[ 𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐀 '𝐎𝐍𝐋𝐘' ]
«Encantado de conocerte.»
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Yo, Min Yoongi, lo tenía todo; sin embargo, seguía siendo insuficiente. Y por años continuó de esa manera hasta que un día él y yo nos conocimos de la forma má...
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Jungkook conducía con su mano izquierda sobre el volante al ritmo de Coldplay, su banda favorita en esos últimos tiempos. No había canción que no le gustara, y era un fanático total, pero cuando alguien más le preguntaba con curiosidad cuál era su canción favorita, él tenía la costumbre de no responder porque ha podido comprobar que al decirlo, las personas lo tachaban de ser un seguidor por moda, entre otras cosas que le causaban mucha incomodidad.
Pero "Paradise" era su preferida, y fue la primera canción que oyó cuando era más joven, a sus catorce años. La banda había llegado en el momento justo de quiebre en su vida, entre tantos momentos difíciles por el rompimiento de varias relaciones amistosas, la casi separación de sus padres causados por las constantes peleas debido a los problemas económicos que transcurrían en ese entonces, y ese sentimiento de torturadora soledad que incluso lo acompañaba en su presente, pero que en su adolescencia era un sentimiento triplicado que destruía su corazón, que lo afectaba en todos los sentidos.
Coldplay eran de las cosas más importantes que alguna vez ha tenido en su vida, aunque no los escuchaba con frecuencia en esos meses por falta de tiempo; ellos eran su refugio, y su música fue la única forma que encontró para salvarse a sí mismo.
Por eso, encontrar a Taehyung y que este supiera muchas canciones de ellos y que las cantaran al unísono fue... mágico.
De vez en cuando le echaba un vistazo al oírle cambiar de notas con tanta facilidad, ambos dirigiéndose a ese sitio demasiado importante para Taehyung, pero terrorífico para Jungkook.
El cementerio de Daegu, lugar donde descansaban los restos de los abuelos Kim.
Taehyung quería presentárselos hacía tiempo, pero nunca encontraban la manera de hacerlo debido a sus diferentes horarios. Finalmente decidieron aprovechar al máximo la semana de conferencias médicas para hacer lo que quisieran.
El mayor le obsequió una sonrisa muy hermosa cuando sus ojos claros también lo vieron. Rayos, sintió cómo rápidamente se desplomaba por sus encantos. Jungkook se estaba enamorando de Taehyung y quizás le intrigaba si a este le sucedía lo mismo, aun cuando ambos fueron sinceros con lo que querían y lo que sentían.
Los meses conociéndose habían transcurrido de maravilla, parecía casi perfecto lo que estaban formando.
—Dobla aquí, Jungkook —Indicó el mayor y el susodicho obedeció, segundos más tarde el motor del auto se apagó.
Ambos cirujanos se desabrocharon sus cinturones y bajaron de sus respectivos asientos, y tomados de la mano, ingresaron al lugar.
Eran miles de hectáreas repartidas en secciones y se tardaron varios minutos en llegar al lugar de descanso de los abuelos de Taehyung, a quienes este no visitaba desde la finalización de su residencia hacía algunos años atrás. No le gustaban esos lugares ni tampoco soportaba el vacío que se creaba en su pecho en el momento que tenía enfrente de él aquellas lápidas grises.
