Capítulo 13

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Kyojuro caminó hasta la puerta y de empujando un poco, entró. Tenía tiempo que no re reunía con sus compañeros y amigos, Uzui sólo dijo; "¡los veo a tal hora, en tal lugar, si faltan voy por ustedes!", sin embargo esa no fue la razón por la que el rubio se encuentra aquí; también quiere distraerse y enfocar sus pensamientos en otras cosas, se siente bastante mal desde la última vez que te vio. Camino un par de mesas, la mano de su extravagante amigo le hizo reconocer el lugar donde se encuentran los demás, se acercó y se sentó a un lado de Sanemi.

-¡Hace mucho no veníamos a un lugar así todos juntos! -dijo el más alto. -Gyomei e Iguro no pudieron venir, pero disfrutemos nosotros.

-¡Estoy de acuerdo! -entusiasta, el rubio apoyó.

-Que entusiasmo con ustedes dos -mencionó el de orbes amatista.

-Pidamos algo para comer -recomendó Rengoku.

Necesitaba algo así, despejar un poco la mente es lo mejor que le puede estar pasando a Kyojuro. Se siente tranquilo con sus amigos, en mucho no había dejado de preocuparse por lo que sentía, y aunque tiene una sensación extraña por dejarte de hablar de un momento a otro; sabe que es lo mejor, puesto que, está manteniendo la distancia que siempre debió de haber y que él rompió. Sin embargo como no era de esperarse, su calma se vio perturbada por una pregunta de Uzui, en su rostro apareció una sonrisita nerviosa, esperó nadie se diera cuenta.

-¿Ahora mismo se encuentran interesados en alguien? -preguntó Tengen. -No sé, una mujer que estén conociendo...

-Que pregunta más tonta -el de las cicatrices río. -Tomioka será incapaz de decir que sí.

-¡No creo que deba ser correcto decir eso, Sanemi! -lo defendió Kyojuro de inmediato. -¡Todos podemos enamorarnos de quién sea!

-No era necesario, Rengoku... -el pelinegro habló.

-¿Entonces te interesa alguien? -preguntó el peliblanco. -Las tontas niñas a las que les doy clase se quejan de mí, pero luego las escucho murmurar fantasías conmigo; son muy molestas.

-¡A mí me lo han dicho directamente! -Uzui habló. -Me han propuesto cosas muy indecentes.

-A mí también -se unió el azabache.

-¡A mí no! -dijo Rengoku. -Nunca me han dicho o he escuchado algo así.

El alivio se debió de haber visto en sus ojos, por un momento pensó en que tendría que responder a la pregunta; agradeció cuando su compañero hizo un comentario. Todos ahí presentes rieron, Kyojuro también; si bien lo que dijo es cierto, él sabe que hay alumnas las cuales gustan de él, sin embargo por obvias razones no pone atención. Lo que sabe es porque algunos chicos le avisan, incluso amigas de las mismas niñas que hablan sobre el rubio; pero nunca a escuchado o recibido algún tipo de propuesta que lo perjudique, así que por esa razón también le causa un poco de confusión el hecho de que comenzaras a gustarle, no le diste ninguna razón implícita alguna; sólo dijiste que no sabías mucho sobre historia y se puso a ayudarte, no hay más magia que eso.

-Tienes suerte, es molesto escuchar como fantasean tonterías -Sanemi tomó la palabra.

-Yo me lo pensaría -comentó Tomioka. -No podría ser capaz de salir o ser cercano a alguien de primero o segundo, con las de tercero me lo comienzo a pensar.

-¡Apoyo a Giyu! -habló el peliblanco. -Igual depende de que tanto me guste, no me arriesgaría por alguien que sólo me atrae.

«Por alguien que sólo me atrae...» el cerebro de Kyojuro se llenó de duda, ya lo sabía; sus sentimientos van más allá de que solo le guste tu apariencia y físico. Se atrevió a besarte, salieron juntos, pasaron tiempo ya no como alumna y maestro, sino como amigos. Incluso fue capaz de darte su número, está claro que no sólo le atraes, pese a saber eso... Es incapaz de aceptarlo, quizás su mayor razón es muy obvia, pero no se trata solo de ello. No tienen demasiada diferencia de edad, sin embargo estás más rodeada de jóvenes menores que tú, esa es la razón por la cual tiene dudas; si llegas a rechazarlo claro que lo superará, pero esa es su duda; no ha podido decirlo por lo mismo, tienes a muchas más opciones al rededor tuyo.

-Me alegra que Himejima no haya venido, estaría dándoles un sermón ahora mismo -dijo Sanemi riendo. -Pero comparto sus opiniones.

-Yo no lo sé -habló el rubio con una sonrisa. -Aunque si de verdad me gusta mucho sería capaz de esperarla...

-¡Parece que hablas de la experiencia! -río Uzui. -Tienes mucha razón, amigo.

-Es porque-...

Rengoku iba a confesar con sus amigos lo que sucedía, pero alguien le marcó.

-Disculpen -se levantó de la mesa y salió del lugar para poder responder.

Se trata de su hermano, Senjuro.

• • •

Te tiraste a la cama, diste media vuelta para acercarte al cajón de al lado, quieres contar el dinero que tienes ahorrado para poder mudarte sola. Sólo esperas a que pasen un par de meses para ser mayor de edad; un mes de vacaciones y otro cuando regreses a clases, no será mucho y ya estás acostumbrada a trabajar mientras estudias, así que tampoco te será tan difícil. Empezaste con los billetes, luego con las monedas, te causó algo de confusión puesto que contaste menos que hace un mes, buscaste tu libreta para ver la anotación que habías hecho, como te era habitual. Frunciste el ceño, confundida. No encontrabas la hoja donde anotaste cuando contaste el mes pasado, suspiraste dándote unos golpecitos leves en las mejillas; que tonta de seguro lo olvidaste.

Tomaste una pluma y escribiste lo de este mes, no recordabas nada del pasado, sabes que era más que ahora, sin embargo no te encuentras segura si tus pensamientos no se mezclaron con otros.

-Debo esforzarme más estas vacaciones, debo trabajar horas extra su es posible... -recogiste todas tus cosas y te paraste.

Caminaste hacía el cajón al lado de tu cama y cuando lo abriste, como abriste el equivocado; viste los dibujos que Kyojuro llegó a hacer para que te esforzaras en aprender. Eran cosas que él te dio para estudiar, tragaste saliva y recordaste lo que pasó entre ustedes dos; tal vez fue un simple beso, algo difícil de hacer para él, pero lo mejor para ti.

-Creo que en ese momento tomó su decisión -guardaste tu cajita con dinero en ese cajón.

Tomaste tu celular, lo buscaste para ver cuando fue el último mensaje que se enviaron, claro ya tenía mucho tiempo. Suspiraste, ¿se declaró y a la vez tomó distancia? Kyojuro es realmente inteligente.

-Que tonto que también me gustes... -murmuraste mientras aventabas tu celular a la cama. -muy tonto... Debería de visitar a Shinobu, ella podrá ayudarme.

Pensar que Shinobu fue quien provocó todo.

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Habrá una que otra modificación, sin embargo será más bonito!

Profesor |Kyojuro Rengoku x lectora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora