Capítulo XI; Entre insinuaciones, "amistad" y Park Jimin.

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—¡Ven aquí, princesa Chaeyoung! —Jin sonrió, colocándose de cuclillas y abriendo sus brazos para recibir a un pequeño ser humano que apenas lograba pasar sus rodillas

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—¡Ven aquí, princesa Chaeyoung! —Jin sonrió, colocándose de cuclillas y abriendo sus brazos para recibir a un pequeño ser humano que apenas lograba pasar sus rodillas.

—¡Príncipe Jin! —dijo eufórica, corriendo para ser atrapada por el susodicho.

Namjoon observaba el panorama, sonriendo enternecido por ello. Los hoyuelos que tanto lo caracterizaban se marcaban con orgullo al ver a su jefe y amigo siendo la persona más dulce del universo con su hija. Y a pesar de estar teniendo un comienzo horrible esa mañana, puesto que su ex esposa se negaba a cualquier acuerdo que el de piel morena ofreciera para estar en paz, la escena era realmente adorable.

Tenía en claro que su ex quería perjudicarlo a toda costa y hoy lo comprobó. Él se sentía tan molesto de estar en una situación como esa, no por el divorcio, no por la madre de su hija, sino por la maldad que Hyejin dejó a la vista desde aquel día en el que Namjoon decidió que lo mejor para ellos era separarse, dándole todos los argumentos para que ella lo entendiera. Además de dejarle en claro que en su relación alguna vez hubo amor, pero ese amor se fue con el pasar de los años gracias a las acciones cometidas por cada uno, y porque Kim poco a poco comenzó a sentirse atraído por su jefe. Sí, el mismísimo Kim Seokjin se adueñó del corazón de aquel cirujano ortopedico.

No estaba en la edad de comportarse de forma inmadura con respecto a lo que sentía. Era un adulto y él ya conocía lo que significaba que su cuerpo quedara estático siempre que Seokjin aparecía frente suyo, o también cuando sus mejillas dolían muchísimo por sonreír al escuchar al mayor contándole historias interesantes o hablando de su día. Era una sensación hermosa, una sensación de calma que no experimentaba desde hacía tiempo, y el día que le confesó su estado sentimental a Hyejin, experimentó un efecto liberador.

—Rey Kim Namjoon, aquí está la princesa más bonita que mis ojos han visto. —Jin se acercó y unió la mano del menor con la de Chaeyoung. Lo dicho por el mayor, hizo reír a la pequeña niña.

—¡Por supuesto que soy la princesa más bonita que el mundo ha visto! —exclamó Chaeyoung, sonriendo con una pureza encantadora.

—Gracias, príncipe Jin —Lo observó por escasos segundos y se dirigió a su hija—. Chaeyoung, ve a buscar tu bolso. Mamá ya viene por ti.

Con obediencia, Chaeyoung asintió y fue en silencio a buscar sus pertenencias.

—Tendré que alejarte de ella. Ya se parece a ti al decir esos comentarios, Jin. Eres una mala influencia para mi hija —bromeó, haciendo reír al hombre y sintiéndose bastante orgulloso por lograrlo. Él podía mejorar su día con solo dedicarle una sencilla sonrisa y mirada.

Jin lo volvía loco, desordenaba sus ideas, sus pensamientos y sus palabras, y esto último ha causado bastantes episodios donde pasó vergüenza por no lograr formular de manera correcta una simple oración. Jin rondaba en su cabeza todo el tiempo, y sus ojos siempre lo estaban buscando, así como también su boca pronunciaba su nombre siempre que la oportunidad se presentaba, hábito que se transformó en un motivo por el cual sus amigos se burlaban e intentaban imitarlo.

Enchanted To Meet You | YoonMin (Serie Only, 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora