“Nadador estrella.”
Andrea Lowell.
Me quedé dos días en la casa de Katina porque lo que menos quería era volver a la mía. Hablamos de lo que me contó mi madre y también aproveché de ponerme al corriente con la materia que no había visto el día anterior y de estudiar historia porque teníamos examen.
Entramos en el salón y nos sentamos juntas en los puestos del medio, la profesora nunca se fijaba en los alumnos que estaban ahí, siempre ponía más atención en los del fondo y los que estaban adelante.
—Saquen sus lápices, tendrán toda la hora para realizarlo y recuerden confiar en sus conocimientos, pueden empezar. —Habló la profesora Diana cuando ya había repartido las hojas y comencé a responderlo de inmediato.
Cuando salimos del examen, no estaba segura de obtener una calificación excelente, pero sí lo pasaría, en cambio sabía que Katina tendría un sobresaliente, ella era jodidamente inteligente. La acompañé a su casillero para que guardase su chaqueta, estaba poniendo el código para cerrarlo cuando me habló.
—¿Tienes hambre? Yo sí, no tomé desayuno porque estaba nerviosa y ya sabes que si como algo estando así, puede que lo vomite.
—Pero si el examen no era en la mañana, solo nos queda una hora más de clases. —Murmuré mirándola confundida, ella solo se encogió de hombros.
—Ya sabes como soy.
Solté una carcajada y la acompañé a la cafetería, pidió su comida y me regaló unas galletas de chocolate, luego buscamos donde sentarnos hasta que vimos a Logan sentado junto a Luke haciendo señas con las manos para que fuéramos con ellos.
—Hola, bellezas. —Saludó Logan antes de que Katina se le acercara para darle un beso corto en los labios.
—Hola. —Dijimos las dos al mismo tiempo y nos sentamos en los puestos libres, yo quedé al lado de Luke porque no quería separar a la parejita.
—¿Cómo estás? —Me preguntó Luke causando que dirigiese mi vista hasta él de inmediato. Sabía el trasfondo de esa pregunta y aunque no quería mentirle tampoco podía darle una respuesta concreta porque no sabía, no tenía idea de cómo estaba con toda la mierda que había mi vida.
—Sobreviviendo, como siempre. —Solté una risa triste al decir eso último y él se quedó mirándome con el rostro serio, rodé los ojos fastidiada antes de seguir hablando— ¿Y tú?
—Bien… Logan me invitó a ver su competencia de natación, ¿Vas a ir con nosotros? —Cuestionó y no supe que responderle, pero no me dio tiempo porque volvió a hablar— Iremos en mi auto cuando las clases terminen, o sea no es mío, es del novio de mi madre, pero ya entiendes.
—No lo sé… —Me encogí de hombros haciendo una mueca con los labios— No creo que pueda ir si no me han invitado.
Cuando dije mi última frase miré a Logan que se rio al escucharme.
—Andrea Ivette Lowell Peck, ¿me darías la inmensa alegría de poder honrarme con tu maravillosa presencia en mi competencia de natación que es hoy en la tarde? —Dijo tomando mi mano y pestañeando muchas veces mientras me sonreía.
Katina y Luke comenzaron a reírse muy fuerte por la actuación de nuestro amigo, yo puse todo mi esfuerzo en no hacerlo, pero cuando ni siquiera Logan podía seguir aguantando las ganas de reírse, no pude evitarlo y los cuatro estuvimos casi ahogados en risas por unos minutos.
—¿Tu segundo nombre es Ivette? —Preguntó Luke divertido cuando ya las risas desaparecieron.
—Sí, era el nombre de la abuela de mi madre. —Expliqué brevemente mirándolo con el rostro serio por si se le ocurría decir alguna estupidez.
—Es lindo. —Respondió antes de beber de su jugo, asentí con la cabeza y abrí el paquete de galletas, aunque no tenía hambre.
De pronto pasaron a otro tema y comencé a pensar en qué mierda podía hacer para irme de la casa, ya no soportaba vivir ahí. Debía buscar trabajo en lo que fuera, pero mientras no terminara el instituto iba a ser complicado.
No sé cuánto tiempo estuve así, perdida en mis pensamientos, reaccioné cuando Luke se acercó más, presionando su rodilla contra la mía. Su tono de voz era bajo cuando preguntó:
—¿Qué tienes?
—Nada. —Me aclaré la garganta y forcé una sonrisa— Solo estoy cansada.
Sus ojos buscaron los míos y supe que no me creía, probablemente hablaríamos de eso más tarde. Desvié la mirada y comí un par de galletas, a los demás ya no les quedaba casi nada de comida en sus bandejas.
—Comes muy poco, Andrea. —Me dijo Logan con gesto preocupado.
—Estoy comiendo, es que… Tengo muchas cosas en la cabeza ahora mismo como para comer, ¿entiendes?
Él asintió con la cabeza justo antes de que sonara el timbre indicando que debíamos volver a clases, me despedí de todos y salí de ahí rápidamente porque no quería que me ahogaran con preguntas. Entendía que se preocupaban, pero no tenía ganas de hablar de mis mierdas ese día.
[…]
Cuando las clases terminaron no pude ir directo al estacionamiento como me hubiese gustado porque el profesor habló conmigo por mi bajo rendimiento, solamente lo escuché y asentí con la cabeza a todo lo que me dijo, luego me dejó irme así que al salir del instituto busqué el auto de Luke, me acerqué cuando él llamó mi atención con las luces ya que estaba dentro. Abrí la puerta del copiloto y me subí, lo primero que hice fue abrocharme el cinturón, miré al rubio que estaba escribiendo un mensaje o algo así.
—Hola, ¿Aún no llegan? —Interrogué acomodando mi mochila a mis pies.
—No, Logan me dijo que tenía que imprimir unas guías e iba a acompañar a Katina a pedir unos libros, ya sabes cómo es la encargada de la biblioteca. —Me explicó antes de guardar su celular en el bolsillo y mirarme, asentí con la cabeza en respuesta.
No pasó mucho rato en lo que aparecieron nuestros amigos y nos fuimos escuchando música por todo el trayecto. Al llegar le deseamos suerte a Logan rápidamente porque debía ir a cambiarse y todo eso, después fuimos de inmediato a nuestros asientos, yo estaba entre Katina y Luke.
Pasó un rato y lo vimos aparecer junto a los competidores, se veía tranquilo, preparado y es que él se tomaba muy en serio los entrenamientos porque quería que le dieran una beca en la universidad.
Se escuchó algo por los altavoces que no entendí, pero todos se prepararon en sus puestos, minutos después se escuchó un pitido y se lanzaron al agua. Sabía que a Logan le apasionaba la natación, pero no tenía idea de que era tan bueno.
—Mierda, va de último. —Dije algo nerviosa. Logan iba en la última posición, pero daba brazadas rápidas y con fuerza.
—Tranquila. —Me calmó Katina con una sonrisa en la cara, mirando a su novio nadar en esa piscina gigante— Hace eso para ahorrar energía antes de llegar al final.
—Ojalá tengas razón. —Murmuré en voz baja acomodándome el cabello hacia un lado.
Logan se impulsó con más fuerza en la última vuelta, entonces empezó a dar brazadas que fueron mucho más rápidas y precisas, sus piernas se movían rápido y el resto comenzó a quedar atrás.
—¡Vamos Logan! —Gritó Luke y todo el mundo se puso de pie al ver que nuestro amigo comenzó a sacarles medio cuerpo de ventaja, era increíble.
—¡Sí! —Grité junto a Katina al mismo tiempo saltando cuando la competición terminó.
Logan sacó la cabeza del agua, se levantó las gafas y miró a los demás que aún no terminaban de nadar. Luego observó la pantalla donde estaban las posiciones de los competidores y se dio cuenta de que su nombre estaba en el primer lugar. Me sentí tan feliz de su logro, pero lo más bonito fue ver los ojos de mi mejor amiga llenos de amor y orgullo.
[…]
—Y entonces ella me quitó una papa de la bolsa. —Rio Katina recordando el momento que había pasado hace más o menos 5 años mientras esperábamos que Logan saliera.
—Y luego tú me lanzaste el mando de la televisión, me diste tan fuerte en la cabeza que me quedo un huevo por tres días.
—Y mientras ella lloraba yo me comí la papa. —Murmuró mirando a Luke y ambas reímos— Luego mi mamá nos castigó por todo el fin de semana prohibiendo que Andrea viniera a verme.
—Y lo peor es que ni siquiera Katina se disculpó, solo me miró furiosa y me amenazó con volver a hacerlo si otra vez volvía a quitarle una papa.
—Wow, entonces jamás en la vida me acercaré a tu comida Fátima. —Dijo el rubio mirando a mi amiga y ella le guiñó un ojo.
—Aprendes rápido Luke, muy bien. —Le dijo Katina sonriendo, antes de ir corriendo a abrazar a Logan que acababa de volver.
Felicitamos a nuestro nadador estrella y después ellos siguieron hablando, sumergidos en su burbuja de amor, y dejé de prestar atención para observar a Luke que se había alejado unos cuantos metros más delante de donde nos encontrábamos. Estaba hablando por teléfono, quizás con su novia.
Escuché la ruidosa risa de Katina y quise preguntarle por qué se reía, pero mi atención volvió a fijarse en el rubio cuando alejó el celular de su oreja con brusquedad para luego apretarlo con su mano.
—Ahora regreso. —Les avisé sin mirarlos. No espere una respuesta y me dirigí hasta Luke, sabía que quizás era una mala idea, pero había algo en mi mente que bloqueaba mi cordura en ese momento. Le toqué el hombro con un dedo y se giró enseguida frunciendo el ceño al verme.
— ¿Qué pasa, Andrea?
—Nada. —Murmuré encogiendo mis hombros, intentando quitarles importancia a mis acciones— Solo que…
— ¿No que no era nada? —arrebató mis palabras con un tono burlón repitiéndolas.
—Bien, olvídalo. —Me crucé de brazos mientras él soltaba una risa.
—Era una broma. —Confesó antes de humedecerse los labios ý continuar hablando— ¿Qué ibas a decir?
Lo cogí del codo y comencé a alejarme de mis amigos, escuchando como Katina me indicaba un lugar donde podíamos hacerlo sin problemas. Luke le dijo algo más, pero estaba demasiado concentrada en no tropezar con la gente con la que me cruzaba que no me importó. Lo último que quería ahora era tropezar y que cayéramos los dos.
Cuando estuvimos a una distancia prudente le solté el brazo y relamí mis labios buscando su mirada una vez más mientras caminaba con él al lado.
— ¿Discutiste con alguien? —Mi pregunta fue como un susurro y creí que no la había escuchado por todo el bullicio que había en el lugar.
—Sí, con Megan. —Mencionó, y yo lo miré esperando a que continuara— Siento que soy un asco siendo romántico.
Fruncí mis labios al igual que mi entrecejo y ladeé mi cabeza, mientras pensaba en que decir ante su confesión.
—No creo que lo seas, todos tenemos distintas formas de mostrar nuestro cariño y la gente debería darse cuenta de eso.
—Lamentablemente no todos lo hacen. —Rio con amargura negando con la cabeza.
Nos volvimos a quedar en silencio, me di cuenta de que me estaba mirando fijamente y sus labios se curvaron, no supe si esa sonrisa era de burla, sarcasmo, sincera o normal. Me moví en mi lugar apartando la vista y llevé un mechón de cabello detrás de mi oreja.
— ¿Por qué evitas mirarme? —Cuestionó con el ceño fruncido, me pellizcó una mejilla y yo respondí con un puñetazo juguetón en su brazo que esquivó con una risa.
—No lo hago.
—¿Segura? Mírame.
Consideré unos segundos lo que me pidió hasta que me dije a mí misma que debía dejar de comportarme como una niña pequeña. Levanté la vista y lo miré a los ojos, eran de un azul muy lindo. Me quedé mirándolo como una boba sin poder dejar de preguntarme qué era lo que me atraía tanto de él. ¿Su físico? ¿Su mirada? ¿Su sonrisa? ¿O todo?
Todo, me gustaba todo de él.
No podía negármelo. Me gustaba y mucho, pero me enfurecía saber que no era recíproco, porque Luke estaba idiota por Megan.
No pude seguir con mis monólogos internos por mucho tiempo porque Katina nos llamó así que debimos volver con ellos, primero dejamos a Logan en su casa, luego a Katina y supe que quería hablar cuando se detuvo apagando el motor unas dos casas antes de llegar a la mía.
Me concentré en mirar las notificaciones de Instagram en mi teléfono porque no quería hablar, pero Luke alzó el brazo y colocó sus dedos bajo mi barbilla con suavidad y volvió mi cabeza hacia la suya.
Mi mirada descendió cuando la sensación de sus dedos me caló la piel.
—¿Estás así por lo de tu madre o hay algo más? —Preguntó, retirando los dedos de mi barbilla. Los hizo recorrer mi mandíbula, enviando un escalofrío a lo largo de mi espina dorsal.
—Son muchas cosas, Luke… —Susurré, sintiendo la voz, el alma, el corazón y todo lo que había en mí deshilachado y roto— Te lo explicaré, pero no ahora, por favor.
Asintió con la cabeza y alejó su mano de mi rostro, nos mantuvimos en silencio por unos minutos.
—Nunca olvides que estoy aquí, ¿sí? No te dejaré sola. —Murmuró, acercando su mano a mi nuca y yo perdí el aliento cuando dejó un pequeño en mi frente, mi corazón se contrajo ante aquellas palabras.
—Lo sé, pero gracias por recordármelo.
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No puedes salvarme.®
Teen FictionAndrea Lowell cae en el abismo del vicio, al ser señalada como la única responsable de un trágico accidente que le costó la vida a su hermanastro. Las drogas, parecían ser su único consuelo antes de la llegada de Luke Harwood a su vida, un chico ama...