"Tatuajes y preocupación."
Andrea.
Mi mejilla estaba apoyada contra la palma de mi mano derecha mientras que con la otra intentaba escribir lo que la profesora Clarissa dictaba. Estaba por empezar un nuevo párrafo cuando un celular se atravesó en mi campo de visión, era un dibujo de las fases de la luna. Miré al dueño del aparato y Luke me sonrió dulcemente.
—Luke, necesito escribir o la profesora Clarissa me regañará.
—Vamos, todos los profesores te regañan.
—Si, pero hoy no estoy de humor para reclamos.
—Bueno, sólo dime si lo apruebas —. Me mostró nuevamente la pantalla y yo asentí.
—Está bonito.
Él sonrió satisfecho, yo empujé la mano que sostenía el aparato y continué escribiendo. Sin embargo, apenas avancé tres palabras cuando el celular volvió a interponerse en mi campo de visión. Estaba vez se trataba de la misma idea, pero el dibujo era diferente, a medida que la luna cambiaba de forma se iba haciendo más grande.
—Si, ese está bonito —murmuré y volví a quitar su mano.
Estaba por escribir lo último que me faltaba cuando Luke estiró el brazo y me mostró su celular, yo le enarqué una ceja, enfadada, y él movió el aparato de forma insistente. Esta vez el dibujo destacaba por ser horizontal y más pequeño, era mi favorito.
—Los tortolos de atrás, por favor concéntrense—pidió la profesora llamando la atención del salón. Todos giraron a vernos y murmuraron entre ellos, pude escuchar a algunos decir que hacíamos una linda pareja lo cual, de sólo imaginarlo, hizo que me pusiera roja.
Después de ese bochorno, Luke insistió en mostrarme más fotografías, pero yo me dediqué a ignorarlo. Estaba avergonzada y enfadada. Además, no podía entender porqué me mostraba esos dibujos. Minutos más tarde, la clase término, agradecía internamente que esta fuese la última del día ya que estaba cansada de escuchar a tantos profesores hablar sobre distintas materias. No me moleste en cambiar de posición, preferí mantenerme así observando cómo algunos alumnos se levantaban y salían de la sala de clases después de la profesora.
—Andrea, ¿qué tal este? —preguntó por enésima vez. Yo apreté los labios y comencé a dibujar un garabato en el cuaderno. —Andrea, ¿me vas a ignorar todo el día? —cuestionó con un tono dolido.
—¿Te parece poco el bochorno que me hiciste pasar? —consulté con un tono de indignación al mismo tiempo que cerraba el cuaderno con fuerza.
—Sólo quería mostrarte mis ideas para un tatuaje y quería saber cuál te gustaba más —explicó de tal manera que pude imaginarlo haciendo un puchero.
—Agh. ¿Por qué no dijiste eso en primer lugar? Creí que sólo estabas viendo dibujos. —Volqué los ojos. Giré la cabeza para mirar a Luke, él me dio una mirada divertida mientras ladeaba su cabeza.
—¿Tengo las cejas disparejas de nuevo y por eso no dejas de mirarme? —Pregunté comenzando a guardar mis cosas y escuché la risa de Luke. Lo miré confundida, él me sacó la lengua y yo esbocé una sonrisa.
—Deberías comer más azúcar, estás un poco amarga hoy.
Di una profunda inhalación y solté una pequeña risa, me levanté del asiento para quedar justo en frente de él mientras esperaba que guardara sus cosas, luego se puso de pie y me hizo una seña para que saliéramos.
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No puedes salvarme.®
Teen FictionAndrea Lowell cae en el abismo del vicio, al ser señalada como la única responsable de un trágico accidente que le costó la vida a su hermanastro. Las drogas, parecían ser su único consuelo antes de la llegada de Luke Harwood a su vida, un chico ama...