"Personas equivocadas."
Andrea Lowell.
El ambiente del bar donde me había traído Katina para celebrar mi cumpleaños era bastante animado, pero sin llegar a ser escandaloso, había mucha gente bailando y otros jugaban billar mientras hablaban.
Le di el último sorbo a mi trago antes de comenzar a bailar en frente de ella, con la intensión de que me siguiera el juego.
—¡Vamos, Katina! —Moví los hombros hacia delante y hacia atrás, llegando a marearme porque mi cabeza había acompañado el estúpido baile. Mi mejor amiga enarcó una de sus cejas y comenzó a reír mientras se cubría la cara con las manos, seguramente avergonzándose de mí.
—Voy al baño. —Se levantó del sofá pasando a mi lado, mientras yo bufaba por no haber conseguido mi propósito. —Y, conste que es solamente una excusa para alejarme de tu vergonzoso intento de hacerme bailar. —añadió cuando pasó a mi lado y me giré sorprendida para seguirla por la casa, me encantaba ser la causante del malhumor de Katina porque me causaba mucha gracia. —¿Piensas entrar conmigo al baño? ¿Me vas a limpiar acaso?
—Vete a la mierda. —Sonreí cínicamente cuando abrió la puerta del baño y se giró para verme con mi misma sonrisa.
—No me extrañes, linda. —Me crucé de brazos cuando cerró la puerta y me recosté en la pared mirando el techo mientras hacía ruidos con la boca.
Alguien se apoyó a mi lado, y al girar mi cabeza, me di cuenta de que era Casper.
—¡Hola! —Sonreí abrazándolo— Pensé que no vendrías.
—¿Cómo iba a perderme la celebración de tu cumpleaños? —Preguntó fingiendo estar ofendido y nos reímos— Espero que lo pases bien y no sea el último cumpleaños que celebremos juntos, me caes muy bien.
Iba a responder cuando la puerta se abrió y Katina salió con una sonrisa.
—¡Caspi! —gritó saludando.
Negué con la cabeza mientras que Casper se reía por el apodo y los tres nos encaminamos a la barra.
[...]
—¡Quítatelo! —Escuché como alguien gritaba y levanté mis ojos para encontrarme a Casper encima de una mesa haciendo un streap tease. Sonreí divertida mientras le observaba bajarse los pantalones con el máximo de dificultad, ya que estaba bastante borracho, casi cayendo de la mesa cuando logró quitárselos.
—Creo que he tenido suficiente con esto. —Murmuró Katina mientras se levantaba del sofá mirando totalmente avergonzada el espectáculo que estaba dando nuestro amigo— No quiero ni ver cuando quede desnudo.
—Yo tampoco. —Respondí levantándome del sofá sin dejar de mirar a Casper y justo en ese instante él se quitó la camiseta comenzando a girarla en el aire. Sonreí complacida mientras que algunas chicas le gritaban por su maravillosa coreografía de streap tease— Será mejor que salgamos antes de que enseñe el culo.
Katina casi corrió hasta la puerta y yo la seguí a paso rápido mientras reía.
Una vez a fuera, encendí un cigarrillo que succioné entre mis labios para tomar una calada, quedándome de espaldas a la puerta.
—¿Qué? —Cuestione al ver que Katina no quitaba sus ojos de los míos.
—Sigo pensando que es una moda estúpida —Opinó libremente y me encogí de hombros sentándome en el primer escalón de la entrada.
—Tienes razón, pero para algunas personas es una vía de escape—Murmuré expulsando el humo y tomando otra calada.
—¿Ahora vas a soltar alguna estupidez de "esto es una metáfora" a lo Augustus Waters? —Preguntó sentándose a mi lado.
—No te atrevas a meterte con Augustus Waters. —Advertí alejando un poco el cigarrillo de mi boca y ella rodó los ojos.
—Eres tan exagerada. —Katina rio golpeando su hombro contra el mío haciéndome reír hasta que desvié mi vista al frente y observé como una moto muy familiar se estacionaba en frente de la casa. De ella bajó Luke junto a Megan tomados de la mano, quería que la tierra tragase en ese mismo instante.
—Hola, chicas. —Saludó Megan con una sonrisa cínica cuando estuvieron delante de nosotras. Traía puesto un vestido de tirantes color cobre que marcaba su esbelta silueta. Ella sabía cómo resaltar lo guapa que ya era.
—Hola. —Saludamos al mismo tiempo y los ojos de Luke que estaban sobre mí, dejaron de mirarme cuando yo lo hice.
—Deberíamos ir entrando. —propuso Luke comenzando a andar de nuevo, me hice a un lado para dejarles espacio— Nos vemos después. —Y pasaron entre nosotras mientras Katina los miraba con los ojos entrecerrados.
—Eres mucho más guapa que ella. —Murmuró mi mejor amiga causando que sonriera tristemente— Luke se ha perdido a una chica genial, lo sabes ¿no? —Sonreí por su intento de animarme y me encogí de hombros dándole una última calada a mi cigarro para después aplastarlo con mi pie.
—¡Eh! Vamos a jugar billar por parejas, ¿vienen? —Dijo un chico asomándose por la puerta. En el acto, Katina se levantó y extendió la mano para que fuese con ella.
—Andrea juega conmigo. —Katina me tomó del brazo acercándome a la mesa mientras que con su otra mano tomaba un palo para nosotras.
Luke tenía agarrada a Megan de la cintura hasta que ella tomó el palo y se acercó a la mesa para después sacarle punta con el taco azul.
—¿Quién empieza? —Preguntó una chica afroamericana, a su lado había otra chica más bajita y lo que me hizo más gracia fue que el palo era más grande que ella.
