Capitulo 51 (penúltimo)

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-ay dios mío.- la mujer se llevó la mano a la boca al verme así

-mierda

Me di vuelta de modo que solo viera mi espalda

-Ton...-escuche la voz- ¡mamá! ¿que haces acá?

Inconscientemente me gire para ver a mi salvación entrando al baño. Seguía preguntadome porque su madre seguía ahí parada.

Abrió la boca lo más que pudo mientras me miraba y después a su mamá

-pero que... ¡mamá! dios.- agarro su brazo y la saco del baño mientras seguía murmurando cosas.

Me quedé observando la puerta sin reaccionar, ni siquiera sabía qué hacer. Mierda, su padre seguro no demoraría en subir con una pistola. No sabía si reír o llorar.

De repente, ella apareció en el baño y cerró la puerta. ¿Donde dejó a la mujer? la observé mientras alcanzaba la toalla y se acercaba rápidamente.

-Toni... mierda.- maldijo

Cerré el agua y agarre la toalla, me seque mientras sentía su mirada en mi cuerpo.

-no estamos para esto.- dije enrrollando la toalla en mi cuerpo- dónde está tu mamá?

-esperando en la habitación

-que se supone que tenemos que hacer?

-no lo sé, vestite y salí, Toni, por más imposible que parezca.

-no vamos a arreglar nada. Se nos salió de las manos esto.- tomé una respiración profunda, mientras cerraba los ojos para pensar que hacer.

Cuando los abrí, ella ya no estaba, se había ido con su madre. ¿Que quería que hiciera?

Salí y observé a su madre con los brazos cruzados, la cara llena de enojo y confusion.

-¿cómo se atreve?.- pregunto acercándose.- ¿no le da vergüenza? ella es una nena!

-mamá tengo diecisiete años

-Cheryl cállate, cállate o te juro que no respondo

Volvío mirada a mi y negó con decepción. No sabía qué decir, sabía que tenía razón y que tenía todo el derecho de estar enojada conmigo, mierda tenía tanta razón y yo lo sabía.

-¿que va a decir profesora Topaz?.- pregunto- ¿hace esto con todas sus alumnas o mi hija es la primera?

-señora, por favor

-por favor nada ¿por qué mi hija? ¿a cambio de que le pidió hacer esto con usted? está enferma

-¡mamá!

-callate y abrí los ojos Cheryl, se está aprovechando de vos, nada más

-señora, permítame decirle que esta equivocada

-no, no lo estoy, cree que no me doy cuenta de sus verdaderas intenciones? no me como el cuento de que usted está enamorada de mi hija porque eso no es verdad

-¿cómo podría usted saber eso?

-por el simple hecho de que esté comprometida

-¿que?.- pregunto Cheryl sorprendida y con decepción

La mire

-yo rompí ese compromiso, lo juro

-claro que no, usted no rompió nada. Deje de mentir y vayase de mi casa si no quiere que vaya esta misma tarde a hacer la denuncia

-yo rompí con ese compromiso, Cher.- insistí mirándola y acercándome a ella- escúchame.- exclamé

Ella me miraba con decepción. Mierda, había creído la mentira de Alexa

-vayase.- su madre me empujaba para la puerta

-¡escuchame!.- intenté hacerla entrar en razón

La mujer abrió y me empujó

-si no se va ahora, mi marido viene y seguro que la denuncia. No quiere eso, verdad? váyase de mi casa y no busque más a mi hija.

-la acompaño hasta el portón, profesora.- escuché una voz

Giré mi cabeza y vi a su Nana, aquella mujer que siempre me ofrecía galletitas y me trataba bien, ahora me miraba con desprecio.

-¡no! abran la puerta.- insistí

La puerta se abrió, en su cara se veía el enojo y la decepción.

-no quiero verte Toni

Esas palabras me dolían como mil cuchillos clavándose en diferentes partes de mi cuerpo, todos a la vez.

-por favor

-no, quiero que te vayas ahora

Rápidamente, agarro mi brazo y me llevo para el portón, no me interpuse, tal vez fuera de ahí le podía explicar lo que estaba pasando

Cuando llegamos al portón, se acercó y empezó a darme puños en el pecho, mientras sus ojos se llevaban de agua, mierda me dolía mucho verla así. No podía.

-creeme por favor

-me mentiste, ¡como siempre! siempre me ves la cara de idiota, siempre me mentis, siempre me haces daño. ¡Siempre!

-no, no, no

-¿ibas a casarte y todavía me decías que me amabas? sos una infeliz, yo confíe en vos, dios, lo hice después de todo lo que me había hecho. ¿Pero de qué me sirvió? solamente me lastimas.

-escuchame por favor

-no voy a seguir escuchando mentiras

-por favor, salga de mi casa ahora mismo y no pongo la denuncia.- dijo su padre

-cuando te dije que te amaba, no te mentia. Te amo y no puedo ocultarlo. No puedo seguir viviendo así. Te necesito, más de lo que pensas.

-¿me necesitas? por favor! obviamente que no. Cualquier puta puede hacerte lo que quieras, incluso mejor que yo, haría más de lo que me propones que hagamos. Eso es lo único que necesitas de mi, que me abra de piernas y te complazca con todas tus.... mierda.- se llevó las manos a la cabeza- andate, andate Toni.

-por dios, escuchame...

-que te vayas!.- me empujó, haciéndome caer.- no vuelvas Toni, nunca más.

Tome fuerzas y me levanté, la vi voltearse y dirigirse a su casa

-maldita sea, no puedo.- negué y corri a ella, la agarre del brazo, obligándola a estar frente a mi- no en hagas esto.

-vos me hiciste todo esto, vos me enamoraste para destruir mi corazón, lo volviste pedazos Toni. ¿Después de todo lo que me costó perdonarte, me salís con todo esto?

-es mentira- murmuré, agarrando su cara con mis manos- decime que no me amas, decime que no me amas y me voy.

-eso no importa ahora Toni.- negó haciendose hacia atrás- lo único importante es que te quiero fuera de mi vida.- abrió la puerta, entro y cerró la puerta.

Era el fin... se había terminado.



Mi profesora - ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora