Capítulo XIII; Exquisito pecado.

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"No quiero", las palabras del mayor retumbaron en su cabeza

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"No quiero", las palabras del mayor retumbaron en su cabeza.

«Resulta que yo tampoco quiero escucharlo de tu boca, Min Yoongi», quiso decir. Por enésima vez su boca se abrió, y en vez de formular aquellas palabras, Jimin ahogó un gemido.

El impulso pudo más que su propio razonamiento, pero no se atrevió a mover sus labios. Los dejó inmóviles y a la espera de una reacción. Yoongi sabía lo que estaba haciendo, más no sabía de qué lugar recóndito de su anatomía pudo haber conseguido el coraje suficiente para besar a Jimin.

El toque lo dejó atónito, nervioso y dudoso por la próxima decisión que Yoongi había dejado que tomara. Sin embargo, los dos eran la debilidad del otro y hacía semanas que ninguno se tomaba la molestia de esconderlo. Era una realidad de la cual ambos han sido conscientes desde que Jimin enfermó y los días y noches que Yoongi pasó a su lado en esa cama de hospital, días que le sirvieron para aceptar que el menor comenzaba a ocupar una importancia diferente en su vida.

Fue así que, con un revoltijo en el estómago causado por los nervios y el sentimiento de satisfacción que le provocaba a ambos volver a unir sus labios luego de meses, Jimin se abalanzó sobre Yoongi. Tomó su labio inferior y lo mordió, acción que fue imitada por el mayor.

—Mmhh...

Jimin tiró de la camisa de Yoongi para profundizar el beso, ahogándose entre esos labios que intentaban deshacerse de los suyos a base de mordidas, succiones e implementando la desesperación combinada a una brutalidad jodida, mientras tanto se conducían al escritorio del mayor.

El pelinegro acabó con su escritorio, lamentándose un poco por las fotografías que decoraban allí. Sin embargo, le restó importancia al asunto para permitir que Jimin se sentara sobre el frío vidrio que cubría la pulida madera color marrón. Y cuando se acomodó, las grandes manos del neurocirujano tomaron el rostro del menor para profundizar el beso cuanto se le fuera posible; iniciaron un juego sucio entre sus lenguas, enredándolas y chupeteándolas.

Jimin utilizó su brazo izquierdo como soporte y su mano derecha sostuvo la muñeca de Yoongi, clavando sus uñas y apretando con fuerza, sacándole jadeos y quejidos roncos.

El clima en la habitación fue cambiando al transcurrir los minutos, ambos amantes fueron apegándose más al otro, eliminando todo el espacio que los separaba.

La atracción era maravillosa, tentadora e insoportable cada vez que debían separarse para inhalar bocanadas bruscas de aire para llenar sus pulmones antes de regresar a la misma acción de besarse sin control, fundiéndose en el otro.

—Hagamos esto, daddy.

Aquellas palabras fueron como un botón de encendido para Yoongi, y había pasado un largo tiempo desde la última vez que gozó de oír a Jimin llamarle de esa forma.

Enchanted To Meet You | YoonMin (Serie Only, 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora