorpresa, no los tenía hace tiempo.

Salgo del gimnasio luego de unos arduos ejercicios y una ducha refrescante. Veo a lo lejos la terraza del crucero, donde hay una tienda de jugos.

Llego a la terraza, pido un jugo de naranja y mientras espero, veo el mar y las mesas. En una de ellas hay una chica en bata ploma con lentes de sol, en pantuflas, y con un moño desarreglado. Tiene su laptop sobre la mesa y una taza de café en sus manos mientras que mira el océano.

Aurora.

Me hizo sonreír encontrarla así.

- Sí que si fue fácil encontrarte - digo acercándome a su mesa. Ella voltea sorprendida.

- Te dije que lo sería - sonríe.

- Me sorprende verte tan temprano despierta - señalo la silla desocupada de su mesa, ella asiente dándome permiso para sentarme.

- A mi también - asegura tomando un sorbo de su café - Pero tú no me sorprendes, tenías cara de atleta.

- ¿Atleta? - sonrío volteando a ver el mar - Solo me ejercito.

- ¿A las 6:30 de la mañana? - pregunta burlándose.

- En realidad a las 5:30 - corrijo viéndola - Es parte de mi rutina.

- Claro...- sonríe volteando a ver el mar de nuevo.

- ¿Trabajas? - pregunto señalando su laptop.

Recuerdo que anoche me dijo que era escritora y que estaba escribiendo un nuevo libro.

- Eso trato - vacila moviendo su cabeza - Pero no ayuda mucho tener un tiempo determinado para entregarlo.

- ¿Y tu nueva estrategia es mirar el mar e inspirarte? - inquiero observándola mirar el paisaje.

- Eso estoy esperando pero hasta ahora nada - voltea a verme - Si no eres atleta, entonces ¿que eres? Si mal no recuerdo comenté que soy escritora, pero no recuerdo el tuyo.

- No hable mucho de mi creo - recuerdo.

- Eso te hace un poco sospechoso - toma otro sorbo de café.

- ¿Como un acosador? - bromeo.

- Como un periodista - apuesta ella calentando sus manos alrededor de su taza.

- Lejos - digo. La mesera llega con mi jugo y le agradezco, se va y le respondo - Soy empresario.

- Por supuesto - asiente Aurora complacida. Ya lo suponía - Aunque empresario es un término muy general, ¿tienes una especialidad? Si no te molesta la pregunta.

- Usualmente me molestan, pero ahora no es el caso - admito tomándome mi jugo - Soy propietario de la corporación Kepler's. Mi empresa principalmente es de bancos, pero ya nos extendimos a casinos, discotecas, hoteles y una aerolínea.

- Ok...- comenta anonadada - Eso si no lo suponía.

- ¿Que suponías entonces? - pregunto curioso acomodándome en la silla.

- Un futbolista de un equipo famoso - comienza a narrar mientras movía sus manos para expresarse - Con unos dos lamborghinis y unas tres novias rubias pintadas.

- Eso estuvo bueno - suelto una carcajada - Aunque si tengo lamborghinis. Pero no tengo tres novias, ni una.

- Estuve cerca - sonríe Aurora.

- Ni un poco - aseguro burlándome igual.

Nos reímos un rato más, y charlamos otro poco.
Me sorprende la cuanta información que solté a una media desconocida, normalmente soy totalmente cerrado y no hablo nada de mi pero con Aurora se van rápido las palabras y pensamientos.
Me pregunto que es lo que tendrá que me hace esto.




Aurora

Fue una divertida y larga mañana conversando con Will, es muy divertido y fácil hablar con él.

Después de desayunar, cada uno se fue a su habitación a cambiarse pues la terraza se empezaba a llenar de gente e igual que el crucero. Yo estaba con mi pijama y él con su ropa deportiva.

Me río en la ducha al recordar como me levanté apresurada pues estaba en mis peores fachas y todos me miraban.

Me despedí de él aunque no quería hacerlo.

- ¿Como te busco? - pregunto antes de irme corriendo a ocultarme.

- Fácilmente me encontrarás - me responde Will mientras sonríe, repitiendo lo mismo que le dije anoche.

- No lo creo - comenté - Pero acepto el reto.

Me pongo mi ropa de baño azul, que tenía unas pequeñas rosas en los tirantes de la espalda. Iré a la piscina aunque no es mi lugar favorito

Una vez que camino casi por todo el crucero, que es inmenso, llego a la piscina más grande.
Pido una limonada frozen desde mi tumbona frente a la piscina, como imaginaba, mucha gente.

Estoy con mi celular un rato hasta que decido dejarlo y tomar el sol. Las señoras de mi lado empiezan a murmurar y como buena chismosa, trato de averiguar de que se trata.

Todas miraban una dirección entre risitas, volteo a ver lo que llamaba la atención de las señoras y para mi sorpresa era Will.

Sin camisa, todo mojado con sus lentes de sol y una toalla blanca en su hombro derecho. Su cabello negro empapado y sus piernas largas.

Se ve tan guapo, varonil y con perfecto abdominales, y para mi suerte, va caminando hacia mí.

Perdidos en la islaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora