Capítulo XV; No podemos tener el control de todo.

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Taehyung suspiró, acomodando disimuladamente su cuerpo mucho más cerca de Jungkook, quien estaba concentrado en "Call me by your name", la película que el mayor sugirió para la cita que ambos habían organizado en el departamento del susodicho

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Taehyung suspiró, acomodando disimuladamente su cuerpo mucho más cerca de Jungkook, quien estaba concentrado en "Call me by your name", la película que el mayor sugirió para la cita que ambos habían organizado en el departamento del susodicho.

De vez en cuando una risa se colaba por los labios del menor, u otras veces unas lágrimas saladas que le impedían ver la pantalla a la perfección. Pero no podía impedir que las emociones se desbordaran por su cuerpo, puesto que se consideraba alguien bastante sensible en ese aspecto.

—Te odio, Oliver —murmuró el pelinegro después de unos cuantos minutos procesando el final de la película.

—Era 1983, en Italia, ¿qué esperabas, una revolución gay?

—De todo, menos un idiota como Oliver. ¿Quién diablos llama al amor de su vida para informarle que va a casarse con otra persona porque "eso es lo correcto"? Es estúpido. Tengo la hipótesis de que nunca lo amó de verdad, sólo era un hetero curioso, esos engendros del diablo que no deberían existir —refunfuñó, arrugando el puente de su nariz.

—Te lo tomas muy personal —rió el pelirrubio—. Yo pienso que no fue así, y debió ser difícil para Oliver ocultar sus preferencias en una sociedad que constantemente te criticaba y te odiaba por ser "diferente" a lo normal en esos tiempos.

—Lo normal no existe, Taehyung.

—En 1983, en Italia, si existió. Sin embargo, continúa existiendo en algunos lugares, como aquí, en Corea por ejemplo —Le respondió, separándose de la anatomía del menor para poder conectar sus orbes con los ajenos.

—Es por esa razón que agradezco tener unos padres tan buenos que me aman a pasar de todo. ¿Y tú, corres con esa suerte? —Taehyung negó, apartando la vista y Jungkook captó que no debían entablar una conversación como esa por el momento. Lo entristeció, siendo sincero.

Muy de vez en cuando pensaba en todos esos adultos que se rehusaban a amar a sus hijos sin importar el resto. A Jungkook le producía un fuerte rechazo quienes preferían la muerte de sus hijos en lugar de amarlos y aceptarlos, ¿qué diablos sucedía con el mundo en el cual había nacido? ¿Por qué esconder con máscaras falsas a las personas que, en realidad, eran unos monstruos? ¿Por qué existía tanta crueldad allá afuera?

Fue entonces que decidió ofrecerse a sí mismo como un refugio para Taehyung, él le extendió sus brazos y esperó a que el mayor se dispusiera a aceptar su abrazo porque era lo único que se le ocurría para ofrecerle. Estando consciente de que una acción tan sencilla como esa no cambiaría la desordenada y triste vida del cirujano, decidió darlo de todas maneras. Quería que Taehyung se sintiera apoyado y seguro, y por supuesto que así fue.

Mientras pasaba el tiempo, un reconfortante silencio se presentó con ambos jóvenes que se hallaban perdidos en sus mundos. Jungkook admiraba en Taehyung sus ojos color marrón claro que desprendían un brillo centelleante y hermoso, él podía prometer en nombre de toda su familia que nunca se había cruzado con unos orbes como aquellos, tan irreales y expresivos. Le fascinaban, y podía decirse que estos eran su parte favorita de la anatomía del mayor.

Enchanted To Meet You | YoonMin (Serie Only, 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora