Capítulo 42

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Mirándote al espejo acomodaste tu corbata, se siente algo extraño tenerla después de no llevarla durante mucho. Un suspiro salió de tu boca, no quieres pensar en el interrogatorio que Shinobu te hará, aún no se te ocurre algo para responder. Te diste media vuelta para tomar el peine y peinar tu cabello, en cuanto terminaste saliste de la habitación y tomaste tus cosas. Miraste la hora en tu celular, tiene poco más de media hora que Kyojuro se fue, ahora tú también vas a ir camino a la escuela, pero aunque fue un día se te está haciendo raro ir.

Saliste con camino al colegio, caminaste a paso rápido, en cuanto llegaste fuiste directo a tu salón de clases, dejaste tus cosas en tu lugar.

—¿Cómo estás? —preguntó Yuu sentándose a un lado tuyo.

—Buenos días —saludaste. —Bien gracias, ¿y tú?

—Shinobu y yo nos preocupamos por ti ayer, ¿todo bien?

Una sonrisita se formó en tus labios, moviste la cabeza con cuidado de arriba a abajo, fue un movimiento algo sutil, pero en definitiva entendible. El azabache suspiró, tu respuesta tan corta y simple no le da información, está feliz de que ya te encuentres junto a él, pero aunque no se la debes, de alguna manera espera una explicación.

—¡Me alegra tener amigos que se preocupan por mí!, disculpa por haber tardado tanto en responder tus mensajes —cerraste los ojos uniendo los dedos de tus manos.

Una risita salió de tu boca. Tu compañero desvió la mirada, se cruzó de brazos, no quiere verte actuar de forma tan "tierna" y con energía, le es raro verte así, aparte de que te ves linda, pero le es muy extraño.

—De alguna manera el descanso te sentó bien, ¿no es así? —volvió a verte.

Abriste los ojos nuevamente, te acomodaste en tu lugar y pusiste tu vista encima suyo.

—¿Por qué crees eso? —cuestionaste con curiosidad.

—Estás diferente, traes la corbata, cambiaste tu peinado y el brillo de tus ojos es lo que más te delata —señaló cada cosa que mencionaba.

Tu cara se calentó, estás segura de que tus mejillas también se ruborizaron, dejaste de verlo, cubriste tu rostro con tus manos; «¿Es demasiado obvio...? Ay». Yuu al ver que te pusiste de esa manera, se puso nervioso, creyó que había dicho algo malo y esa no era su intención, para nada. Se levantó de su asiento poniéndose a un lado tuyo, una de sus manos fue a dar a tu espalda y empezó a dar suaves palmadas. Lo miraste sin saber que decir, estabas pensando en una manera de excusarte por los cambios, y que no se relacione con tu falta el día anterior, sin embargo, no esperabas esa acción por parte de tu amigo. Él abrió los brazos, ladeaste la cabeza al no entender.

—¿Quieres un abrazo?

—¡N-no! —respondió nervioso. —¿Tú no quieres uno?

—Ven acá —te levantaste para abrazarlo.

Yuu no creyó que de verdad lo hicieras, se sintió raro con la calidez de tu cuerpo. Como quedaste mirando hacia la puerta, viste cuando entró el profesor por la puerta, tus mejillas de nuevo te tiñeron de rojo, Kyojuro te está viendo abrazar a tu amigo. Le sonreíste con nervios y te separaste del azabache.

—¡Buenos días, chicos!, ¿por qué no me dan un abrazo a mí también? —bromeó riendo mientras dejaba sus cosas.

Esperaste hasta que Yuu dijera algo, no querías decir una tontería.

—¡N-no es lo que piensa, Rengoku-san! —exclamó haciendo un vaivén con sus manos.

Miraste a tu amigo.

Profesor |Kyojuro Rengoku x lectora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora