"Reencuentro."
Andrea.
Eran cerca de las dos y media de la mañana, se supone que debería estar dormida, pero no podía dejar de leer el borrador de un nuevo libro que había escrito mi madre en el verano y me lo había prestado para que le diera mi opinión antes de enviárselo a su editora. Entonces mi teléfono comenzó a sonar encima de la cama, lo tomé con rapidez ya que no quería despertar a nadie, miré el nombre en la pantalla que me indicaba que era Luke quién interrumpía mi momento como lectora cero. Respondí la llamada dejando el manuscrito a un lado.
—Hola, rubio.
—Hola, por favor no cortes la llamada. —Fue lo primero que dijo y me preocupe porque su voz sonaba entrecortada como si hubiera estado llorando— ¿Podemos pretender que me estás abrazando?
Apreté los labios al escuchar su pregunta porque se le escapó un sollozo, lo que fuera que le pasara debía ser algo muy importante para que le afectara de esa manera, quería hacer tantas preguntas, sin embargo, acepté lo que me pidió y me mantuve en silencio. Sabia mejor que nadie que la presión en situaciones así muchas veces no lograba nada bueno.
Pasaron varios minutos para que volviera a escuchar algo al otro lado de la llamada y fue un ronquido de Luke. Se había quedado dormido, me sentí solo un poco más aliviada, pero sabía que cuando lo viera y habláramos sobre esto tendría que insistir un poco para que me contara lo que le pasaba.
[…]
Entré al salón donde una tortuosa hora de matemática me esperaba y tomé asiento en los puestos del medio, estaba sacando mis apuntes y mi libro cuando vi a Michael, lucia despreocupado y tomó asiento lo más alejado posible de mí. Ya no lo soportaba, no podía seguir así ignorándome como si nunca hubiésemos sido amigos, además necesitaba saber sobre el estado de Luke ya que no se presentó a literatura, estuve toda la hora más preocupada de verlo aparecer que de la clase.
Me puse de pie y caminé hasta él que estaba sentado al final de la fila al lado de la ventana.
—Te necesito. —Dije sería y a la vez asustada como si fueran las peores palabras que yo pudiera decir en el mundo.
Mike intentó descifrar mi mirada mostrando una leve sonrisa de lado llena de burla, genial.
—Estoy ocupado, Andrea.
Lo miré con los ojos entrecerrados porque el profesor aun no llegaba y él hizo un gesto para que no comenzara a discutirle en mitad de la clase.
—Lamento no corresponder tus sentimientos de la misma manera, en serio. Eres un chico maravilloso, Michael y de seguro vas a…
—Cállate, Andrea. —Ordenó con su voz ronca sin dejarme terminar mi disculpa—Y por favor déjame en paz para que pueda superar lo que siento por ti. Quizás en un par de meses podamos retomar nuestra amistad, pero ahora no me siento preparado para algo así.
—Entiendo. —Contesté asintiendo levemente con la cabeza— Lo siento si fui muy bruta al decírtelo.
—Tranquila, era necesario un golpe de sinceridad así no continuaba ilusionándome con algo que no podrá ser.
Volví a asentir con la cabeza y respiré hondo antes de preguntarle sobre Luke.
—¿Sabes qué le pasó a Luke? Me llamó por teléfono en la madrugada y se escuchaba mal.
Él desvió la mirada antes de exhalar como si estuviera cansado cosa que me preocupo aún más. No dijo nada durante un momento y comenzaba a impacientarme.
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No puedes salvarme.®
Teen FictionAndrea Lowell cae en el abismo del vicio, al ser señalada como la única responsable de un trágico accidente que le costó la vida a su hermanastro. Las drogas, parecían ser su único consuelo antes de la llegada de Luke Harwood a su vida, un chico ama...