¿Cómo pasó tan rápido el tiempo? En tan sólo unos meses ya había llegado la entrega de boletas, las primeras calificaciones del año y estabas asustada. No por matemáticas, biología o cosas triviales como esas, lo que te asusta es historia... Pese al esfuerzo combinado con la paciencia de Kyojuro, no estabas dando una. Simplemente querías matarte de no recordar cosas tan simples para los demás.
—¿Estás bien ______? —cierta voz apareció a un lado tuyo mientras pensabas.
Volteaste y te encontraste con una sonrisa radiante como si fuera el mismísimo sol, brindándote un calor y tranquilidad tremendos, tanto que casi olvidas tus problemas... Sin embargo aunque sea Rengoku, te daba pena decirle cuales eran tus preocupaciones debido al tiempo que te dio, ¿no sentiría vergüenza de ti?, quizás pensaría que fue una perdida de tiempo y dejaría de ayudarte. Él no parece alguien malo, no como Sanemi pero hasta te fue mejor en la materia del peliblanco y eso lo tienes muy entendido. Tu mayor problema es únicamente el esfuerzo que Kyojuro pone en ti y que tú sólo no puedes centrarte.
—No importa que sea, recuerda que puedes confiar en tus maestros —la energía en su voz se suavizó se volvió más dulce.
Eso fue un golpe directo al corazón.
—Por lo menos puedes confiar en mí, cuentame que sucede... ¡Busquemos una solución juntos!
¿Cómo puede ser tan buen profesor? Suspiraste, no sabías si te dolió más o fue muy dulce y te ayudó.
—Creo que soy una pérdida de tiempo para usted... —soltaste en voz baja casi con un nudo en la garganta.
Decirlo tan directamente hacia él te dolía, por lo menos al pensar que su respuesta podría ser negativa.
—¿Entonces es por eso? —se quedó pensativo durante un momento.
No podías ni siquiera verlo a la cara.
—¡Podemos arreglarlo! —soltó con la misma energía de siempre. —Piensas que tú eres el problema, ¿no? Sin embargo aún no nos adaptamos a tus métodos de aprendizaje, ven a mi aula después de clases. Quiero hacerte una prueba para estar más seguro de como realizar que tu aprendizaje sea más fluido.
—Kyojuro... —de pura sorpresa su nombre salió de tu boca. —¡Usted realmente es un buen profesor!
Te lanzaste a abrazarlo, lo sorprendiste pero no se negó.
—¡Definitivamente espéreme en el aula!
El rubio quería decir algo pero prefirió callarlo, tu felicidad era increíble.
Cuando terminaron las clases Shinobu te acompañó al aula de Rengoku debido a que ella también debía esperar a su hermana. Pediste permiso y las dos entraron a aquel lugar, el profesor de historia las recibió con una sonrisa.
—Bienvenidas, tomen asiento por favor —él se paró y fue por unos papeles. —Shinobu, ¿también quieres hacer la prueba?
—¡No, muchas gracias! —una risita salió de su boca. —Yo estoy bien, si no entiendo algo mi hermana puede ayudarme, sólo estoy acompañando a mi amiga. ~
—Kanae aún no se va, ¿verdad? —preguntó Kyojuro volviendo a sentarse. —Aquí, _______. Contesta como veas más apropiado, no habrá ningún error, tranquila.
Dejó los papeles frente a ti y siguió hablando con la chica de puntas moradas. Te concentraste en lo que decían las hojas, eran preguntas muy simples pero terminaban siendo complejas al decidir la respuesta. Las leías dos o tres veces y después pensabas con profundidad así que terminaste contestando todo con lo que más sonaba parecido a ti pero aún estabas indecisa.
Le devolviste las hojas, él les dio un vistazo y después te miró regalándote una sonrisa tranquilizante.—Mañana te diré más apropiadamente como te ayudaré, ¿bien?
Shinobu se levantó, imitaste su acción mientras tomabas tus cosas.
—¡Vayan con cuidado, chicas! Recuerden estudiar.
Las dos se despidieron y tomaron caminos separados desde ahí.
• • •
Odiabas que fuera época de lluvia, es molesto llegar a casa medio mojada porque no tenías un paraguas para taparte. Por lo menos tus cosas no estaban mojadas y tu mochila sólo se encontraba húmeda, al entrar la dejaste a un lado de la puerta, buscaste a tu mamá...
No, no estaba.
Desde que se mudaron ahí trabajaba más que antes, no es que fuera tan malo pero en realidad a veces te gustaría pasar más tiempo con ella, hace un par de días le iba c a decir algo sobre tus calificaciones en historia (que no son tan malas pero te causa remordimiento) y alguien de su trabajo el marcó al celular, ella tuvo que responder y tu valentía se fue por el caño. Si en historia el profesor no fuera Kyojuro y su personalidad se pareciera a la de Sanemi o... Mejor dicho, y Sanemi y Kyojuro intercambiaran puestos como maestros, ya habrías reprobado en historia y ni como arreglarlo con Shinazugawa.
Fuiste a la cocina por algo para comer, tanta culpa y ansiedad hacían que te diera hambre.
Empezaste calentando tu comida, después de comer te cambiarías, harás la tarea después y esperarás a que tu mamá llegue para poder contarle con más detalle sobre tus calificaciones y como te fue en el día.
Cuando tu comida se calentó te serviste un poco, debiste de haberte cambiado antes pero eso no pasó en absoluto por tu mente. Tu celular empezó a sonar y lo agarraste, era un mensaje de tu madre preguntando si ya habías llegado a casa... Ups, habías olvidado avisarle como de costumbre.
"Sí, mama. Lo hice".
Tardó en responder y no te dijo nada interesante más que calentaras la comida.
Suspiraste, ya lo habías hecho, te encontrabas comiendo.
La dejaste en visto para seguir comiendo, ¿por qué no te permitó tener una mascota? Si te iba a dejar tan sola que fuera con un poco de compañía siquiera... Tu celular empezó a vibrar esta vez durante más tiempo, no fue una notificación se trataba de una llamada cuando viste la pantalla caíste en cuenta de que se trataba de Shinobu, no te gustan las llamadas pero siendo ella tu mejor amiga no dudaste en responder.
—¿Qué te parece salir hoy? —dijo ella apenas respondiste.
Casi te atragantas con la comida.
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Profesor |Kyojuro Rengoku x lectora|
FanfictionNuevo ingreso a una buena academia, estás preocupada por lo difícil que podría ser este nivel o como te adaptarás a el pero... hay alguien, alguien que te hizo sentirte cómoda en todo momento; un profesor, Kyojuro Rengoku, maestro de historia. Él te...