Capitulo 34

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Pamela Parker

Veo la televisión. Las noticias han bajado un poco acerca de Will y Aurora pero igual siguen. La clínica tiene igual un montón de periodistas afuera aún.

Aurora sigue sin despertar. Hoy la he lavado con paños húmedos y el doctor vino a revisarla.
Dijo que todo andaba bien y que espera que despierte pronto. Eso mismo me dijo ayer.

Escucho que tocan la puerta y anuncio a que pasen, pensando que quizá eran las enfermeras o el doctor.

- Hola...- abre la puerta Mark.

- Qué tal - sonrío levantándome del sillón, bajándole un poco el volumen del televisor. No lo esperaba aquí y nose porque me alegró tanto.

- ¿Ha venido el doctor? - pregunta mirando a Aurora.

- Si, dijo que todo iba bien - comento tratando de soñar tranquila  - ¿William?

- Un poco abrumado, vino su mamá y hermano que son un poco intensos - confiesa apoyándose en el marco de la puerta.

- Supongo que estaban preocupados - digo y Mark asiente- ¿Vamos a la cafetería? Estoy comenzando a tener hambre.

- Si, claro - asiente Mark sonriendo, creo que él vino para eso.

Apago el televisor y salimos de la habitación. Cierro la puerta cuidadosamente para no hacer ruido.

Caminamos por el pasillo y ya estaba por doblar a la esquina por donde es ma cafetería de la clínica.

- Porque no mejor...- comenta Mark señalando el ascensor - Salimos afuera a cenar.

- ¿No te gusta el puré del hospital? - bromeo.

- Honestamente no - sonríe - Vamos. Te invito a cenar.

La pienso un poco, realmente no quiero alejarme de Aurora. Pero también me cansé de comer la comida de siempre de aquí.

- ¿Sabes que? ...mejor no - Mark avanza hacia el comedor. Nervioso e inseguro - Aurora sigue inconsciente y debemos estar cerca.

- Supongo que me llamarán a mi teléfono  - digo y Mark se detiene volteándose a verme- Vamos, pero no a un lugar muy lejos por favor.

- Esta bien - sonríe de oreja a oreja Mark.


Mark Hoffman

No sé porque me puse tan nervioso. Yo jamás dudo. No se porque me aterraba la respuesta de Pamela. Jamás ninguna chica me ha dicho que no pero no se porque con ella siento que siempre será así. Es tan inteligente y hermosa, con cara de pocos amigos pero por eso hace que sus risas sean más hermosas aún. Supongo que tengo miedo al rechazo de alguien que realmente me gusta. ¿Me gusta?

Llegamos al sótano de la clínica donde es el estacionamiento.

- Los periodistas siguen afuera - digo caminando hacia mi auto - Hay que evitarlos.

Pamela asiente y su auto que está al costado del mío suena. La volteo a ver ya que ella abrió los seguros.

- Vamos en el mío - indica mientras camina a la camioneta.

- Pero... mejor en mi auto - sugiero viendo a mi bebé. ¿Quien es su sano juicio prefiere ir en cualquier otro carro en el porsche 911?

- ¿No qué hay que evitar a los periodistas? - pregunta abriendo la puerta del piloto de su camioneta - Tu auto llama mucho la atención.

- Como no lo haría...- digo sonriendo a mi auto.

Pamela se sube a su camioneta y cierra la puerta. Salgo de mis pensamientos y voy hacia su auto. Me subo en el copiloto, sintiéndome extraño. Este no es mi asiento, es el de piloto. Siempre.
Realmente teníamos que ir en el mío, no hay quien no se impresione de cómo es por dentro y además de cómo lo manejo.

Perdidos en la islaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora