El cielo está parcialmente nublado, sin recordarlo; el país entró en época de lluvia. Acomodaste la bufanda que se encuentra alrededor de tu cuello, el aire se siente algo frío y aunque parece que va a llover, el día es bonito. Estás concentrada viendo por la ventana, Shinobu no está contigo y lamentablemente le tocó en un grupo diferente al tuyo, por ende estás sola sin hablar con nadie. Nunca esperaste que esto pasara, tampoco pasó por tu mente que ustedes dos se separaran, les tocó por dos años juntas así que creyeron volvería a suceder.
Iniciar el tercer y último año de clases es algo extraño, te sientes como cuando llegaste, tu mejor amiga no está contigo y tus sentimientos por un profesor son un problema.
—¿_______-chan? —te preguntó una de tus compañeras, volteaste a verla.
—¿Si?
—Escuché un rumor de que Rengoku sensei te solía dar clases —cerraste los ojos.
Una sonrisita de molestia apareció en tu rostro, y también recordaste la sensación del beso que se dieron. La seguiste escuchando, intentando fingir no sentirte molesta por ese tipo de preguntas; las chicas que gustan de Kyojuro, a veces suelen preguntarte eso, incluso cuestionan si tus malas calificaciones eran a propósito; también comenzaron a presumir lo mucho que se esforzaban para recibir sus elogios. El hecho de estar en tercer año, las hizo tener un aire de esperanza imposible, que nunca sucederá (por lo menos con ellas) y gracias a ello; te molestan a ti. Apenas pasó una semana, y ya tenías a muchas compañeras sobre ti tratando de ser tus amigas, mientras preguntaban por Rengoku; esa es la razón por la cual extrañas mucho a Shinobu.
—Tú recibiste clases de su parte... Yo soy lo demasiado tímida para pedirlo —estaba jugando con sus dedos mientras desviaba la mirada.
En ese momento abriste los ojos, tu confusión no pudo ser mayor. Historia ya no es tan importante, y de las 4 horas que tenías a la semana ahora solo te dan una. Para colmo tu tutor es Kyojuro, así que tutoría tampoco es la materia más difícil del mundo.
—Disculpa —ella te miró. —Pero yo no se lo pedí en esa ocasión, si va a ser un bien para ti, debes de pedirlo tú.
«Yo no se lo pedí en esa ocasión...» de alguna manera sonó pretencioso. El desde un principio dijo que te ayudaría, tú solo aceptaste porque realmente estabas mal, al final comprendiste la materia y te enamoraste, la fórmula salió mal, pero fue efectiva.
—¡Así que no te preocupes! Es alguien amable, no temas mucho en pedirle algo así, seguro acepta —añadiste al ver la expresión que había puesto la chica.
—¿N-no sería posible que me ayudaras? —insistió.
—¡Es súper imposible!
Tus brazos formaron una "x", mientras mantenías la sonrisa en tu rostro.
—¡Esfuerzate! Si pones empeño tu sola, Rengoku te reconocerá —ella sonrió.
Por lo menos esta chica fue sutil, hace un par de días unas te pidieron que le preguntaras sobre su número, el cual obviamente tienes pero omitiste ese dato. Tus anteriores compañeras eran tranquilas, preferiste escucharlas hablando de Sanemi y Tomioka, te sorprende las pocas que hablaban de Kyojuro, pero ahora que lo recuerdas era más tranquilo. Ella regresó a su asiento sin agradecer, suspiraste, no era la primera vez y comenzaste a acostumbrarte desde el tercer día. Sacaste los muñecos que Oba te regaló aquella vez, mientras te recostabas sobre tus brazos los observaste.
Durante los últimos dos días habías intentado acercarte a Kyojuro para hablarle, sin embargo algo te lo impedía, eran tus compañeras o le surgía algo a él, tampoco querías mandarle un mensaje porque deseas hablar de frente, así que estás comenzando a dudar y en realidad debes confesarte.
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Profesor |Kyojuro Rengoku x lectora|
FanfictionNuevo ingreso a una buena academia, estás preocupada por lo difícil que podría ser este nivel o como te adaptarás a el pero... hay alguien, alguien que te hizo sentirte cómoda en todo momento; un profesor, Kyojuro Rengoku, maestro de historia. Él te...