—Yo. —Megan me miró de arriba abajo desafiante y yo miré a Katina para saber que pasaba porque no entendía nada, pero ella se encogió de hombros.
Puso la bola blanca en la mesa y se agachó sobre esta. Pasó unos segundos observando las bolas, luego sopló la punta de sus dedos y por último golpeo la bola blanca para dispersar las demás por toda la mesa. No metió ni una, todos nos quedamos en silencio y yo apreté los labios para no reírme.
—¿A quién le toca? —Preguntó el chico que nos había ido a buscar a la puerta.
—Ahora le toca a Andrea. —Dijo Megan apoyándose sobre el palo mientras me miraba con una sonrisa burlona.
—Vamos, tú puedes. —Animó Katina y mientras me pasaba el palo me susurró "Patéale el culo" yo sonreí antes de inclinarme sobre la mesa.
Golpee la bola blanca, que dio con una bola de rayas roja que a su vez golpeo otra de rayas azules y ambas entraron, pero por hoyos distintos.
—Wow. —Susurró Megan y Luke asintió sorprendido. Katina aplaudió mientras me sonreía, pero yo solo me encogí de hombros.
Después de la partida todos fueron a la barra y yo me quedé con Katina enseñándole a jugar.
—¿Quieren una cerveza? —La voz de Casper sonó a mi lado y levanté la cabeza para mirarlo, mi amiga continuaba inclinada, dándole a la bola.
—Claro. —Luke apareció a su lado y le arrebató el vaso de la mano sonriéndole.
—Muchas gracias, Casper. —El moreno se quedó mirándome sin saber muy bien que decir, y la otra cerveza que llevaba en la mano me la tendió a mí.
—Gracias. —Le sonreí, él me guiñó un ojo volviendo a la barra mientras Katina lo acompañaba y me dejaban a solas con Luke.
—Eres muy buena jugando. —Murmuró intentando romper el silencio incómodo que se había formado.
—Sí, eso creo. —Me encogí de hombros y luego miré a la barra dándome cuenta de que Megan estaba observándome mientras le daba un trago a su cerveza. Al ver que la descubrí, se giró hacia adelante.
—¿Quién te enseñó a jugar así? —Preguntó mientras jugaba con el aro negro que estaba en su labio.
—Creo que deberías volver con Megan. Parece que te echa de menos. —Le di un trago a la cerveza observando a Luke de perfil.
—Es un poco celosa. —Se encogió de hombros con una mueca antes de beber lo que había en el vaso que tenía en sus manos.
—No debería. —Respondí luego de unos segundos y él se cruzó de brazos esperando una explicación— Soy yo.
—¿Y qué pasa si eres tú? —Su entrecejo se frunció y yo apreté los labios alzando los hombros.
—Que ni porque ocurriera un milagro yo te gustaría a ti.
—Luke, vamos a beber algo. —Dijo Megan apareciendo por detrás mientras pasaba sus manos por el cuello de Luke cariñosamente. Él sonrió un poco y se levantó, yendo con ella.
Sentí una punzada de celos, pero sabía que no tenía ningún derecho de sentirme de ese modo y menos a enfadarme, así que opté por comportarme como una adulta y los observé con disimulo.
Estaban apoyados en la barra, Luke con la cabeza ladeada hacia ella y le sonreía mientras ella le explicaba algo bien cerca. Se rieron juntos y Megan puso una de sus manos en el pecho de Luke. Él me miró en ese momento y yo aparté la mirada antes de que me pillara. Mi lado masoquista quiso seguir sabiendo lo que pasaba entre ellos y cuando volví a mirarlos. Luke la estaba besando, su mano estaba en la nuca y su boca atrapando la de ella.
Después de unos segundos reaccioné apartando la mirada, me levanté de mi sitio y caminé hasta la salida. Necesitaba estar sola durante un momento, necesitaba algo que no fuese Luke.
Lo que sucedió la noche pasada, o sea el beso no había significado nada y tenía que ser consciente de ello. No estaba dispuesta a convertirme en el juguete de Luke, con el que podía pasar el rato y luego ignorarme cuando ya no le hiciera falta. No quería serlo para él ni para nadie, nunca más. Estaba decidida a evitarlo a toda costa.
Giré la cabeza cuando escuché que la puerta se abría y salió él. Excelente.
—¿Demasiada bebida? —Fruncí el ceño al escucharlo y se acercó a mí jugando con sus manos.
—No. —Negué secamente mientras miraba mi vaso con el ceño fruncido.
—¿Todo va bien? —Indagó insistente, al parecer, en mantener una conversación conmigo.
—No. —Acepté relamiendo mis labios— Todo va como la mierda, ahora vete y déjame sola.
—Andrea...—Pronunció mientras se arrodillaba frente a mí— ¿Qué va mal?
—Creo que siento algo por una persona. —Me levanté del suelo lentamente y Luke volvió a incorporarse— Pero sé que es imposible, porque a esa persona le gusta otra y... Por eso es una mierda todo, ¿sabes? —Miré hacia el cielo soltando una risa irónica, mientras me humedecía los labios— Siempre vamos buscando a alguien a quien no le interesamos, siempre buscamos lo que no tenemos. Y quizás, deberíamos centrarnos más en la gente que si nos quiere y nos valora.
—Espero que esa persona se dé cuenta de lo que se pierde. —Murmuró soltando un suspiro.
—Espero que todo te salga bien con Megan.
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No puedes salvarme.®
Teen FictionAndrea Lowell cae en el abismo del vicio, al ser señalada como la única responsable de un trágico accidente que le costó la vida a su hermanastro. Las drogas, parecían ser su único consuelo antes de la llegada de Luke Harwood a su vida, un chico ama...