Capítulo 44

8.4K 634 1.4K
                                    

Cuando Kyojuro despertó se dio cuenta de que uno de tus brazos está rodeándolo, siente un molesto dolor de cabeza, pero es soportable, debe de agradecerle a Uzui por hacer que no siguiera tomando. Estiró su mano y tomó su celular para mirar la hora, al ver que aún era temprano decidió poner una alarma para poder seguir durmiendo contigo. Volvió a dejar su celular a un lado, se volteó para también abrazarte y cerró los ojos.

Cuando sonó la alarma quien se despertó fuiste tú, al abrir tus ojos te encontraste con el rostro de tu pareja, tiene una expresión tranquila mientras algunos mechones caen de su cabello sobre su rostro, te acercaste para darle un beso en la mejilla; abrió sus ojos con lentitud en el momento. El rubio se despertó, bostezó y tomó su celular para apagar la alarma, miró la hora. Iba a hablar, pero tú le ganaste, una gran sonrisa de felicidad apareció en su rostro al escucharte.

—¿Cómo te sientes? —preguntaste sentándote en la cama.

—Me siento bien, gracias, amor —respondió mirándote.

—Ahora los dos nos despertamos juntos —reíste.

—¡Quería quedarme durmiendo más tiempo a tu lado! —exclamó.

—Entonces... ¿qué te parece si nos damos un baño juntos?

A Rengoku le sorprendió tu propuesta, se acercó a ti y dejó un beso en tu frente.

—¡Me encantaría!, ¿te parece si vas mientras busco toallas y ropa? —preguntó revolviendo tu cabello.

—¡En seguida!

Te levantaste de la cama, saliste del cuarto y fuiste hacia el baño. Abriste la llave de la regadera para empezar a regular la temperatura del agua, no quieres que se quemen o algo por el estilo. Cuando encontraste la temperatura exacta, comenzaste a quitarte la ropa, Kyojuro llegó en ese momento exacto; no lo viste pues te encuentras de espaldas a la puerta la cual también estaba abierta, al verte sus labios se curvaron un poco, dejó las toallas en su lugar y sus ojos pusieron total atención en ti.

—Eres hermosa, ¿sabes? —mencionó acercándose para tomar la ropa que te quitaste.

—N-no digas esas cosas... Claro que lo sé —respondiste volteando a verlo.

—¡De verdad eres muy linda! —una risita se escapó de sus labios.

Tus mejillas se ruborizaron al escucharlo y verlo de esa forma, después de lo de anoche te sientes feliz que ahora éste igual de radiante que siempre. Decidiste meterte al agua pues ya estabas temblando de frío, dejaste que Kyojuro se desvistiera tranquilo. Tomaste el jabón para comenzar a lavarte, tu pareja entró junto a ti en un abrir y cerrar de ojos.

—¿Puedo? —preguntó refiriéndose al jabón.

Se lo diste, las yemas de sus dedos rozaron tu piel y su tacto te hizo estremecer, tragaste saliva. Están frente a frente, tus ojos lo están viendo a él, sin embargo, aunque está concentrado en ti; no lo es de la misma manera que la tuya. Está enjabonando tu cuerpo con sumo cuidado, está concentrado y a pesar de que se encuentra observándolo con detenimiento, no lo hace de manera lasciva. Uno de tus brazos se estiró para poder quitarle algo de cabello de la cara, los mechones que normalmente suelen estar hacia arriba, terminaron cayendo sobre su rostro debido al agua, así que los acomodaste para que pudiera ver mejor.

—Tú tambien eres lindo —dijiste cuando se detuvo.

Te miró con curiosidad.

—¿Te gusta mucho observarme?

No habías entendido el porqué de su cuestionamiento, pero cuando por fin lo hiciste, desviaste la mirada.

—Pues sí, eres mi pareja, eres atractivo y te quiero —dijiste cruzándote de brazos.

Profesor |Kyojuro Rengoku x lectora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora