Terminaste de escribir y dejaste el bolígrafo a un lado, al bostezar cubriste tu boca con tu mano.
—Últimamente te ves algo cansada, ________-chan —comentó una de tus amigas.
—¿Has estado durmiendo bien? —preguntó otra.
Shinobu iba llegando en el momento en que te cuestionaron, así que mientras dejaba sus bebidas sobre la mesa, ella esperó tu respuesta para poder hacerte burla después.
—He estado viendo algunas cosas para mi boda, así que... Entre la tarea de la universidad, mi trabajo y los preparativos ya casi no me queda tiempo para nada.
—Hace poco cumpliste 20 años, ¿no eres muy joven aún?
—Cuando el amor toca la puerta, llega para quedarse ~ —una risita se escapó de la boca de Kocho.
—Ah, qué envidia —exclamó una de ellas. —Quiero una historia de amor tan bonita como la tuya, pero con alguien de mi edad... ¡Oye!
—No lo digas de esa manera, suena feo —la otra chica le dio un leve empujón.
—No, para nada —reíste.
—________-chan se siente realmente cómoda con ustedes, antes era una tortura siquiera hablar sobre él; ya que a la mayoría les gustaba demasiado.
Las dos chicas esbozaron una sonrisa al escuchar esas palabras, se inclinaron hacia ti y cada una tomó una de tus manos por encima de la mesa, te ruborizaste debido a tan repentina acción; Shinobu no dijo nada especial para que se pusieran felices o alegres, por ende también se te hizo raro tal acción. Aunque por más raro que se te haya hecho tú eres quien se siente afortunada de haber encontrado nuevas buenas amigas.
—¡Nosotras estamos agradecidas de conocerte! —confesó una.
—¡Eres una gran chica!
Sus palabras solo lograron que tu rostro se caliente más, tragaste saliva, de verdad se nota que son hermanas mientras se complementan entre sí. Te soltaron con suavidad.
—¡Tu prometido es atractivo, pero no es nuestro estilo o alguien que nos pueda llegar a gustar! —informó.
—Vaya, que honestas —la de puntas moradas rió.
—¡Es que ahora sí no hay otra manera de decirlo! Rengoku-san es guapo, pero muy masculino y maduro.
La chica del broche de mariposa y tú se empezaron a carcajear, las dos jóvenes frente a ustedes no entendieron el porqué de su acción, creyeron haber dicho algo malo o gracioso; negaste limpiando una lágrima que salió de uno de tus ojos, tus labios se curvaron formando una gran sonrisa en tu rostro. Es probable que sea porque las llevas conociendo casi un año, pero en todo este tiempo te han demostrado lo buenas chicas que son, siendo respetuosas cuando te llegaron a ver con Kyojuro, incluso le hablaron de una manera demasiado formal; ahora bien, crees que eso fue por la diferencia de edad, aunque una vez te vieron junto a Himaru, a él sí lo halagaron e incluso pidieron su número.
—¡Muchas gracias, chicas! Las quiero un montón.
Luego de pasar un lindo momento con tus amigas, regresaste a casa para descansar, Rengoku te recibió con un gran abrazo y una cena; Waka también se alegró de verte.
Tuviste que esperar un par de semanas más para salir de vacaciones, vas a aprovechar todo este tiempo para poder arreglar todos los preparativos junto a tu prometido, así también podrán platicar sobre uno que otro detalle.
Hoy es martes, estás en la sala escribiéndole un mensaje a Kusa, una de tus amigas. El rubio se sentó a tu lado y dejó un beso en tu mejilla derecha, volteaste a verlo, él aprovechó el momento para darte un besito en los labios; no pudiste evitar sonreír. Dejando de lado el celular pusiste atención en tu pareja, tomó tu mano y acarició el dorso con las yemas de su pulgar, se está comportando algo misterioso y lo puedes notar por la expresión que tiene en su rostro; esa miradita ocultando algo, el brillo en sus ojos y la manera en que está sonriendo.
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Profesor |Kyojuro Rengoku x lectora|
Hayran KurguNuevo ingreso a una buena academia, estás preocupada por lo difícil que podría ser este nivel o como te adaptarás a el pero... hay alguien, alguien que te hizo sentirte cómoda en todo momento; un profesor, Kyojuro Rengoku, maestro de historia. Él te...